viernes, 21 de agosto de 2009

ACTITUD POSITIVA (Por Miguel Angel Cornejo)

Mi primera decisión del día de hoy es mi ACTITUD.
Alternativas:
Amargado
Mal Humor
Pesimista
Triste
Miedo
Alegre
Divertido
Optimista
Positivo
Seguro
Entusiasta
A activo, por encima de las circunstancias.
C conocimiento de mi mismo, autocontrol, ¼ de segundo mágico antes de reaccionar, atención conciente de mis emociones.
T tenacidad, insistir, insistir, insistir hasta lograrlo.
I interés genuino por los demás, atención concentrada.
T trascendente, mi actitud afecta a todos los que me rodean.
U única y singular es mi actitud, me hace diferente y trato a cada persona como única, singular e irrepetible.
D demuestro con acciones mis valores, me divierto en cada tarea que realizo.
Hoy es el mejor día de mi vida.
Hoy triunfo en todo lo que realizo.
Hoy mi actitud me hace diferente.
Hoy hago de este día una aventura fascinante.
Hoy soy una estrella sirviendo a los demás.
Hoy mis sueños los convierto en realidad.

sábado, 15 de agosto de 2009

¿PORQUE A VECES SABOTEAMOS NUESTRO EXITO? (Por Francisco Caceres)

Juan es un hombre de unos cuarenta años, más o menos, divorciado y con un negocio que ya tiene varios años tratando de levantar pero parece que la cosa nunca terminará de arrancar.En cierto modo se puede decir que es un individuo auto motivado, pues se mantiene luchando al decirse a sí mismo incesantemente que si sigue intentándolo, finalmente lo va a lograr.A veces se desespera y piensa que nada en el mundo tiene sentido, en otras ocasiones se siente que va en el camino y que todo es cuestión de tiempo.Sin embargo, con el tiempo, se puede decir que son más las dudas que las certidumbres en su vida y esto lo coloca frecuentemente en estados emocionales de desánimo y mal estar, lo que lo lleva a seguir teniendo dificultades como producto de estos estados emocionales.Juan tiene mucha información al respecto. Ha estudiado muchos programas, leído muchos libros y escuchado muchas conferencias acerca de auto ayuda, hipnosis, desarrollo personal, etc., y sabe que necesita sentirse positivo para que las cosas funcionen como él quiere. Pero no puede, o no le ve ya el caso.Ciertamente las cosas han mejorado gradualmente con los años, pero sigue experimentando básicamente los mismos problemas y cuando parece que ya todo se va a componer, algo sucede que lo regresa a su triste realidad.Juan sabe mucho, sí, pero no se da cuenta de que tiene un poderoso enemigo trabajando para que viva el tipo de vida que está viviendo, y trabajando desde su interior.Y de hecho, en realidad no es un enemigo, pues sólo está haciendo lo que considera más adecuado para nuestra vida, psicológicamente hablando, claro está.Como no podemos llamarlo ni amigo ni enemigo, lo llamaremos factor. Y este factor ha estado trabajando silenciosamente en nuestro interior por años. Sin Juan saberlo, se ha ido alimentando de las energías más poderosas de nuestra vida, de las enseñanzas de nuestros padres, maestros o personas de importancia en nuestra vida.Este factor esta íntimamente aliado con nuestro inconsciente para compensar nuestra existencia y alinearla en relación a sí mismo. Nuestra vida no puede violar las reglas de este factor y, si lo pensamos con cuidado, toda ella está diseñada en torno al dichoso factor.En algunas personas, el factor los ha llevado a cometer actos de grandeza enorme, aunque al final les haya costado hasta la vida misma. En otras, las personas afectadas por un exceso en el factor, no han podido más que hacer o diseñar una vida miserable.Lo paradójico es que una cierta dosis de este factor es ciertamente sana, mientras sepamos la fuente o el origen del mismo y esté controlado o colocado en el marco correcto.Y como le comentaba al principio, este factor explica total y convincentemente por qué nos pasa lo que nos pasa o por qué hacemos lo que hacemos. Y lo más complicado es, según mi experiencia, aceptar su existencia. Encuentro que la mayoría de las personas tienen severos problemas para descubrir su existencia, pero cuando lo logran la experiencia es próxima a la iluminación, por cuanto nos libera y hace sentir casi en el éxtasis.Cuando nos damos cuenta de que este factor ha estado trabajando sobre premisas absolutamente falsas, realmente nos sentimos liberados y es cuando podemos alcanzar plenamente nuestro potencial como seres humanos.Y este factor, pues, es un programa inculcado profundamente en nuestro inconsciente para trabajar siempre, a cualquier hora y en cualquier condición. Su nombre (finalmente) es "la culpa".La culpa ha sido implantada firmemente en nuestro sistema nervioso como un mecanismo para generar conductas adecuadas o correctas. Cuando hacemos algo mal nos sentimos culpables. Y toda culpa sólo se elimina cuando hemos pagado el precio de nuestros actos.Juan no lo sabe, pero él se siente culpable por muchas cosas. Tantas que ni siquiera las recuerda. Pero podría ser simplemente "el daño por el que pasaron sus hijos durante el divorcio", o "todo ese tiempo en que no le dirigió la palabra a sus padres" o "todas aquellas cosas que hicieron enojar a los demás o les han causado vidas miserables", "por mi culpa".En muchos casos, son otras personas las que lo han convencido de que por su culpa, su vida es mucho peor. En otras, ni siquiera hizo falta que alguien se lo hiciese notar pues él solo se dio cuenta, desatando de manera automática el mecanismo de compensación llamado "culpa", hábilmente instalado en su interior.¿Cómo funciona la culpa? Muy fácil. Una vez implantada, las cosas funcionan así: primero cometemos el acto en cuestión que causó un grave problema a alguien importante para nosotros; después sentimos la necesidad de reparar el daño, pero por alguna circunstancia ya no podemos. A continuación, nuestro inconsciente se encargará de compensar nuestra vida para que toda ella sea un pago por nuestro exceso, haciendo que nuestro negocio fracase, haciendo que nos despidan del trabajo, que la persona que amamos nos desprecie, lo que sea.A nivel consciente yo no quería que nada malo me pasase pero a nivel inconsciente me ocurre exactamente todo lo que me merezco. Inclusive, me puedo convertir literalmente en un adicto al castigo, de una culpa que jamás podrá ser curada.La culpa es el Karma occidental. Pero, ¿se puede vivir sin culpa?La respuesta es sí, se debe vivir sin culpa y se debe vivir con responsabilidad.Estos son 3 pasos para vivir sin culpa y aceptar plenamente nuestras responsabilidades:Paso 1: Si existen aspectos que no prosperan en su vida a pesar de todos sus intentos, descubra si tal vez, esto está pasando porque está tratando de pagar una culpa impagable.Paso 2: Recuerde ser responsable en lugar de culpable, pero sobre todo pensando en el presente y no en el pasado. Recuerde ser responsable de:
No desearle jamás mal a nadie.
Únicamente desearles amor, paz y prosperidad ilimitada a los demás.
Responder con habilidad a los retos que la vida nos lanza como respuesta a nuestras solicitudes.
Elegir sus estados emocionales.
Sentirse la mayor parte del tiempo y fundamentalmente bien.
Su destino.
Paso 3: piense que si usted es responsable de la totalidad de su vida, entonces los demás son responsables de la totalidad de la suya, ¿cierto? Nuestros actos y palabras no tienen significado per se, sino el que nosotros y los demás le dan. Ciertamente a veces cometemos actos que, tal como los demás tienen establecidas sus vidas, les causan daño. A veces son intencionales, cierto, y a veces no. Y cuando sí lo son, haga todo lo posible por reparar el daño. Esa es nuestra responsabilidad. Y se encontrará con muchas personas que buscaron inconscientemente que usted les infligiera ese daño, posiblemente para pagar una culpa interna. En esos momentos, ¿realmente sirve de algo sentirse culpable por el resto de su vida?No importa qué tanto sepamos del éxito, la Ley de la Atracción, etc., si estamos inconscientemente pagando una culpa, nada funcionará. Este es el concepto que se encuentra detrás de la Reingeniería Personal .

Descubre tus culpas, dales un amoroso recibimiento en tu vida y acto seguido, despídete de ellas sabiendo que tu camino al éxito ya no tiene obstáculos.Y si no eres capaz de descubrirlas y desenmascararlas, por el amor de Dios, no te sientas culpable.

