sábado, 7 de junio de 2008

ELIJO TENER EXITO No 3(Por Club Kiyosaky)

Las personas exitosas creen que hacen lo que deciden hacer porqueeligen hacerlo. Tienen una gran necesidad de autodeterminació n: cuandohacemos lo que elegimos, nos comprometemos. Cuando hacemos lo quetenemos que hacer, obedecemos.Tomemos la enseñanza. Algunos profesores escogen su profesión y adoranenseñar, mientras que otros sólo lo hacen para ganarse el pan. Estáclaro: los mejores profesores son los primeros. Se comprometen con susalumnos en lugar de estar controlados por fuerzas externas (susalario). Los exitosos sienten repugnancia hacia ser controlados omanipulados. No se topan con el éxito sino que lo escogen.Desafortunadamente, no es fácil lograr que las personas prósperasdigan "elijo cambiar". Implica torcer esa dedicación muscular en sucabeza. Cuanto más creemos que nuestro comportamiento es el resultadode nuestras propias elecciones y compromisos, menos queremos cambiarese comportamiento.Uno de los principios mejor investigados en psicología es ladiscordancia cognitiva, la cual hace referencia a la desconexión entreel lo que queremos creer y lo que en realidad experimentamos. Lateoría subyacente es simple: cuanto más comprometidos estamos en creerque algo es verdadero, menos creeremos que su contrario es verdadero,incluso cuando estamos frente a la prueba de que estamos equivocados.La discordancia cognitiva es la razón por la cual los exitosos novacilan y ceden cuando las cosas se complican. Pero este mismoprincipio puede obrar en su contra cuando les llega el momento decambiar de curso. A veces es importante incluso para los más prósperosdejar hacer lo que no está funcionando, pero es extremadamente difícilque los ganadores se retiren.La trampa de supersticiónLas cuatro creencias descriptas arriba se filtran a través de nosotrosy crean algo que no queremos creer sobre nosotros mismos: nuestrailusión de éxito es en realidad una forma de superstición. "¿Quién,yo?", dice usted. "Soy una persona educada y lógica. No soysupersticioso" . Eso podría ser cierto si se tratara de supersticionesinfantiles como tener mala suerte si se pasa por debajo de unaescalera o si un gato negro se nos cruza en el camino. Hasta ciertopunto, todos somos supersticiosos. En muchos casos, cuanto más altotrepamos el tótem organizacional, más supersticiosos nos volvemos.Psicológicamente hablando, el comportamiento supersticioso viene de lacreencia de que una actividad específica seguida por un estímulopositivo es en realidad la causa de ese estímulo. La actividad puede ono ser funcional -es decir que podría afectar a alguien o algo- opuede ser independiente y sin sentido, pero si ocurre algo buenodespués de realizarla, hacemos la conexión.La superstición es la confusión entre la correlación y la causalidad.El psicólogo B. F. Skinner mostró que las palomas hambrientasrepetirían ciertos movimientos cuando esos movimientos, por puracasualidad, eran seguidos por pequeñas porciones aleatorias de comida.Casi de la misma manera, los líderes exitosos pueden repetir unaconducta disfuncional cuando esa conducta está seguida por grandesporciones de dinero, incluso si ese comportamiento no tiene conexiónalguna con los resultados que llevaron a esa imprevista ganancia. Unode mis más grandes desafíos es ayudar a los líderes a ver que esaconfusión de comportamiento "debido a" y "a pesar de" puedeconducirlos a la trampa de la superstición.

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