Vivimos en un mundo en dónde el estrés, las presiones y los problemas, nos contaminan. Las emociones que la mayor parte del tiempo surgen a la luz son el enojo, la ira, la desilusión, la soledad, la tristeza. La agresividad flota en el aire como el nuevo perfume de las estaciones. Y frente a estas situaciones nos recluimos en de busca vías de escape, como el alcohol, las drogas, el tabaco, el ejercicio, el comer o trabajar en exceso; “medicinas” que logran mantenernos fuera del conflicto sólo por instantes. Cuando los paliativos cesan, los problemas surgen…
Quienes trabajamos al servicio del crecimiento personal, sabemos que la risa es una figura clave en la recuperación del poder personal y en la apertura para la sociabilización.
Es que la risa nos identifica como humanos, y nos acerca a los demás, es nuestro punto de coincidencia. Una equilibrada salud emocional requiere de una dosis de risa diaria, que nos enseñará a descubrir nuestro verdadero ser y nos permitirá conectarnos con los problemas diarios desde un ángulo menos dramático o extremista.
Reír, nos ayuda a entender que la vida es demasiada seria como para vivir con el ceño fruncido o la mandíbula cerrada. La risa es la droga de la felicidad, que nos alivia frente a las situaciones de estrés, combate las emociones tóxicas, estimula nuestra autoestima, pondera nuestro lado creativo, nos impulsa a emprender nuevas alternativas para resolver los problemas cotidianos, y nos enseña sobre nosotras mismas; dado que cuanto más me permito reírme de mí misma, mayor será mi capacidad de aceptarme tal cual soy: una mujer, con fortalezas y debilidades.
¿Cuántas veces te has permitido reírte de esas debilidades que te caracterizan? ¿Cuántas veces has aceptado que los lunes empieza la dieta que termina el mismo lunes? ¿Qué tus celos son el reflejo de tu propia inseguridad y qué sólo aceptándolo podrás hacer algo al respecto? ¿Cómo imaginas que podría ser la vida, si las personas aceptarán sus sombras? Seguramente habría muchas gentes más sonrientes por la calle disfrutando de su propia humanidad.
Reír es una elección que está al alcance de la mano, a la misma altura del “sufrir”; a cada momento tienes la libertad de elegir como sentirte frente a los hechos que se suceden; quizás pienses que es muy difícil con todo lo que ocurre en el mundo sonreír, pero deja de pensar y simplemente: HAZLO.
Simplemente ríe
Comienza por las mañanas cuando te miras al espejo, y reconoces en tu rostro una nueva arruga, o la curva de tu nariz que te disgusta, o el tinte del cabello descolorido; sonríete con la mayor de las sonrisas, y descubre la emoción que ese simple hecho desata en el transcurso del día. Ese será el pasaporte para una jornada plena de vigorosidad.
Recuerda que la risa es una excelente aliada de la buena salud,genera endorfinas, hormonas de la felicidad, combate las tensiones musculares, refuerza el sistema inmunológico, oxigena la sangre, estimula nuestros sentidos, nos predispone para la acción; alivia las tensiones, la angustia, y la ansiedad; y te devuelve la belleza.
viernes, 8 de julio de 2011
"LA GENTE SE SEPARA POR LO MISMO QUE SE ENAMORA" (Por Yamila R)
Los seres humanos siempre queremos cambiar aquellas cosas que nos enamoraron del otro: la actitud seductora –que en un principio nos atrapa pero después nos parece peligrosa-,
la rebeldía–que luego pretendemos que se convierta en burguesía-, la sobre protección afectiva –que al principio nos hace sentir queridos y luego de un tiempo nos ahoga-, y muchas otras conductas que vemos como virtudes durante el enamoramiento y como defectos cuando se va el efecto “anestésico” del romance.
