"La imaginación al poder", se leía en las paredes de la Sorbona hace
ya más de treinta años y se repite hoy en día en muchos despachos de
muchas empresas. Más de un equipo directivo se ha sentado en torno a
una mesa para decirse, "o le echamos imaginación a esto o vamos a
tener un serio problema".
El problema existe desde el momento en el que los hábitos y las
costumbres ya no sirven para seguir a flote y surge la necesidad de
utilizar la imaginación y la creatividad para abrir nuevas
posibilidades de éxito. Las empresas que han cultivado un ambiente en
el que prima el talento, la creatividad y la imaginación, serán
capaces de cambiar el rumbo ahora que la economía se desacelera y los
niveles de consumo caen progresivamente. El viento sopla en dirección
contraria y hay que manejar el barco de otra forma para llegar al
mismo destino.
Fomentar la creatividad tiene dos aspectos importantes:
Creatividad y confianza: la perspectiva interna
La creatividad es asumir riesgos, saber que hay una alta probabilidad
de equivocarse, y que de la idea brillante a la fantasía hay un paso.
Pero sin el riesgo del cambio no hay progreso. Una empresa en la que
se ha sabido delegar, se han potenciado habilidades y se ha logrado
crear un clima de confianza será capaz de acoger con entusiasmo ideas
fuera de lo común de todos sus empleados porque, a su vez, el empleado
levantará la voz y aportará su reflexión con la misma confianza. Y
este es, sin duda, un gran desafío para los líderes de la empresa:
estimular la creatividad y fomentar la confianza.
Creatividad y curiosidad: la perspectiva externa
Además de crear un entorno en el cual la creatividad puede florecer
hay otro hábito que es importante para generar nuevas ideas: la
curiosidad. Las nuevas ideas y soluciones en la mayoría de las veces
están fuera de las paredes de la empresa. Un equipo que tiene un
interés natural en lo qué esta pasando en el mundo y se preguntan
entre otros ¿Cuáles van a las nuevas tendencias? ¿Cuáles van a ser las
nuevas necesidades de nuestros clientes y proveedores? ¿Cuáles pueden
ser nuevos mercados?, automáticamente tiene una base rica de
información que facilita su espíritu creativo.
Como empresario o directivo sería bueno preguntarse periódicamente si
la forma de trabajar en la empresa o en el equipo ya esta fomentando
el espíritu creativo desde estas dos perspectivas o bien es necesario
llevar a cabo acciones profundas para ser capaces de generarlas. Al
final es en la creatividad dónde está el éxito y la garantía de
obtener beneficios económicos en el futuro.
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