EL OPTIMISTA INTELIGENTE SACA CONCLUSIONES DE AQUELLO QUE NO FUNCIONA PARTE 2 (Por Club Kiyosaky)

Soy del parecer que todo el mundo es optimista por naturaleza. Todos nos enfrentamos al día a día con la percepción de que el futuro que labramos hoy para nuestros hijos será mejor que el momento presente, el optimismo es la gasolina que hace que afrontemos nuevos retos y emprendamos objetivos aun en situaciones de dificultad con la visión optimista que nos permite vislumbrar el final del túnel más allà de nuestros propios interrogantes internos.En realidad nuestro día a día está lleno de situaciones vividas o estudiadas con anterioridad y actuamos teniendo en cuenta estas anteriores experiencias y conocimientos para seguir una u otra dirección en nuestro comportamiento. Continuamente estamos aprendiendo y desaprendiendo gracias a esto evolucionamos y avanzamos. Ante la pregunta de qué es lo que no funciona en tu empresa y que cambiarias si pudieras para mejorarla seguramente el grado de coincidencia entre los encuestados sería mucho mayor del que nos parecería de antemano. Con esto me vengo a referir que lo que no funciona acostumbra a ser conocido por todos pero la búsqueda de soluciones acostumbra a ser dificultosa, la posible solución debe afrontarse con un análisis inteligente de que está pasando, los motivos y pensar en las posibles soluciones y aplicarlas.En el proceso de intentar solucionar cualquier anomalía hace falta implicarse al máximo y una dosis extra de optimismo puede hacer decantar el llegar a una solución final óptima.En procesos de cambios estructurales de las empresas o de incorporación de nuevos procesos internos tipo certificaciones ISO, etc. sino se transmiten desde la dirección como un camino a seguir imprescindible para el futuro de la empresa el resto de la organización no se lo va a tomar en serio y no va afrontar el reto con el entusiasmo y optimismo necesario y va a percibir como un inconveniente más que le pone la empresa para desarrollar su trabajo.En el contexto de crisis actual y ante operaciones realizadas últimamente por nuestra empresa con empresas europeas no españolas podemos concluir que el hecho de estar actuando en otro país fuera de su sede esta posibilitando reconducir sus filiales a la situación que requiere el momento actual, se están adaptando más rápidamente al cambio del mercado fuera de su empresa matriz que en su sede principal, están actuado con un optimismo inteligente más frio fuera que dentro de su país, les es más fácil fuera que dentro.En momentos como los que estamos viviendo transmitir a la organización optimismo de cara al futuro sin evitar reconocer la situación actual y actuar en consecuencia puede ser un plus en pro de afrontar los tiempos actuales y superarlos.

EL OPTIMISTA INTELIGENTE SACA CONCLUSIONES DE AQUELLO QUE NO FUNCIONA PARTE 1 (Por Club Kiyosaky)

Hoy en día, en unos momentos podríamos decir delicados económicamente, las empresas no están para mantener nada ni nadie que no funcione. Por lo tanto es obligación de todos los equipos directivos trabajar y actuar lo más urgentemente posible y, aunque a veces la toma de decisiones no sea agradable, sí que es imprescindible para el futuro de las empresas.
Lógicamente, las personas preparadas e inteligentes, van a identificar más facilmente aquello que se debe mejorar o cambiar para que funcione. Y ya no hablemos de la persona optimista que, además, va a tener la tarea mucho más fácil ya que la mayoría de responsables de las empresas tenemos miedo de tomar esas decisiones.
Podríamos decir perfectamente que la persona inteligente, optimista y preparada idendificará más facilmente soluciones para el futuro que la persona poco preparada, pesimista y con miedo. Por lo tanto, recomendaría a todos los directores generales de compañías que intenten rodearse de un buen grupo de personas ya que cuánto mas bueno sea su equipo más fácilmente identificarà lo que no funciona, actuarà en consecuencia y mejores serán los resultados. Al final, el resultado del equipo, es el éxito de un buen directivo.

CADA UNO CON SU DESTINO UNA HISTORIA ZEN (Por Hector Vico)

Un samurai, conocido por todos por su nobleza y honestidad, fue a visitar a un monje zen en busca de consejos, No obstante, en cuanto entró en el templo donde el maestro rezaba, se sintió inferior, y concluyó que a pesar de haber pasado toda su vida luchando por la justicia y la paz, no se había ni tan siquiera acercado al estado de gracia del hombre que tenía frente a él.- ¿Por qué me estoy sintiendo tan inferior? - le preguntó, no bien el monje hubo acabado de rezar. - Ya me enfrenté muchas veces con la muerte, defendí a los más débiles, sé que no tengo nada de qué avergonzarme. Sin embargo, al verlo meditando, he sentido que mi vida no tenía la menor importancia.- Espera. En cuanto haya atendido a todos los que me han buscado hoy, te daré la respuesta.Durante todo el día el samurai se quedó sentado en el jardín del templo, viendo como las personas entraban y salían en busca de consejos. Vió como el monje atendía a todos con la misma paciencia y la misma sonrisa luminosa en su rostro. Pero su estado de ánimo iba de mal en peor, pues había nacido para actuar, no para esperar.Por la noche, cuando ya todos habían partido, insistió:- ¿Ahora podrá usted enseñarme?El maestro lo invitó a entrar y lo llevó hasta su habitación. La luna llena brillaba en el cielo y todo el ambiente respiraba una profunda tranquilidad.-¿Ves esta luna, qué bonita es? Ella cruzará todo el firmamento y mañana el sol volverá a brillar. Solo que la luz del sol es mucho más fuerte y consigue mostrar los detalles del paisaje que tenemos a nuestra frente: árboles, montañas, nubes. He contemplado a los dos durante años, y nunca escuché a la luna decir "¿Por qué no tengo el mismo brillo que el sol? ¿Es que quizás soy inferior a él?"- Claro que no - respondió el samurai - la luna y el sol son dos cosas diferentes, y cada uno tiene su propia belleza. No podemos comparar a los dos.Entonces, ya sabes la respuesta. Somos dos personas diferentes, cada cual luchando a su manera por aquello que cree, y haciendo lo posible para tornar a este mundo mejor; el resto son solo apariencias.

COMO GANAR AMIGOS E INFLUIR EN LAS PERSONAS (Por Dale Carnegie)

