La mayoría de seres humanos no reconocen que han permanecido en sus empleos más de lo necesario
Generalmente, lo que ocurre es que una persona se siente dominada por la angustia, según Jack y Suzy Welch, autores del libro 'Winning'
Así responden los expertos a la pregunta de Jason Morrow, de Salt Lake City: "¿Qué criterios deben ser usados para determinar si una persona ha permanecido demasiado tiempo con la misma compañía?"
Su pregunta nos recuerda a un amigo nuestro, un gerente de inversiones en una empresa de alto prestigio en la región central de Estados Unidos. Nuestro amigo se dirigió un día hacia su trabajo, estacionó su vehículo en el sitio habitual, y luego descubrió que no podía salir del automóvil.
"Me dí cuenta que me había quedado en la granja un día más de lo debido", bromeó luego. Cuando se le preguntaba qué era lo que había andado mal, respondió. "No era algo en particular. Era todo en general". No es entonces asombroso que pusiera en marcha nuevamente el automóvil y retornara a su hogar. Luego llamó a la oficina para anunciar su renuncia.
Obviamente, la mayoría de los seres humanos no deciden de una manera tan dramática que han permanecido en sus empleos más de lo necesario. Generalmente, lo que ocurre es que una persona se siente dominada por la angustia, y la angustia aumenta hasta que se siente consumida por ella. Y eso puede ocurrir temprano o tarde en una carrera.
En una época, una persona, luego de su graduación, conseguía el mejor trabajo disponible, y permanecía en el puesto la mayor cantidad de tiempo posible. Pero, en la actualidad no es inusual que carreras perfectamente legítimas hayan sido construidas con base en múltiples empleos.
Por lo tanto, con relación a su pregunta, ¿cuándo ha llegado el momento de cambiar de empleo? No vamos a establecer un criterio específico. Nos limitaremos a formular cuatro preguntas para ayudarlo a elegir una respuesta.
La primera es tan simple que casi no vale la pena hacerla. Pero el hecho de que gran cantidad de personas no desean confrontarla, entre ellas nuestro amigo, quien por cierto era graduado de la Escuela de Administració n de Empresas de Harvard, sugiere que debemos plantearla: ¿Desea ir a trabajar cada mañana?
Eso es algo que hay que preguntarse. ¿La perspectiva de ir a trabajar cada día le causa entusiasmo o lo llena de aprensión? ¿El trabajo es interesante y valioso, o usted sólo va a su oficina para que le paguen un salario? ¿Sigue aprendiendo y creciendo? Conocemos a
una mujer que trabajó en una consultoría durante siete años. A ella le encantaba la firma y al principio planeaba tener una carrera en ella. Pero de repente, comenzó a advertir que deseaba que cada fin de semana durara toda la semana.
"Básicamente, lo que hacía era leer gran cantidad de libros para ofrecer consejos a personas que sabían mucho más que yo", nos dijo. "Cada día en la oficina me sentía como una gran hipócrita".
Ahora, trabaja muy contenta en el departamento de mercadeo de una empresa minorista.
En segundo lugar, ¿le gusta pasar el tiempo con sus compañeros, o en líneas generales lo aburren?
No le decimos que debe permanecer en una empresa sólo si desea ir de picnic con sus compañeros cada fin de semana. Pero, si realmente no disfruta de la compañía de personas como para soportarlas 10 horas diarias, o si no las respeta, eventualmente tendrá que decidir abandonar la organización.
¿Por qué no evacuar la compañía más temprano que tarde y empezar a cultivar relaciones en una compañía donde podría arraigarse?
En tercer lugar, ¿satisface su compañía su misión en la vida? Se trata de una pregunta que tiene que ver con los objetivos y valores de su vida. Por ejemplo, ¿tiene que viajar por cuenta de la empresa más de lo que desea? ¿Le ofrece suficiente movilidad para avanzar, dado su nivel de ambición?
No existen respuestas correctas o equivocadas a esta pregunta. Sólo que debe decidir si está invirtiendo su tiempo en la firma correcta o equivocada para usted.
Y por último: ¿puede imaginarse que estará en la misma empresa dentro de un año?
Usamos ese marco temporal porque es lo que demora generalmente encontrar un nuevo y mejor empleo en Estados Unidos. Por lo tanto, eche un vistazo al futuro, y pronostique en qué escalón estará de la organización, qué tareas estará desempeñando, de quién será jefe, y quién será su jefe.
Si ese panorama no lo entusiasma, es porque usted ha permanecido demasiado tiempo en la empresa. Que quede claro: no estamos sugiriendo que un empleado abandone una firma al primer asomo de descontento.
Sin importar donde trabaje, en algún momento tendrá que afrontar tiempos difíciles, e inclusive alguna tarea mortalmente aburrida, para sobrevivir una crisis.
Pero carece de sentido continuar en una compañía debido a la inercia. Abra la puerta y salga.
Jack y Suzy Welch son autores del libro 'Winning'. Pueden enviarles preguntas por correo electrónico a winning@nytimes. com.
Jack y Suzy Welch Especial para PORTAFOLIO Jack Welch, fue presidente de General Electric durante 20 años.
martes, 29 de julio de 2008
Muy pocos reconocen que han permanecido en sus empleos más de lo necesario (Por club Kiyosaky)
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