Un esfuerzo, por más pequeñito que sea, puede transformar un impulso
negativo en positivo. Pero, ¿por qué conformarse con tan sólo un
pequeño esfuerzo?
Si la vida parece abrumarte, ponle entusiasmo y empieza a trabajar. Si
hay montones de cosas para hacer es porque hay, también, montones de
logros por alcanzar. Si los desafíos son difíciles y complicados
significa que en ellos tienes, también, la oportunidad de generar
muchísimo valor. Si la situación resulta ser dura, encontrarás en ella
la posibilidad de fortalecerte y crecer.
Un rápido vistazo al espejo te confirmará algo que quizás hayas
olvidado. A saber, tú estás diseñado y equipado para nutrirte de los
desafíos. Entre otras muchas cosas eres intuitivo, curioso, creativo,
flexible y efectivo. Y ya has sentido lo maravilloso que resulta
aprovechar al máximo todo eso que tienes.
Así que eleva la frente y apunta a los más grandes desafíos, esos que
los demás podrían preferir evitar. Apunta a los mayores desafíos y
ellos tironearán de ti llevándote más alto aún.
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