Esto lo explica la psicología al afirmar que siempre elegimos aquello que se nos opone, porque nos complementa, pero que cuando se cierra la puerta a intimidad, en la convivencia diaria, y cuando se diluyen las idealizaciones, empiezan los problemas reales.
Los terapeutas siempre hablan de la posibilidad de “negociar” para lograr una mejor calidad de relación. Ahora, si lo que hay que negociar, si lo que hay que ceder es parte de nuestra esencia, entonces no es a nosotros a quien quieren, sino a una ilusión.
¿Cambiar por amor?
¿Hasta dónde?
Estar abierto al cambio es un signo de inteligencia.
Porque nuestra personalidad no viene de fábrica, sino que se va construyendo a lo largo de la vida y de acuerdo a las circunstancias que nos toca vivir.
Pero, eso si, tampoco es cuestión de dejarla libre a la voluntad de otros.
Tener una personalidad dinámica y flexible también es una manera de reforzar la propia identidad. Si nos sentimos interiormente seguros de nuestras convicciones, no será un conflicto estar abiertos a las señales del afuera para saber cuándo es necesario una pequeña corrección del rumbo.
Siempre podremos ir hacia donde nosotros queremos, si es que lo tenemos claro.
Y tal vez no sea tan importante la ruta que tomemos, si nos lleva hasta la puerta de aquel que amamos.
la rebeldía–que luego pretendemos que se convierta en burguesía-, la sobre protección afectiva –que al principio nos hace sentir queridos y luego de un tiempo nos ahoga-, y muchas otras conductas que vemos como virtudes durante el enamoramiento y como defectos cuando se va el efecto “anestésico” del romance.
Esto lo explica la psicología al afirmar que siempre elegimos aquello que se nos opone, porque nos complementa, pero que cuando se cierra la puerta a intimidad, en la convivencia diaria, y cuando se diluyen las idealizaciones, empiezan los problemas reales.
Los terapeutas siempre hablan de la posibilidad de “negociar” para lograr una mejor calidad de relación. Ahora, si lo que hay que negociar, si lo que hay que ceder es parte de nuestra esencia, entonces no es a nosotros a quien quieren, sino a una ilusión.
¿Cambiar por amor?
¿Hasta dónde?
Estar abierto al cambio es un signo de inteligencia.
Porque nuestra personalidad no viene de fábrica, sino que se va construyendo a lo largo de la vida y de acuerdo a las circunstancias que nos toca vivir.
Pero, eso si, tampoco es cuestión de dejarla libre a la voluntad de otros.
Tener una personalidad dinámica y flexible también es una manera de reforzar la propia identidad. Si nos sentimos interiormente seguros de nuestras convicciones, no será un conflicto estar abiertos a las señales del afuera para saber cuándo es necesario una pequeña corrección del rumbo.
Siempre podremos ir hacia donde nosotros queremos, si es que lo tenemos claro.
Y tal vez no sea tan importante la ruta que tomemos, si nos lleva hasta la puerta de aquel que amamos.
"CAMBIEMOS NUESTRA FORMA DE PENSAR" (Por Yamila R)
Diariamente se nos cruzan un montón de pensamientos por la cabeza, algunos tan pequeños que en un pequeño santiamén olvidamos. Muchos de estos, aunque ignorados, sonpensamientos negativos que inconscientemente condicionan nuestras actitudes y decisiones.Pequeños pensamientos como un un simple “no podré”.
Debemos aprender a identificar estos pensamientos, no son buenos para nosotras, nos limitan, y si lo intentamos podremos convertirlos en pequeños pensamientos positivos, que nos ayuden a salir adelante.
Se nos cruza por la cabeza que no podremos hacer tal o cual cosa, y ni siquiera lo intentamos, ¿como podrías saber si puedes o no, si ni siquiera lo has intentado? Y luego te quejas de que “todo me sale mal”. Valdría la pena pensar que no todo sale como queremos, pero tampoco todo sale mal, empezando por la ardua tarea de estar vivas, mantener una posición en un trabajo por años, es otra de las señales que no todo sale mal.