A principios del S. XX, Dale Carnegie se dió cuenta que se ignoraba cómo se podía persuadir a las personas. En el libro "Cómo ganar amigos e influir en las personas", basado en la experiencia propia y de muchas mas personas, se recogen unas sencillas reglas que de observarse pueden cambiar sustancialmente su vida. Gran éxito de ventas en su día, tras un paréntesis en el olvido, vuelve a estar rabiosamente de actualidad. De hecho, gran parte del marketing moderno se basa en sus ideas.A continuación puede leer un extracto del libro.TECNICAS FUNDAMENTALES PARA TRATAR CON EL PRÓJIMOREGLA 1: No critique, no condene ni se queje.La crítica es inútil porque pone a la otra persona en la defensiva, y por lo común hace que trate de justificarse, tratando además de censurar a su oponente. La crítica es peligrosa, porque lastima el orgullo y despierta su resentimiento. En lugar de censurar a la gente, tratemos de comprenderla.Tratemos de imaginarnos por qué hacen lo que hacen. "No juzgues si no quieres ser juzgado" Nuevo Testamento. Cuando tratamos con la gente debemos recordar que no tratamos con criaturas lógicas. Tratamos con criaturas emotivas, criaturas erizadas de prejuicios e impulsadas por el orgullo y la vanidad. "No hablaré mal de hombre alguno y de todos diré todo lo bueno que sepa" Benjamin Franklin.REGLA 2: Demuestre aprecio honrado y sincero.Sólo hay un medio para conseguir que alguien haga algo, y es el de hacer que el prójimo quiera hacerlo (beneficio propio), que le sea productivo. "Todo lo que usted y yo hacemos surge de dos motivos: el impulso sexual y el deseo de ser grande" Dr. Sigmund Freud. "El impulso más profundo de la naturaleza humana es el deseo de ser importante" Dr. John Dewey.Muchas personas que enloquecen o se suicidan encuentran en ese estado ese sentido de su importancia que no pudieron obtener en el mundo de la realidad. Ahora imagínese los milagros que usted y yo podremos lograr si damos al prójimo una honrada apreciación de su importancia."Considero que el mayor bien que poseo es mi capacidad para despertar entusiasmo entre los hombres, y que la forma de desarrollar lo mejor que hay en el hombre es por medio del aprecio y el aliento. Nada hay que mate tanto las ambiciones de una persona como las críticas de sus superiores. Yo jamás critico a nadie. Creo que se debe dar a una persona un incentivo para que trabaje. Por eso siempre estoy deseoso de ensalzar, pero soy remiso para encontrar defectos. Si algo me gusta, soy caluroso en mi aprobación y generoso en mis elogios" Charles Schwab.Con frecuencia damos tan por sentada la presencia de nuestro cónyuge que nunca le manifestamos nuestro aprecio. Alimentamos los cuerpos de nuestros hijos y amigos y empleados; pero muy raras veces alimentamos su propia estima. La diferencia entre la apreciación y la adulación es muy sencilla. Una es sincera y la otra no."Pasaré una sola vez por este camino; de modo que cualquier bien que pueda hacer o cualquier cortesía que pueda tener para con cualquier ser humano, que sea ahora. No la dejaré para mañana, ni la olvidaré, porque nunca más volveré a pasar por aquí." Dale Carnegie. "Todo hombre que conozco es superior a mí en algún sentido. En ese sentido, aprendo de él". Emerson.REGLA 3: Despierte en los demás un deseo vehemente.El único medio de que disponemos para influir sobre el prójimo es hablar acerca de lo que él quiere, y demostrarle cómo conseguirlo. "La acción surge de lo que deseamos fundamentalmente y el mejor consejo que puede darse a los que pretenden ser persuasivos, ya sea en los negocios, en el hogar, en la escuela o en la política es éste: primero, despertar en la otra persona un franco deseo. Quien puede hacerlo tiene al mundo entero consigo.. Quien no puede, marcha solo por el camino" Dr. Henry A, Overstreet."Si hay un secreto del éxito, reside en la capacidad para apreciar el punto de vista del prójimo y ver las cosas desde ese punto de vista así como del propio" Henry Ford.Si un vendedor puede demostrarnos que sus servicios o sus productos nos ayudarán a resolver nuestros problemas, no tendrá que esforzarse por vendernos nada. Los pocos individuos que sin egoísmo tratan de servir a los demás tienen enormes ventajas. No hay competencia contra ellos. "El hombre que se puede poner en el lugar de los demás y que puede comprender el funcionamiento de la mente ajena, no tiene por qué preocuparse por el futuro". Owen D. YoungSEIS MANERAS DE AGRADAR A LOS DEMAS
REGLA 1: Interésese sinceramente por los demás.Se pueden ganar más amigos en dos meses si se interesa uno en los demás, que los que se ganarían en dos años si se hace que los demás se interesen por uno. El individuo que no se interesa por sus semejantes es quien tiene las mayores dificultades en la vida y causa las mayores heridas a los demás. De esos individuos surgen todos los fracasos humanos. Durante años me he preocupado por conocer los cumpleaños de mis amigos. El interés, lo mismo que todo lo demás en las relaciones humanas, debe ser sincero.
REGLA 2: Sonría.Las acciones dicen más que las palabras, y una sonrisa expresa: "Me gusta usted. Me causa felicidad. Me alegro tanto de verlo". Hablo de una verdadera sonrisa, que alegre el corazón, que venga de adentro, que valga buen precio en el mercado.Tiene usted que disfrutar cuando se encuentra con la gente, si espera que los demás lo pasen bien cuando se encuentran con usted. Si está solo, silbe o tararee o cante. Proceda como si fuera feliz y eso contribuirá a hacerlo feliz. Todo el mundo busca la felicidad, y hay un medio seguro para encontrarla. Consiste en controlar nuestros pensamientos.La felicidad no depende de condiciones externas, depende de condiciones internas. No es lo que tenemos o lo que somos o donde estamos o lo que realizamos, nada de eso, lo que nos hace felices o desgraciados. Es lo que pensamos acerca de todo ello."Casi todas las personas son tan felices como se deciden a serlo" Abraham Lincoln."El hombre cuya cara no sonríe no debe abrir una tienda" Proverbio chino.El valor de una sonrisa: No cuesta nada, pero crea mucho. Enriquece a quienes reciben, sin empobrecer a quienes dan. Ocurre en un abrir y cerrar de ojos, y su recuerdo dura a veces para siempre. Nadie es tan rico que pueda pasarse sin ella, y nadie tan pobre que no pueda enriquecer por sus beneficios. Crea la felicidad en el hogar, alienta la buena voluntad en los negocios es la contraseña de los amigos. Es descanso para los fatigados, luz para los decepcionados, sol para los tristes, y el mejor antídoto contra las preocupaciones. Pero no puede ser comprada, pedida, prestada o robada, porque es algo que no rinde beneficio a nadie a menos que sea brindada espontánea y gratuitamente. Porque nadie necesita tanto una sonrisa como aquel a quien no le queda ninguna que dar.
REGLA 3: Recuerde que para toda persona, su nombre es el sonido más dulce e importante en cualquier idioma.Jim Farley descubrió al principio de su vida que el común de los hombres se interesa más por su propio nombre que por todos los demás de la tierra. Haga el esfuerzo por aprender los nombre de pila (preste atención). El nombre pone aparte al individuo; lo hace sentir único entre todos los demás. La información que damos, o la pregunta que hacemos, toma una importancia especial cuando le agregamos el nombre de nuestro interlocutor.
REGLA 4: Sea un buen oyente.Anime a los demás a que hablen de sí mismos. Le hice pensar que yo era un buen conversador cuando, en realidad, no había sido más que un buen oyente. "La persona que sólo habla de sí, sólo piensa en sí, la persona que sólo piensa en sí mismo carece de toda educación" Dr. Nicholas Murray Butler. Recuerda que la persona con quien habla usted está cien veces más interesada en sí misma y en sus necesidades y sus problemas que en usted y sus problemas.
REGLA 5: Hable siempre de lo que interese a los demás.Hablar en términos de los intereses de la otra persona es beneficioso para las dos partes.
REGLA 6: Haga que la otra persona se sienta importante y hágalo sinceramente.¿Qué hay en él que se pueda admirar honradamente? Trate siempre de que la otra persona se sienta importante. "Haz al prójimo lo que quieras que el prójimo te haga a ti". Jesus de Nazaret. Todos queremos la aprobación de todos aquellos con quienes entra en contacto.Queremos que se reconozcan nuestros méritos. Queremos tener la sensación de nuestra importancia en su pequeño mundo. No queremos escuchar adulaciones baratas, sin sinceridad, pero anhelamos una sincera apreciación. Para que la vida de una persona cambie totalmente puede bastar que alguien la haga sentir importante. Hábleles a las personas de ellos mismos y lo escucharán por horas.

ANECDOTAS DE LOS GRANDES (Por German Castaños)

La creatividad hace a un talento, y un talento para desarrollarse necesita de la humildad de quien desea, quiere y pone todas sus energías en crecer. Para ejemplificar mejor este punto tomaré unas anécdotas de Juan Manuel Fangio, un talentoso creativo al volante de autos de carrera. Cuenta Hugo Barroso de El Siglo Web. “Un hermano de él, José, le avisó que había una carrera en la localidad de Juárez pero el pequeño detalle era que no tenía auto. El era amigo de un muchacho del pueblo llamado Viangulli, cuyo padre tenía un vehículo que lo utilizaba como taxi.Sin chance de conseguir otra cosa, entre ambos tomaron la decisión de probar suerte con él. Para ello, tuvieron que cambiarle la carrocería y ponerle una más liviana para aumentar sus chances.Se fueron al pueblo de Juárez e iba tercero, cuando en la última vuelta se le cortó una biela. Tuvo que abandonar y se enteró luego que habían descalificado al primero y segundo.Para colmo, enterado del enfado que le había provocado al padre de su amigo, no les quedó más remedio que armarlo nuevamente y ponerle la carrocería original para que el hombre siguiera trabajando”.La lección es clara: No esperes conducir un F1 en tu primera carrera. Alguna vez escuché que a la cima se llega escalón por escalón. Ningún mejor ejemplo que la historia de Fangio que comenzó a correr con un auto prestado que, ni siquiera, era de competición. Las grandes almas no se amilanan por decepciones en sus comienzos. El objetivo es tan claro que todos los tropezones son considerados partes indispensables del camino hacia el éxito.

LECCIONES DE AMOR (Por Leo Buscaglia)

