Reglas Primordiales
Como líder de tu empresa, tú decides si cumples o no la ley.
Un líder fuerte más reglas fuertes es igual a un negocio fuerte.
A menudo comienzo mis seminarios diciendo: "Yo hago las reglas; yo
cambio las reglas; yo hago cumplir las reglas".
Después las expongo, así como las consecuencias de romperlas. Por
ejemplo, si llegas tarde: $10. Si traes comida a la clase: $10. vendes
anillos: $25. Explico que la razón de que existan reglas es para
preservar la santidad del salón de clases.
Las reglas son creadas e impuestas por el bien del grupo. Pero existe
una segunda razón para ser claro con respecto a las reglas. Siempre
alguien las probará y buscará llegar a los límites. Sé que, a lo largo
de los años, algunas personas se han ido diciendo que soy un dictador
y exigiendo su reembolso. Yo les regreso su dinero con gusto y se van.
Tú te estarás preguntando, ¿por qué ser tan duro con las reglas?
Sin reglas, hay caos. Peor aún: sin la imposición de reglas, el valor
de los activos disminuye. Cuando los líderes de Enron rompieron las
reglas, la empresa desapareció. En los vecindarios donde la ley no se
cumple y el crimen crece, el valor de los bienes inmuebles cae.
Imagina un partido de fútbol sin reglas o sin un árbitro.
Como líder, tú creas las reglas, las cambias, las haces cumplir. Pero,
lo más importante, las cumples tú mismo.
Muchos negocios tienen problemas o fallan porque el emprendedor quiere
ser educado o parecer popular. Los líderes débiles a menudo no tienen
reglas, les dan la vuelta, las rompen o no tienen el valor de hacerlas
cumplir. Un líder débil construye una empresa débil.
Un negocio viable necesita reglas. Sin embargo, el problema es que hay
de muchos tipos: legales, éticas, culturales y morales. También hay
reglas de comunicación.
En nuestra empresa tenemos una ley para el "chisme". Si alguien habla
mal de otra persona, el que escucha debe decir, por favor díselo
directamente a .
Claro que cuando hay demasiadas reglas, o éstas son anticuadas,
confusas, inflexibles o hay una excesiva insistencia en hacerlas
cumplir, sólo los robots se quedarán en la empresa. Al final, lo
importante son los resultados: un líder fuerte más reglas fuertes es
igual a un negocio fuerte.
Como líder de tu empresa, tú decides si cumples o no la ley.
Un líder fuerte más reglas fuertes es igual a un negocio fuerte.
A menudo comienzo mis seminarios diciendo: "Yo hago las reglas; yo
cambio las reglas; yo hago cumplir las reglas".
Después las expongo, así como las consecuencias de romperlas. Por
ejemplo, si llegas tarde: $10. Si traes comida a la clase: $10. vendes
anillos: $25. Explico que la razón de que existan reglas es para
preservar la santidad del salón de clases.
Las reglas son creadas e impuestas por el bien del grupo. Pero existe
una segunda razón para ser claro con respecto a las reglas. Siempre
alguien las probará y buscará llegar a los límites. Sé que, a lo largo
de los años, algunas personas se han ido diciendo que soy un dictador
y exigiendo su reembolso. Yo les regreso su dinero con gusto y se van.
Tú te estarás preguntando, ¿por qué ser tan duro con las reglas?
Sin reglas, hay caos. Peor aún: sin la imposición de reglas, el valor
de los activos disminuye. Cuando los líderes de Enron rompieron las
reglas, la empresa desapareció. En los vecindarios donde la ley no se
cumple y el crimen crece, el valor de los bienes inmuebles cae.
Imagina un partido de fútbol sin reglas o sin un árbitro.
Como líder, tú creas las reglas, las cambias, las haces cumplir. Pero,
lo más importante, las cumples tú mismo.
Muchos negocios tienen problemas o fallan porque el emprendedor quiere
ser educado o parecer popular. Los líderes débiles a menudo no tienen
reglas, les dan la vuelta, las rompen o no tienen el valor de hacerlas
cumplir. Un líder débil construye una empresa débil.
Un negocio viable necesita reglas. Sin embargo, el problema es que hay
de muchos tipos: legales, éticas, culturales y morales. También hay
reglas de comunicación.
En nuestra empresa tenemos una ley para el "chisme". Si alguien habla
mal de otra persona, el que escucha debe decir, por favor díselo
directamente a .
Claro que cuando hay demasiadas reglas, o éstas son anticuadas,
confusas, inflexibles o hay una excesiva insistencia en hacerlas
cumplir, sólo los robots se quedarán en la empresa. Al final, lo
importante son los resultados: un líder fuerte más reglas fuertes es
igual a un negocio fuerte.
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