Es triste admitir que el pensar negativo es aprendido: lo hemos aprendido muchas veces de una manera directa e inconsciente desde niños, de nuestros padres y personas cercanas a nosotros que jugaron un papel importante en nuestra educación. Tomemos el ejemplo de nosotros, los padres actuales, celebramos los logros de nuestros hijos, pero estamos siempre pensando en lo que otros niños hacen y desearíamos que nuestros hijos estuvieran en ese “primer lugar”.
El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia. Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta. Tú puedes lograrlo.
La pregunta para nosotras mismas sería:
¿si aprendimos a tener pensamientos negativos, por qué no podemos aprender a tener pensamientos positivos?
Los adultos que estuvieron en nuestro entorno durante la niñez, nos educaron de la manera que pensaron era lo mejor, hicieron lo que sabían o podían hacer, equivocados o no, negativos o no, nos dieron lo mejor de si mismos. Ahora debemos tomar lo positivo, desechar lo negativo de todo cuanto hemos arrastrado durante toda una vida. No es fácil, todo comienzo es difícil, pero vale la pena aprender a no dar el mensaje negativo de nosotras mismas, y de no pasarlos a nuestros niños.
Alguna vez trataste de hacer algo y no salió como esperabas, pero piensa que fue una vez, hoy por hoy todo puede ser diferente porque algo que no hayas podido hacer en el pasado, puede funcionarte esta vez. Inventemos un dialogo interno positivo, empleemos todo el tiempo que juzguemos necesario.
Por ejemplo, piensa en las cosas positivas y realistas que le dirías a la persona más querida para sacarla de la negatividad y qué palabras positivas le dirías para convencerla que está equivocada. O piensa en lo que te gustaría que te dijeran para hacerte sentir bien, para apoyarte y convencerte que todo saldrá bien.
Entablemos una conversación con nosotras mismas, tan seguido como sea posible, descubramos nuestras capacidades de hacer lo que nos gustaría, establezcamos proyectos mentales, hagámonos la pregunta a nosotras mismas, ¿qué haríamos? Respondámonos a nosotras mismas, pensando siempre que la persona que no te engaña eres tú misma.
No debemos regir nuestra vida por enseñanzas del pasado, piensa que ahora estás capacitada para entender, corregir y hacer los cambios necesarios para convertir los pensamientos negativos en positivos. Y transmite esos pensamientos positivos a los tuyos para tener una vida mejor. Después de todo, debemos mantener en mente que nadie puede dar, enseñar y/o transmitir lo que no tiene para si misma.
Debemos aprender a identificar estos pensamientos, no son buenos para nosotras, nos limitan, y si lo intentamos podremos convertirlos en pequeños pensamientos positivos, que nos ayuden a salir adelante.
Se nos cruza por la cabeza que no podremos hacer tal o cual cosa, y ni siquiera lo intentamos, ¿como podrías saber si puedes o no, si ni siquiera lo has intentado? Y luego te quejas de que “todo me sale mal”. Valdría la pena pensar que no todo sale como queremos, pero tampoco todo sale mal, empezando por la ardua tarea de estar vivas, mantener una posición en un trabajo por años, es otra de las señales que no todo sale mal.
Es triste admitir que el pensar negativo es aprendido: lo hemos aprendido muchas veces de una manera directa e inconsciente desde niños, de nuestros padres y personas cercanas a nosotros que jugaron un papel importante en nuestra educación. Tomemos el ejemplo de nosotros, los padres actuales, celebramos los logros de nuestros hijos, pero estamos siempre pensando en lo que otros niños hacen y desearíamos que nuestros hijos estuvieran en ese “primer lugar”.
El camino al éxito, está formado por información, acción y perseverancia. Cada paso, por pequeño que sea, te acerca a la meta. Tú puedes lograrlo.