LECCIONES DE AMOR
En mi primer día de labores como profesor adjunto de pedagogía en la Universidad del Sur de California, en Los Ángeles, entré al aula sintiéndome presa de una terrible angustia. Un frío silencio fue la respuesta de la clase atestada a mi tímida sonrisa y breve saludo. Hojeé un momento mis anotaciones y di inicio, balbuciente, a mi disertación.Nadie parecía hacerme el menor caso. En ese momento advertí la presencia, en la quinta fila, de una joven de porte tranquilo, vestida de blanco. De piel bronceada, ojos vivaces color castaño y cabellera dorada, su animado semblante y sonrisa cordial me alentaron a seguir adelante. Atenta a mi exposición, ella asentía con la cabeza o con un “sí”, y tomaba notas. Proyectaba la confortante sensación de que le interesaba cuanto trataba yo de transmitir de manera tan insegura. Empecé a dirigirme a ella, y recobré la confianza y el entusiasmo.Minutos después, me atreví a pasar la mirada por toda el aula. Los demás estudiantes habían empezado a atender y tomaban notas. Aquella extraordinaria muchacha me había sacado del aprieto. Al terminar la lección revisé la lista en busca de su nombre: se llamaba Gladis. En las siguientes semanas leí sus trabajos. Redactaba con creatividad, sensibilidad y fino sentido del humor.Yo había pedido a mis estudiantes que pasaran a verme a mi oficina durante el semestre escolar, y aguardaba con especial interés a Gladis. Deseaba decirle cómo me había salvado aquel día y alentarla a que desarrollara sus cualidades de persona considerada y perspicaz. Pero jamás se presentó.Unas cinco semanas después de iniciado el semestre, se ausentó durante dos semanas. Pregunté la causa de su ausencia a los estudiantes que se sentaban cerca de ella y me sorprendió enterarme que ni siquiera sabían su nombre. Recordé la aguda observación de Albert Schweitzer: “Estamos todos tan juntos, y sin embargo, todos estamos muriendo de soledad...”Fui a ver a la jefa administrativa de la sección de mujeres. En cuanto mencioné el nombre de Gladis, la dama se sobresaltó y exclamó:— ¡OH, lo siento mucho, Leo; supuse que usted estaba enterado...!Gladis se había dirigido en su auto a los acantilados del Pacífico, encantadora población cercana a Los Ángeles, donde los riscos caen a plomo sobre el mar. Allí, según declararon unos paseantes horrorizados, se arrojó hacia la muerte. ¡Gladis tenía apenas veintidós años...! El don divino de su individualidad se había perdido para siempre. Llamé por teléfono a sus padres. La ternura con que su madre se refirió a ella me indicó que la habían amado. Pero era obvio para mí que ella no se había sentido amada.— ¿Qué estamos haciendo? —Pregunté a un colega—. Nos ocupamos demasiado en enseñar cosas. ¿De qué sirvió haber enseñado a Gladis a leer, escribir, hacer cuentas, si jamás le inculcamos lo que realmente necesitaba aprender: a vivir jubilosamente, a valorarse y a tener conciencia de su propia dignidad?Quise ayudar a quienes necesitan sentirse amados. Daría un curso acerca del amor. Me pasé varios meses buscando en libros algo que pudiera servirme, pero fue poco lo que hallé. Casi todos los textos trataban el tema con un enfoque sexual o romántico. Era escaso lo que había sobre el amor en general. Sin embargo, consideré que si yo actuaba como mero facilitador, mis estudiantes y yo podríamos enseñarnos mutuamente a aprender juntos.Denominé al curso “Lecciones de Amor”. Bastó que lo anunciara una sola vez para que se llenara el aula de asistentes a esa materia extracurricular. Proporcioné a cada participante una lista bibliográfica, pero prescindimos de textos obligatorios, de requisitos de asistencia y de exámenes. Solo compartíamos nuestras lecturas, ideas y vivencias. Partía yo del supuesto de que el amor se aprende. Nuestros maestros son quienes aman y se relacionan con nosotros. De no encontrar modelos de amor, creceremos necesitados de amor y sin la capacidad de amar.—La venturosa posibilidad —propuse a mis alumnos— es que se puede aprender a amar en cualquier momento de la vida, si estamos dispuestos a dedicarle el tiempo, la energía y la práctica necesarios.Pocos faltaban a una sola sesión de Lecciones de Amor. Los participantes tenían que apretarse unos junto a otros a medida que llevaban consigo a sus padres, hermanos, amigos, cónyuges e incluso abuelos. Una de las primeras cosas que intenté aclarar fue la importancia del contacto físico.— ¿Cuántos de ustedes han abrazado fuertemente en la última semana a alguien que no fuera su novio, novia o cónyuge?Pocos levantaban la mano. Una estudiante afirmó:—Siempre temo que se interpreten mal mis intenciones.La risa nerviosa que cundió me reveló que muchos compartían este punto de vista.—El amor necesita expresarse físicamente —repuse—. Me siento afortunado de haber crecido en el seno de una familia italiana, efusiva, en que nos abrazábamos mucho. Asocio los abrazos con un género de amor más universal. Pero si ustedes temen que se les interprete mal, comuníquenle sus sentimientos a quien están abrazando. Para aquellos que realmente se sientan molestos si los abrazan, bastará un fuerte apretón de ambas manos para satisfacer su necesidad de caricias.Iniciamos la costumbre de abrazarnos unos a otros al final de cada sesión. Con el tiempo, los abrazos se convirtieron en forma habitual de saludo en la universidad, entre los alumnos de mi curso. Jamás concluíamos una sesión sin un plan para compartir amor.Cierta ocasión, decidimos expresar gratitud a nuestros padres, lo cual suscitó reacciones memorables. Para uno de los estudiantes, excelente jugador del equipo de fútbol americano de la universidad, la tarea resultó en especialmente incómoda. Sentía un gran amor, pero era incapaz de expresarlo. Tuvo que armarse de gran valor y determinación para ir a la sala de su hogar, hacer que su padre se pusiera de pie y darle un fuerte abrazo. Le dijo: —Te quiero, papá — y lo besó. Al hombre se le llenaron los ojos de lágrimas y musitó: —Lo sé, hijo. Yo también te quiero.Los años que he dedicado a mis Lecciones de Amor han sido los más estimulantes de mi existencia. Al proponerme abrirles las puertas del amor a otros, descubrí que también se han abierto para mí. No hace mucho, comí en Arizona. Al pedir chuletas de cerdo, alguien comentó:— ¡Está usted loco, nadie come tal cosa en un lugar como éste!Sin embargo, me parecieron exquisitas.—Me gustaría conocer al cocinero —indiqué al dueño.Fuimos a la cocina, y allí estaba el hombre, corpulento, sudoroso.— ¿Qué sucede? ¿Alguna queja? —vociferó.— ¡No, esas chuletas estaban de primera! — respondí.Me miró como se mira a un loco. Se advertía a las claras que le resultaba difícil aceptar el cumplido. Luego, me propuso con gran cordialidad:— ¿Le cocino otra?¿No es maravilloso? De no haber aprendido a amar habría pensado gratamente enaquellas chuletas, pero quizá no le hubiese dicho nada al cocinero, así como dejé deexpresarle a Gladis lo mucho que me había ayudado en mi primer día como Profesor. Heahí una de las cosas en que consiste el amor: compartir nuestro gozo con la gente.Otro secreto del amor radica en percatarse que uno mismo es un ser especial y que no hay en todo el mundo una persona igual a otra. Si tuviera una varita mágica y pudiera pedirle la realización de un deseo, tocaría a todo el mundo con ella y haría que cada persona dijera con convicción:—En este instante me agrada como soy. Y me gusta lo que puedo ser. Soy lo máximo.La búsqueda del amor ha hecho de mi vida algo maravilloso. Pero, ¿cómo habría sido mi existencia de no haber conocido a Gladis? ¿Estaría aún balbuceando mi tema ante los estudiantes, ajeno a los vulnerables seres humanos que se ocultan detrás de las máscaras? ¡Gladis me arrojó el guante y yo lo recogí! Tal fue la motivación del cambio. ¡Cómo quisiera que Gladis estuviera hoy aquí, conmigo! La abrazaría fuerte y le diría:—Mucha gente me ha ayudado a saber qué es el amor, pero tú me diste el primer impulso. ¡Gracias!. ¡Te quiero!Mas estoy convencido de que, en alguna forma misteriosa, el amor que le tengo a Gladis ya ha viajado hasta ella.Si te parece, responde a cada una de estas preguntas según sea el caso.
1. ¿Te es fácil manifestar tus sentimientos a los demás? ¿Con quiénes te es más difícil hacerlo?
2. ¿Has pensado que al no expresar tus sentimientos y emociones a las personas que has mencionado, las estás hiriendo de alguna manera?
3. ¿Estás perdiendo la oportunidad de darte a conocer?
4. ¿Estás haciendo que no tengan la oportunidad de conocerte?
5. ¿Has experimentado alguna vez el “estamos todos tan juntos, y sin embargo, todosestamos muriendo de soledad”?
6. ¿Hay alguna Gladis en tu vida, a quien ayudaría mucho saber que ella es importantepara ti? ¿Qué piensas hacer al respecto?No tardes mucho: ¡dile a las gentes que las quieres y lo bien que te hacen sentir...!

CUANDO EL FRACASO NO ES FRACASO PARTE 1 (Por John Maxwell)

