La Importancia de La misión
Salvar una compañía al borde de la muerte:
La misión no sólo es posible, es necesaria Para mantener un negocio a
flote Hace un año, una de mis compañías estaba en problemas: las
ventas habían bajado, no teníamos nuevos productos, el estado de ánimo
del personal andaba por los suelos y comenzaron a renunciar.
Era obvio que algo andaba mal con el liderazgo. El director general y
su equipo no se comunicaban con mi personal o mis clientes. No habían
desarrollado nuevas líneas de distribución, más bien acudieron a los
clientes ya establecidos y los atosigaron para conseguir más ventas.
No había nuevas iniciativas de mercadotecnia, en vez de ello, el
director general contrató a un gerente de mercadotecnia que era
grosero con su equipo y no conocía nuestros productos.
Al final, fue necesario despedir al director y a su equipo.
Nos llevó tres meses hacerlo, y el foco de infección por fin fue
saneado. Hoy, la compañía es totalmente diferente. Las ventas se
incrementaron, las utilidades son fuertes y el estado de ánimo del
personal es bueno.
¿En qué consistió la diferencia? La misión. La misión de la compañía
había sido pasada por alto, y después se olvidó. Sin esa misión clara,
el espíritu de la compañía fue desapareciendo.
La compañía agonizaba. Una vez que se restituyó la misión, la empresa
recuperó sus fuerzas y comenzó a crecer. (Analizo la importancia de la
misión como parte del Triángulo B-I en mi libro Rich Dad, Poor Dad
(Padre Rico, Padre Pobre).
Hace poco me entrevistaron para una radio de Sudáfrica junto con uno
de mis héroes emprendedores, Sir Richard Branson, fundador del imperio
de la marca Virgin. Branson y yo hablamos de porque nuestras empresas
estaban en Sudáfrica. Al escucharlo, se notaba claramente que estaba
muy comprometido con su misión corporativa. En algún momento dijo:
"Estoy entrando en la economía sudafricana para competir con los
titulares del sector. Están ganando demasiado". Me pareció muy sincero
al hablar de su deseo de tratar con equidad a los usuarios de
teléfonos celulares en ese país.
Estaba en Australia cuando Branson incursionó en el negocio de las
aerolíneas de bajo costo en Sudáfrica. Ahí también, se enfrentó a la
competencia establecida. En poco tiempo, Virgin conquistó a los
viajeros australianos.
Y una vez más Branson los convenció de su sinceridad corporativa.
Estas son sólo dos de las veces en que este emprendedor se ha
enfrentado a marcas fuertes y establecidas. El compromiso con su
misión es una de las razones por las cuales Virgin es una marca global
tan poderosa.
Mi padre rico me advirtió: "La mayoría de los líderes corporativos
siguen de dientes para fuera la misión del fundador. Sin el espíritu
de emprendedor, la compañía fallece y se convierte en un muerto
viviente... un negocio sin espíritu".
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