Culpar a la montaña por ser tan alta no tiene ningún sentido.
En cambio, encuentra la manera de escalarla.
Culpar a tus problemas por el curso que toman las circunstancias no te
aportará nada positivo.
Sólo harías que los problemas empeoren.
Las circunstancias no se amontonan en tu contra, a menos que tú así lo
imagines.
En lugar de culpar a la vida por cómo se desenvuelve, adáptate y
responde positivamente a cualquier cosa que suceda.
Los contratiempos que encuentres son lo que son.
Ellos no tienen alternativas, pero tú si.
Tú puedes dejar que te empujen hacia abajo.
O puedes preferir dejarles que te muestren el camino.
En lugar de imaginar que la vida está conspirando en tu contra,
imagínate a ti mismo trabajando codo a codo con la vida.
Estarás mucho mejor con la vida siendo fiel a tu camino.
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