Hay ciertas tormentas en la vida de la persona que contribuyen a que la actitud se estrelle. Estas tres tormentas que trato son predominantemente internas, no externas. Son parte de nosotros y deben ser tratadas constructivamente para que traigan paz y produzcan una actitud sana.El temor al fracasoLa primera tormenta interna es: el temor al fracaso.Hemos tenido muchas maneras de enfrentarnos con eso. Algunas personas son tan determinantes que dicen: «Si no tienes éxito la primera vez, destruye toda evidencia de que lo intentaste».Fracaso: Lo escondemos, lo negamos, lo tememos, lo desconocemos, y lo odiamos.Hacemos todo menos aceptarlo. Por aceptación no quiero decir resignación y apatía. Quiero decir entendimiento que el fracaso es un paso necesario hacia el éxito. El hombre que nunca cometió una equivocación nunca hizo nada.Me gusta leer las vidas de los grandes hombres. Una realidad constante en todos es que experimentaron fracasos. En efecto, la mayoría de ellos comenzaron siendo fracasando.Cuando el gran pianista polaco Ignace Paderewsky decidió estudiar piano, su profesor de música le dijo que sus manos eran demasiado pequeñas para dominar el teclado.Cuando el gran tenor italiano Enrico Caruso presentó su solicitud para aprender canto, el maestro le dijo que su voz sonaba como el viento que silbaba por la ventana.Cuando el gran estadista de la Inglaterra victoriana, Benjamín Disraeli intentó hablar en el Parlamento por primera vez, los parlamentarios le pidieron que se sentara y se rieron cuando dijo: «Aunque ahora me siente, vendrá el tiempo en el que me oirán».Henry Ford olvidó poner una marcha de reversa en su primer carro. Thomas Edison gastó dos millones de dólares en una invención que demostró ser de poco valor.Muy pocos lo hicieron bien la primera vez. Fracasos, repetidos fracasos, son las huellas que hay en el camino hacia el éxito. La vida de Abraham Lincoln demostró que la única vez en que no se fracasa es cuando se hace algo y da resultado. Podemos y debemos «caer» e irnos de bruces hacia el éxito.Aceptar el fracaso en el sentido positivo, es algo efectivo cuando usted cree que el derecho a fracasar es tan importante como el derecho a triunfar. La mayoría de las personas rara vez valoran su buena salud, hasta que se enferman. El experimentar los problemas nos da un gozo más grande en nuestro progreso si aceptamos el fracaso como un proceso importante para llegar a nuestra meta.Es imposible triunfar sin sufrir. Si tiene éxito y no ha sufrido, es que alguien ha sufrido por usted; y si está sufriendo sin tener éxito, tal vez alguien tendrá éxito por usted. Pero no hay éxito sin sufrimiento.Unos años atrás, hablando en Dallas, hice una encuesta entre líderes de iglesias, preguntándoles: «¿Qué es lo que les impide hacer una gran obra para Dios? La respuesta general fue: «El temor al fracaso». Inmediatamente les hablé sobre el fracaso. Mi mensaje de clausura en una conferencia donde los pastores habían visto y oído historias de éxito, fue sobre: «fallas, fracasos y meteduras de pata». Todo el contenido de ese discurso de cuarenta y cinco minutos consistió en un relato de todos mis programas que habían fracasado. La audiencia rió histéricamente mientras confesaba abiertamente mis muchas equivocaciones. ¿Por qué? Había reconocido el fracaso y les había dado permiso para hacer lo mismo.Reuben Welch, autor de En verdad nos necesitamos el uno al otro, dijo simplemente nos preocupamos de sobrevivir y conservar el status quo, defendemos una reputación que reprime el progreso y llega a ser autolimitante. Después de oír ese mensaje hice una placa que decía: «No tengo que sobrevivir solamente».Nuestro Señor no sólo enseñó esta verdad sino que también la demostró. Dijo que morir, no vivir, era la clave para la efectividad (véase Jn 15.13). Demostró esta verdad en el Calvario. Se convirtió en un ejemplo visible de sus palabras. Ciertamente el «síndrome de supervivencia» no era parte de la vida de Jesús.El apóstol Pablo lo entendió en su vida (véase Gl 2.20).Tertuliano, un apologista del segundo siglo, se refirió al asunto de sobrevivir, durante los primeros años de la historia de la iglesia. Algunos cristianos hacían ídolos como profesión. Cuando habló con ellos le dijeron: «Debemos vivir». Tertuliano les devolvió la pregunta: «¿Deben ustedes vivir?» ¿Cuál era su punto de vista? Que es más importante obedecer a Dios que preocuparse de sobrevivir.Tal vez las palabras de William Arthur Word nos animarán a no pensar en «sobrevivir» y por eso perder nuestro temor de fracasar:Si usted es sabio, olvídese de la grandeza. Olvide sus derechos, perorecuerde sus responsabilidades. Olvide sus inconveniencias,pero recuerde sus bendiciones. Olvide sus propios logros, perorecuerde su deuda con los demás. Olvide sus privilegios, perorecuerde sus obligaciones... olvídese de la grandeza.Corra el riesgo. Trepe y súbase a la rama donde está el fruto. Muchas personas están todavía abrazadas del tronco del árbol, preguntándose por qué no reciben el fruto de la vida. Muchos líderes potenciales nunca lo logran porque se quedan atrás y dejan que otro corra el riesgo. Muchos receptores potenciales nunca recibieron nada porque no dieron un paso fuera de la multitud y lo pidieron. Santiago nos dice: “No tenemos porque no pedimos”. En realidad no pedimos porque tememos el rechazo. Por eso no corremos el riesgo.
* Reír es correr el riesgo de parecer tonto.
* Llorar es correr el riesgo de parecer sentimental.
* Acercarse a otro es correr el riesgo de involucrarse.
Demostrar sus sentimientos es correr el riesgo de demostrar su verdadero yo. Poner sus ideas, sus sueños, delante de la gente es correr el riesgo de perderlos. Amar es correr el riesgo de no ser amado. Vivir es correr el riesgo de morir. Esperar es correr el riesgo de desesperar

CUANDO EL FRACASO NO ES FRACASO PARTE 2 (Por John Maxwell)

Tratar es correr el riesgo de fracasar.Se tiene que correr el riesgo, porque el mayor peligro de la vida es no arriesgar nada. La persona que no arriesga nada no hace nada, no tiene nada y no es nada. Puede evitar sufrimiento y dolor, pero no puede aprender, crecer, sentir, cambiar, amar, vivir. Encadenado por estas certezas, es esclavo, ha perdido su libertad.El temor al fracaso se aferra de aquellos que se toman demasiado en serio. Mientras crecemos, pasamos mucho tiempo preocupándonos de lo que el mundo piensa de nosotros. Cuando llegamos a la madurez nos damos cuenta que el mundo ni se fijó en nosotros todo el tiempo que nos preocupamos. Hasta que aceptemos que el futuro del mundo no depende de nuestras decisiones, no olvidaremos las equivocaciones pasadas.La actitud es el factor determinante respecto a si nuestros fracasos nos edifican o nos aplastan. La persistencia de una persona que se topa con un fracaso es una señal de una actitud saludable. ¡Los ganadores no renuncian! El fracaso se vuelve devastador y hace que nuestra actitud se estrelle, cuando renunciamos. Aceptar el fracaso como final es ser finalmente un fracasado.Nada en el mundo puede tomar el lugar de la persistencia. No lo hará el talento; nada en el mundo es más común que hombres de talento sin éxito. El genio no lo hará; el mundo está lleno de ruinas educadas. Solamente la persistencia y la determinación son “omnipotentes”.Una clave para fortalecerse en tiempos de fracaso es mirar a nuestro Creador y nuestro principal motivador.Cuando parece que he fracasado...Señor, ¿quieres decirme algo?Porque...El fracaso no significa que soy un fracasado; significa que todavía no he triunfado.El fracaso no significa que no he logrado nada; significa que he aprendido algo.El fracaso no significa que he sido un tonto; significa que tuve suficiente fe para experimentar.El fracaso no significa que he sido desgraciado; significa que me atreví a probar.El fracaso no significa que no lo tengo; significa que lo tengo de una manera diferente.El fracaso no significa que soy inferior; significa que no soy perfecto.El fracaso no significa que he desperdiciado mi tiempo; significa que tengo una excusa para comenzar otra vez.El fracaso no significa que debo darme por vencido; significa que debo tratar con más ahínco.El fracaso no significa que nunca lo haré; significa que necesito más paciencia.El fracaso no significa que me has abandonado; significa que debes tener una mejor idea para mí. Amén.El miedo al desalientoLa segunda tormenta dentro de nosotros que puede provocar que nuestra actitud se estrelle es el miedo al desaliento.Elías es uno de mis personajes favoritos de la Biblia. Nunca un hombre de Dios tuvo un momento de mayor alegría que el que tuvo él en el Monte Carmelo. Persistencia, fe, poder, obediencia y oración efectiva caracterizaron a Elías cuando estaba frente a los adoradores de Baal. Pero esa victoria de 1 Reyes 18 fue seguida por el desaliento de 1 Reyes 19. Su actitud cambió de persistencia delante de Dios a inculpamiento a Dios por sus problemas. El temor reemplazó a la fe.El poder desapareció frente a la lástima y la desobediencia reemplazó a la obediencia. ¡Cuán rápidamente cambian las cosas! ¿Le parece esto familiar?Cuatro pensamientos sobre el desaliento:Lea l Reyes 19 y descúbralos:
* Primero, el desaliento lastima nuestra imagen (v. 4).El desaliento nos hace vernos menos de lo que somos. Esto llega a ser más grave cuando nos damos cuenta de que no podemos actuar de una manera incongruente con la forma en que nos vemos a nosotros mismos.
* Segundo, el desaliento nos hace evadir nuestras responsabilidades (v. 9).Los elías de la vida se forman en los montes carmelos no en las cuevas. La fe nos hace ministrar. El temor nos trae solamente miseria.
* Tercero, el desaliento nos hace culpar a otros por nuestros apuros (v. 10).
* Cuarto, el desaliento empaña los hechos (v. 18).De uno a siete mil. No hay duda: El desaliento había significado un número en este gran profeta. Y si eso sucede a los grandes hombres, ¿qué podemos pensar de nosotros? El desaliento es contagioso.Todos estamos sujetos a las corrientes de desaliento que pueden arrastrarnos hasta una zona peligrosa. Si conocemos las causas del desaliento, podemos evitarlo con más facilidad.
El desaliento viene cuando nosotros:
1. Sentimos que la oportunidad de triunfar se ha ido. La prueba del carácter es ver qué es lo que lo puede detener.
2. Nos volvemos egoístas. Por lo general, las personas desalentadas piensan mucho en una sola cosa: en ellos mismos.
3. No tenemos éxito en nuestros intentos de hacer algo.
4. Carecemos de propósito y planificación.Otra característica del desaliento es la inactividad. Rara vez ve usted a una persona desalentada corriendo y tratando de ayudar a otros. Cuando usted está desalentado tiende a apartarse. Muchas veces el desaliento viene luego de una victoria. Ese fue el caso de Elías. Tal vez necesitaba otro monte Carmelo para levantar su espíritu.Cuando carecemos de propósito carecemos de realización.La vida de Thomas Edison estaba llena de propósito. Cuando hablaba de su éxito, decía
:Los factores más importantes de la invención pueden ser descritos en pocas palabras.
(1) Conocimiento definido de lo que deseamos lograr.
(2) Fijación de la mente en ese propósito, con persistencia para buscar lo que se persigue, utilizar lo que se sabe y lo que se puede recibir de los demás.
(3) Perseverancia en probar, sin importar las veces que haya fallado.
(4) Rechazo a la influencia de los que han tratado lo mismo, sin éxito.
(5) Obsesión con la idea de que la solución al problema está en alguna parte, y se encontrará.Cuando un hombre predispone su mente para resolver cualquier problema, puede, al principio, toparse con grandes dificultades, pero si continúa buscando, con toda seguridad encontrará alguna clase de solución. La desventaja en la mayoría de las personas, es que desisten antes de comenzar.

