Cada situación constituye una lección por aprender.
Desde las cosas más mundanas a los proyectos más complejos, la vida
siempre está lista para enseñarte algo.
La vida estará lista para enseñarte cuando tú estés dispuesto a
aprender. Y cuanto más aprendas acerca de lo que la vida tiene para
ofrecer, mejor será tu vida.
Las lecciones no suelen ser tan obvias. Sin embargo, si te decides a
echar una mirada, allí estarán. Las lecciones están disponibles en
todo momento, en cada dilema, en cada frustración y en todas las
alegrías. Están allí en cada decepción, en cada triunfo, en cada
incomodidad y en cada placer.
Cada lección que aprendes prepara el camino para una nueva, más
valiosa aún. Cada lección que ignoras sigue volviendo a ti, una y otra
vez.
De una u otra manera la vida te enseñará sus lecciones. Si eres un
alumno aplicado esas lecciones serán como oro en polvo.
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