CUANDO EL FRACASO NO ES FRACASO PARTE 3 (Por John Maxwell )

Pasos para salir del desaliento:Quizás ahora mismo usted se sienta totalmente desalentado, creyendo que es muy poco lo que puede hacer para vencer los sentimientos de frustración e inutilidad. Pero hay algunos pasos que puede dar para salir de esa postración.a. Acción positivaEnfrente el problema. Cuando se sienta desalentado, actúe. Nada nos libra del desaliento más rápidamente que dar pasos positivos hacia la solución del problema.Cuenta un poeta que caminando en su jardín vio un nido de pájaro en el suelo. La tormenta había sacudido el árbol y desbaratado el nido. Mientras musitaba triste sobre la destrucción del hogar del pajarito, levantó la vista y lo vio haciendo uno nuevo en las ramas.b. Pensamiento positivoHace poco leía una breve pero estimulante biografía de Thomas Edison escrita por su hijo. ¡Qué personaje tan sorprendente! Gracias a su genio disfrutamos del micrófono, el fonógrafo, la luz incandescente, la batería de placas, las películas habladas y más de mil otras invenciones. Pero tras todo eso había un hombre que rehusaba desanimarse. Su optimismo contagioso influyó en todos cuantos lo rodeaban.Su hijo recuerda una fría noche de diciembre en 1914. Experimentos infructuosos con la batería de placas alcalinas de hierro y níquel, un proyecto en el que trabajó diez años, habían puesto a Edison en la cuerda floja, económicamente. Estaba solvente sólo por las ganancias provenientes de la producción de películas y discos.En esa noche de diciembre, el grito de «¡fuego!» se escuchó por toda la planta. El fuego había brotado en el cuarto de películas. En pocos minutos, todos los componentes almacenados, celuloide para discos y películas y otros artículos inflamables, ardían. Acudieron compañías de bomberos de ocho pueblos cercanos, pero el calor era tan intenso y la presión del agua tan baja que los intentos por dominar las llamas fueron inútiles. Todo se destruyó.Al no encontrar a su padre el hijo se preocupó. ¿Estaba a salvo? Con todos sus bienes destruidos, ¿cómo estaba su espíritu? Entonces vio a su padre que corría hacia él.«¿Dónde está mamá?», gritó el inventor. «¡Búscala, hijo!, ¡dile que venga y reúna a todos los amigos! ¡Nunca más verán un incendio como este!»En la madrugada, mucho antes del amanecer, con el fuego ya bajo control, Edison reunió a sus empleados y les hizo un anuncio increíble:«¡Reconstruiremos!»Dirigiéndose a uno de sus hombres, le dijo que alquilara toda la maquinaria que encontrara en el área. A otro le dijo que consiguiera una grúa. Luego, como se le ocurriera de pronto, añadió: «Oh, a propósito, ¿alguno de ustedes sabe dónde podemos conseguir dinero?»Más tarde, explicó: «Siempre podemos sacar ventaja de un desastre. Lo que ha pasado es que limpiamos un poco de cosas viejas. Ahora construiremos algo más grande y mejor sobre las ruinas». Después de un momento, bostezó, enrolló su saco para que le sirviera de almohada, se acurrucó sobre una mesa e inmediatamente se quedó dormido.c. Ejemplo positivoSucedió en Asia del suroeste en el siglo XIV. El ejército del conquistador asiático, emperador Tamerlane (descendiente del Gengis Khan), había sido derrotado y dispersado por un poderoso enemigo. El mismo Tamerlane estaba escondido en un pesebre abandonado mientras las tropas enemigas recorrían la comarca.Estando allí, desesperado y vencido, Tamerlane observó a una hormiga tratando de llevar un grano de maíz por una pared perpendicular. El grano era más grande que la hormiga. El emperador contó sesenta y nueve intentos de la hormiga por llevar el granito. Sesenta y nueve veces se le cayó, pero en la número setenta logró empujar el maíz por la pared.Tamerlane se puso de pie de un salto y gritó. ¡Él también triunfaría al fin! Y así fue. Reorganizó sus fuerzas y puso al enemigo en fuga.d. Persistencia positivaDos sapos cayeron en una lata de crema —por lo menos así me lo contaron. Los lados de la lata eran altos y resbalosos, la crema era profunda y fría. «Oh, ¿qué voy a hacer?», —dijo el número uno, «¡es el destino —no hay quién me ayude— adiós amigo, adiós mundo cruel!» Y aún llorando, se hundió. Pero el número dos, de naturaleza más recia, chapoteó de sorpresa, y limpiándose la crema de la cara y secándose la crema de los ojos, dijo: «Por lo menos nadaré un poco». —O, así me lo han contado— «No significará nada para el mundo si un sapo más muere ahogado». Una o dos horas pataleó y nadó. Nunca se detuvo para lamentarse, sino que pataleó y nadó, y nadó y pataleó, hasta que salió arrastrándose por la mantequilla.-Autor desconocidoDemasiadas veces nos desanimamos y aceptamos la derrota:Abraham falló en una hora de emergencia, y en su debilidad dejó que un rey pensara que Sara, su esposa, era su hermana. Jacob engañó a su hermano y le quitó los derechos de primogenitura. Moisés perdió, por su impaciencia, el derecho de entrar en la tierra prometida. Y David, el hombre «según el corazón de Dios», manchó su nombre con adulterio y asesinato. Elías también estuvo trastornado y oró pidiendo su muerte.Pero —y esto es lo más importante de todo— todos estos hombres, después de estas tragedias, siguieron adelante y ganaron grandes victorias.¿Ha sufrido derrota o desaliento últimamente? Depende de usted decidir cómo tratará las derrotas de la vida. Ningún hombre va por la vida sin encontrar derrotas de vez en cuando. Cuando eso le suceda a usted, ¡no desmaye! El misionero E. Stanley Jones decía que había adoptado este lema para su vida: «Cuando la vida te dé una patada, ¡que esa patada te lance hacia adelante!» ¡Una solución sabia! Cualquiera puede comenzar, pero solamente alguien de buena estirpe puede terminar.Hace mucho tiempo, Harold Sherman escribió un libro titulado Cómo convertir el fracaso en éxito, en el que da un «Código de persistencia». Si usted se da por vencido muy fácilmente escriba lo que está a continuación y léalo a diario:
1. Nunca me daré por vencido mien-tras sepa que tengo la razón.
2. Creo que todas las cosas obrarán a mi favor si me sostengo hasta el final.
3. Tendré ánimo y no desmayaré frente a las probabilidades.
4. No permitiré que nadie me intimide ni me separe de mis metas.
5. Lucharé para vencer todos los impedimentos físicos y las contrariedades.
6. Trataré una y otra vez, y todavía una vez más para realizar lo que quiero.
7. Obtendré fe y fortaleza al saber que todos los hombres y mujeres con éxito lucharon contra la derrota y la adversidad.
8. Nunca me rendiré al desaliento o la desesperación no importa con qué obstáculos aparentes me enfrente.La contención del pecadoLa tercera tormenta que sopla dentro de nosotros y hace perder la altura a nuestra actitud hasta que se estrella es: la contención del pecado. Pablo nos escribe sobre el conflicto de dos naturalezas dentro de él (Ro 7.15-25). Una dice: «Haz lo bueno», mientras la otra le arrastra hacia abajo.Un cristiano recién convertido me contaba la frustración que sentía por no hacer siempre lo que era correcto y lo que él quería hacer.Este hombre disciplinado me preguntó: «Pastor, ¿entiende cómo me siento?» Le dije: «Sí, Pablo se sentía igual». Busqué Romanos 7 y leí. Me interrumpió y me preguntó: «¿Dónde está ese pasaje? Necesito leerlo de nuevo».Espero que haya leído también Romanos 8 donde Pablo habla de liberación. «Ahora, pues, ninguna condenación hay para los que están en Cristo Jesús, los que no andan conforme a la carne, sino conforme al Espíritu» (v. 1).El Salmo 51 es conocido como la oración de David pidiendo perdón después de haber participado del pecado de adulterio y asesinato. En el Salmo 32, David deja constancia de cómo se sintió durante el tiempo en que trató de encubrir su pecado: «Mientras callé, se envejecieron mis huesos en mi gemir todo el día» (v. 3) Durante un año trató de vivir con una mala conciencia y una actitud caída. Finalmente, después de la confrontación con el profeta Natán, David oró a Dios pidiendo perdón (Sal 51.1, 2).Es perdonado cuando acepta su culpa, reconoce su pecado y no culpa a Dios (vv. 3, 4).Recibir perdón es una cosa; vencer el pecado es otra. David clama pidiendo poder purificador en los versículos 5 al 13. Su oración revela que hay ocho pasos para esa liberación, y para obtener poder para vencer el pecado.Susana Wesley, madre de Juan y Carlos, dijo esta impactante verdad: «Lo que quiera que debilite tu razón, endurezca la sensibilidad de tu conciencia, oscurezca tu sentido de Dios, o te quite el gusto por las cosas espirituales, es pecado».Tu actitud comienza a vacilar cuando el pecado entra en tu vida. Una naturaleza mezquina, dura y carnal nos invade, como resultado del pecado. Al principio es atractivo, luego aterrador; al principio es fascinante, luego alienante; al principio engaña, luego condena; promete vida y produce muerte; es lo más desilusionante del mundo.Entender el problema es un buen primer paso para corregir tu perspectiva. Si tu actitud está en peligro de estrellarse, revisa los indicadores internos. Ve si temes al fracaso, o al desaliento o a contender con el pecado.

¿QUE ES UN PAPA? (Por FTPR)

Un papá, lo que se llama papá, es una combinación extraña de razón y sentimiento.Es aquel que sabe orientar y exigir, pero al mismo tiempo sabe amar.Es aquel que al minuto de haber regañado con severidad, sonríe y guiña el ojo con ternura.Es el que sabe decir no cuando es lo justo y sabe decir si cuando es lo conveniente.Un papá zapatea duro cuando cumple su deber y anda de puntillas en la noche cobijando nalguitas y cuerpecitos fríos.Un buen papá es el que después, de una dura jornada de trabajo, al llegar a casa abraza a sus hijos y se vuelve un niño jugando can ellos.Un papá es aquel hombre que genera vida, que acompaña y da seguridad ofreciendo una mano firme.Un papá es un higo que parece duro y espinoso por fuera pero es puro y dulce en su interior.Un papá es un director de orquesta, es el constructor de un nido, es el maestro de la escuela de la vida.Un papá es ante todo un hombre con corazón, que sabe señalar el horizonte con optimismo y confianza.Un papá, un verdadero papá, tiene mucho de mamá, aunque tenga fortaleza de varón inquebrantable.Un papá es refugio seguro para el hijo que llora y sufre...un papá es aquel que sabe escuchar y alentar a los hijos en las derrotas de la vida.A los papás se les dedica un día en el año, pero ellos dan todos los días para los suyos.Son generosos por naturaleza, por voluntad y por amor. Además, un papá nunca muere, simplemete se esfuma para continuar mandando en su recuerdo con sus enseñanzas.Los papás, son arriesgados, decididos, comprometidos y tenaces.La vida de los hijos transcurre felizmente a la sombra de un buen papá, como el amigo y confidente que refleja la ternura, la bondad y el amor de Dios - Padre.

HISTORIAS SOBRE LA ARROGANCIA (Por Paulo Coelho)

La Arrogancia del Poder
Maestro y discípulo conversaban en una esquina, cuando una anciana los abordó:"¡Apártense de delante de mi escaparate!,” gritó. “¡Están estorbando a mis clientes!”El maestro pidió disculpas, y cambió de acera.Continuaban la conversación, cuando se les acercó un policía."Necesitamos que se aparte de esta acera,” dijo el policía. “El conde va a pasar por aquí dentro de poco”."Que el conde pase por el otro lado de la calle,” respondió el maestro, sin moverse de su sitio. Después se giró a su discípulo:"No lo olvides: no seas nunca arrogante con los humildes, ni humilde con los arrogantes”.
La Arrogancia de la Santidad
El monje zen había pasado diez años meditando en su cueva, intentado descubrir el camino de la Verdad. Una tarde, mientras oraba, se le acercó un mono.El monje intentó concentrarse. El mono, sin embargo, se le acercó despacito y le quitó la sandalia.-¡Maldito mono! – dijo el monje - ¿por qué has venido a perturbar mis oraciones?-Tengo hambre – dijo el mono.-¡Largo de aquí! ¡Estorbas mi comunicación con Dios!-¿Cómo quieres hablar con Dios, si no eres capaz de comunicarte con los más humildes, como yo? – dijo el mono.Y el monje, avergonzado, le pidió disculpas.
La Arrogancia de la Fuerza
La aldea estaba amenazada por una tribu de bárbaros. Los habitantes fueron abandonando sus casas, y huyeron hacia un lugar más seguro. Al final del año, todos habían partido, excepto un grupo de jesuitas.El ejército bárbaro entró en la ciudad sin encontrar resistencia e hizo una gran fiesta para celebrar la victoria. En mitad de la comida, apareció un padre jesuita.“Habéis entrado aquí y habéis echado fuera la paz. Os pido por favor que os vayáis sin demora”."¿Por qué no has huido todavía?,” gritó el jefe bárbaro. “¿No ves que puedo atravesarte con mi espada sin siquiera pestañear?”El padre respondió con calma:"¿No ves que yo puedo ser atravesado por una espada sin siquiera pestañear?”Sorprendido por tan gran serenidad ante la muerte, el jefe bárbaro y su tribu abandonaron el lugar al día siguiente.

La Arrogancia de la Envidia
En el desierto de Siria, decía Satanás a sus discípulos: “el ser humano siempre está más preocupado por desear el mal a los otros que en hacerse el bien a sí mismo”.Y para probar lo que decía, decidió tentar a dos hombres que descansaban allí cerca."He venido para hacer realidad tus deseos,” le dijo a uno de ellos. “Puedes pedir lo que quieras, que te será dado. Tu amigo recibirá lo mismo que tú, pero el doble”.El hombre permaneció largo tiempo en silencio.Finalmente, dijo:"Mi amigo está contento, porque obtendrá el doble que yo, sea cual sea mi deseo. Pero he conseguido prepararle una trampa: mi deseo es que me dejes ciego de un ojo”.

viernes, 14 de agosto de 2009

OCHO PODEROSAS DECISIONES PARA DOMINAR EL CAMBIO (Por Leo Alcalá)

Muchas cosas de las que hoy te afectan, como el entorno y los cambios de los que estás siendo partícipe, están fuera de tu control. Pero afortunadamente, no importa las circunstancias en las que te encuentres, tienes varias cosas de las que puedes adueñarte y tomar control.Me refiero particularmente a lo que realmente determina cómo te sientes en este momento ante tus problemas y retos. Estoy hablando de tu actitud. Es decir, de cómo tú eliges responder ante las circunstancias y quién decides ser ante el cambio.Es tu actitud la que puede aumentar o reducir tu estrés de manera profunda. Si bien darse un masaje o hacer ejercicios —o incluso el amor— son excelentes antídotos contra el estrés, si no son acompañados por un cambio de actitud apenas llegan a tener un efecto temporal.¿Cómo te adueñas de tu actitud? A continuación te ofrezco ocho simples pero poderosas decisiones para tomar control sobre tus respuestas ante lo que te sucede, reducir significativamente tu estrés y aumentar tu capacidad para manejar el cambio.Primera decisión:En vez de resistir… Yo AceptoAcepta lo fáctico, lo que es un hecho. Hay circunstancias que, por más que te esfuerces, no puedes cambiar —al menos no tan rápido como te gustaría. En ocasiones el cambio, aunque no te guste, es un hecho.Tu estrés aumenta cuando resistes lo que te sucede. Al resistir le das poder a aquello que estás resistiendo. Al aceptar y soltar tu resistencia recuperas tu poder y puedes sentirte mejor.En este instante en tu vida, en tu trabajo ¿qué es importante aceptar? ¿Qué puedes dejar de resistir?Que quede claro: no estoy sugiriendo que te resignes. Tú puedes aceptar las circunstancias actuales —simplemente por el hecho de que en este momento, son esas las circunstancias— y a la vez elegir cambiar lo que está en ti modificar.Segunda decisión:En vez de resignarme… Yo aprovechoAsí como es importante aceptar lo fáctico también es fundamental aceptar tus posibilidades de acción inmediata y transformación a futuro. Esto es lo que hace la diferencia entre la resignación y la ambición activa por una mejor situación.Aprovecha lo que sí está en tus manos hacer, lo que tú sí puedes controlar, aquello en lo cuál sí tienes injerencia y te es posible llevar a cabo.¿Qué oportunidades puedes aprovechar?Cuando identificas tus oportunidades y actúas para aprovecharlas, te alejas de la ansiedad producida por la sensación de estar fuera de control. En vez de sentirte el efecto pasas a experimentarte como causa. Así que ponte en movimiento y decide aprovechar lo que sí está en ti lograr.Tercera decisión:En vez de evadir… Yo Asumo¿Qué de lo que te afecta tiene que ver contigo?Cuando las cosas no son como las quisiéramos es muy fácil apuntar hacia afuera y buscar un culpable. El reto—y la esencia de la madurez—está en asumir lo que es tuyo: la forma en que tú has contribuido a lo que hoy sucede y la oportunidad que tienes para cambiar las cosas.Si evades tu responsabilidad, niegas tu poder y tu capacidad para aprender. Cuando asumes lo que te corresponde te adueñas de tu poder al momento que tomas conciencia sobre lo que puedes aprender y mejorar.Cuarta decisión:En vez de sólo desear… Yo Me ComprometoLa única forma de obtener resultados diferentes es haciendo cosas distintas. Desear algo mejor es necesario, pero no es suficiente. El deseo debes acompañarlo con el compromiso de hacer lo que haga falta hacer para mejorar tus circunstancias.¿Qué vas a cambiar para lograr sentirte mejor?Tus hábitos cotidianos pueden reforzar tu energía y debilitar tu estrés. En este sentido, algunos cambios simples pueden hacer gran diferencia.Por ejemplo, si eres de los que diariamente te sometes a una intensa dieta mediática, qué tal si eliges leer menos la prensa diaria y evitar el maratón de los noticieros nocturnos en televisión justo antes de acostarte. Te apuesto algo: el mundo no va a cambiar porque tú dejes de ver, escuchar y leer noticias; pero tú salud mental sí puede beneficiarse enormemente de una adecuada dieta mediática.¿A qué simples cambios te comprometes para lograr lo que necesitas para sentirte mejor? ¿Qué hábitos constructivos y positivos puedes incorporar en tu vida?Quinta decisión:En vez de preocuparme… Yo Me OcupoEl antídoto para tus preocupaciones: ocúpate; ponte en acción; muévete hacia lo que quieres y está en ti lograr.Hay situaciones que definitivamente escapan de nuestro control. Hagamos lo que hagamos, ni siquiera podemos influir sobre ellas. Entonces, ¿qué caso tiene preocuparte por aquello que escapa de ti?¿Algo te preocupa? ¿Está en ti hacer algo al respecto? Entonces ponte en acción; de lo contrario, acepta que eso escapa de tu esfera de influencia y decide soltarlo para hacerte cargo de las oportunidades que sí puedes aprovechar.Quizá no puedas cambiar tus circunstancias en este momento. Pero sí puedes elegir una actitud que te permita aceptar lo que es, aprovechar lo que es posible, comprometerte a lograr lo que quieres y ponerte en acción.Sexta decisión:En vez de olvidarme de lo que tengo… Yo AgradezcoCuando los niveles de estrés se incrementan y te encuentras rodeado de cambios y nuevos desafíos, es normal que pierdas perspectiva y te desconectes de lo que tienes. En medio del caos corres el peligro de dar por sentado y olvidarte de lo que realmente llena tu vida y constituye tus éxitos y fortalezas.¿De cuántas cosas podrías estar agradecido en tu vida?La gratitud es un excelente antídoto ante las sensaciones de desesperanza, ya que te permiten conectarte con la abundancia y magia de tu vida. El agradecer te permite enfocarte en lo que tienes —para continuar avanzando hacia tu éxito y plenitud— en vez de aquello que te hace falta.En la gratitud los miedos se desvanecen ya que te das cuenta de que has recibido y tienes más de lo que creías. Conéctate con ella y no olvides los miles de regalos que has disfrutado en forma de experiencias, amistades, aprendizajes, momentos, oportunidades, amores. talentos, fortalezas, conocimientos.¿Qué podrías agradecerle a la vida en este momento?Séptima decisión:En vez de desconfiar… Yo confío¿Estás eligiendo creer que tus problemas son más grandes que tú o que tú eres más grande que ellos?¿Crees que tus circunstancias negativas son permanentes o sabiamente eliges creer que todo se mueve en ciclos y que después del invierno viene la primavera?¿Estás pensando que estás al efecto de las circunstancias o sabes que tú tienes el control para adueñarte de tu capacidad para salir adelante?¿No te sientes seguro de quienes te acompañan o decides confiar en el carácter y la capacidad del otro?Confiar o no confiar. La decisión es tuya.Octava decisión:En vez de visualizar en negativo… Yo Apuesto a GanarComo decía Henry Ford, “si crees que puedes o crees que no puedes, estás en lo cierto”. En ti está elegir concientemente apostarle a tu éxito y tener fe en que todo lo que sucede es lo mejor.El miedo se alimenta de una proyección mental catastrófica de lo que puede sucede. Esa misma energía y talento para visualizar en negativo puedes enfocar en lo que realmente deseas: el éxito.No es simple pensamiento positivo. No es pretender ingenuamente que todo va a salir bien por el simple hecho de pensar que así va a ser. Esta es la octava decisión. Ya aceptaste la realidad. También identificaste lo que puedes aprovechar de las circunstancias. Además has asumido tu responsabilidad en el proceso. Estás comprometido a la acción y estás ocupándote de lo que es posible. Conectado con la gratitud por lo que ya tienes, decides confiar en ti, en el otro y en el proceso.Ya lo que queda es apostar a ganar… y llevar tus decisiones a la acción.

ARMONIA (Por OpolopRed)

Armonía"La armonía nada busca fuera de sí misma. Es lo que debe ser; expresa el bien, el orden y la ley de la verdad".
Amiel
"Todo lo que no se comprende, envenena".
Eugenio D´ors
"El sentido de las cosas no está en las cosas mismas, sino en nuestra actitud hacia ellas".
Antoine de Saint Exupéry
"Así como los ojos están formados para la astronomía, los oídos lo están para percibir los movimientos de la armonía".
Platón
"El líder sorprende a los demás por su trato, produciendo admiración y respeto".
Miguel Ángel Cornejo
La tolerancia y la aceptación son las claves para vivir en armonía.Alguna vez ha oído hablar de las siguientes actitudes? Chisme, pesimismo, crítica destructiva, rencor, odio, venganza, envidia, soberbia, ofensa, etcétera; lo peor de todo no es oír hablar de ellas, o verlas, sino sentirlas. Existen personas que no solamente utilizan algunos de estos venenos, sino que se hacen todos los días un licuado con todos, son sus demonios que los acosan de día y de noche y no les permiten alcanzar la paz interior y la felicidad, el único exorcismo efectivo para acabar con ellos es la Aceptación y el Perdón. Los líderes de Excelencia los evitan a toda costa, saben que si acaso penetra alguno de ellos en su espíritu pueden quedar atrapados para siempre, saben además que si se filtran en su equipo de colaboradores los pueden destruir y acabar con el trabajo en equipo, están concientes que toda su obra corre el riesgo de derrumbarse. Están alertas a la presencia de cualquiera de ellos, de inmediato se dan a la tarea de erradicarlos buscando siempre la armonía y estimulando los valores de la tolerancia y la comprensión. Para poder mantener la armonía con los demás, debemos esforzamos diariamente por comprenderlos y aceptarlos, además, cuando logramos en lo personal perdonar las faltas de los demás podemos liberarnos de esos pesados lastres en que se convierten nuestra intolerancia y nuestro rencor. Hagamos que la armonía emane de nosotros mismos, analizando y corrigiendo todos esos sentimientos negativos, combatiéndolos desde que nacen y no dejarlos crecer dentro de nosotros, ya que corremos el riesgo de que crezca tanto hasta volverse actitud, y después acción; para esto no debemos dejamos arrastrar por hábitos inconscientes que solo nos destruyen, así cuando alguien nos ofende, la reacción natural es devolver con la misma fuerza la agresión recibida, cuando lo correcto es respirar profundamente buscando la respuesta adecuada, con la conciencia de que saldremos con ventajas del conflicto. No se trata de ser hipócritas, sino inteligentes. Si los demás buscan despertar en nosotros el odio y el rencor, es el momento de demostrar cuan somos dueños de nuestras emociones y nuestras decisiones.PERDÓNEl camino para aprender a amar es perdonando, quien desea crecer en el amor lo logra amando en el perdón.Perdonar es el camino a la liberación, el que auténticamente se libera es quien perdona, echando fuera de su alma al rencor y la venganza que solamente lo envilece y lo consume.Perdonar a pesar de tener razón y mil justificaciones para no hacerlo, se atreve a pronunciar en el interior de su corazón "perdón".Perdonar cuando te han ofendido y humillado es cuando se manifiesta la grandeza del corazón del ser humano.Deja hoy tus rencores, tu venganza que anhela ver al que te ha ofendido de rodillas pidiendo clemencia, deja hoy ese fuego que enciende tu cólera, cuando ha sido pisoteado tu orgullo y has sido lastimado en lo más profundo, cuando deseas con todas tus fuerzas ver fulminado al que te ha ofendido.Te pregunto, ¿hoy serás capaz de perdonar a ese amigo tuyo que te traicionó, aquella ofensa de alguien que creías no te podía fallar y hoy le puedes demostrar que lo amas?¿Serás capaz hoy de llenar tu alforja de olvido, y salir a su encuentro con lo único que le puedes ofrecer, tu perdón?Hoy libérate, perdona y olvida, eleva tu alma a las estrellas, llena tu vida de armonía y encuentra la paz.