La pregunta para nosotras mismas sería:
¿si aprendimos a tener pensamientos negativos, por qué no podemos aprender a tener pensamientos positivos?
Los adultos que estuvieron en nuestro entorno durante la niñez, nos educaron de la manera que pensaron era lo mejor, hicieron lo que sabían o podían hacer, equivocados o no, negativos o no, nos dieron lo mejor de si mismos. Ahora debemos tomar lo positivo, desechar lo negativo de todo cuanto hemos arrastrado durante toda una vida. No es fácil, todo comienzo es difícil, pero vale la pena aprender a no dar el mensaje negativo de nosotras mismas, y de no pasarlos a nuestros niños.
Alguna vez trataste de hacer algo y no salió como esperabas, pero piensa que fue una vez, hoy por hoy todo puede ser diferente porque algo que no hayas podido hacer en el pasado, puede funcionarte esta vez. Inventemos un dialogo interno positivo, empleemos todo el tiempo que juzguemos necesario.
Por ejemplo, piensa en las cosas positivas y realistas que le dirías a la persona más querida para sacarla de la negatividad y qué palabras positivas le dirías para convencerla que está equivocada. O piensa en lo que te gustaría que te dijeran para hacerte sentir bien, para apoyarte y convencerte que todo saldrá bien.
Entablemos una conversación con nosotras mismas, tan seguido como sea posible, descubramos nuestras capacidades de hacer lo que nos gustaría, establezcamos proyectos mentales, hagámonos la pregunta a nosotras mismas, ¿qué haríamos? Respondámonos a nosotras mismas, pensando siempre que la persona que no te engaña eres tú misma.
No debemos regir nuestra vida por enseñanzas del pasado, piensa que ahora estás capacitada para entender, corregir y hacer los cambios necesarios para convertir los pensamientos negativos en positivos. Y transmite esos pensamientos positivos a los tuyos para tener una vida mejor. Después de todo, debemos mantener en mente que nadie puede dar, enseñar y/o transmitir lo que no tiene para si misma.
"¿ESPERAS QUE ALGUIEN TE SALVE?" (Por Yamila R)
Muchas mujeres esperan que un día llegue alguien o algo que las salve y que a partir de ese momento todo en sus vidas comenzará a ir bien.
A lo mejor estás esperando esa persona que te saque de tu soledad, pobreza, o de un trabajo que no te gusta. Alguien que te descubra y te catapulte hacia el éxito…
O puede que no sea alguien sino algo. Tu negocio no va bien y tienes todas las expectativas puestas en el siguiente cliente o en un proyecto… ¿Te reconoces?
¿Estás esperando que alguien te salve?
Este tipo de actitud es peligrosa y dañina para tu autoestima.Estás poniendo tu felicidad en manos de otros, en manos de algo que tú no puedes controlar y eso no es razonable ni recomendable. Tan altas expectativas, tantas esperanzas hacen además que si la cosa no funciona, si esa persona no te elige a ti, si el proyecto se lo dan a otra u otro compañero te sientas desmoralizada y amargada.
No te preocupes si te sientes identificada porque este tipo de pensamientos es muy común, quién no ha caído alguna vez en la esperanza de que algo determinado le cambie la vida (la lotería, por ejemplo). Tener esperanza no es malo, pero sí lo es no hacer nada por mejorar tus circunstancias esperando que alguien o algo lo haga por ti.
¿Y qué puedes hacer?
Acepta que la posibilidad de que algo o alguien le de la vuelta a tu vida es prácticamente imposible y decide ser túla que lleve las riendas de tu vida o negocio.
No te derrumbes si las cosas no salen como esperas, siempre habrá otra oportunidad, como dice el refrán “cuando una puerta se cierra otra se abre”.
Empieza a hacer pequeños cambios en tu vida, a trabajar en las cosas que quieres mejorar. No tienes que proponerte imposibles, sino metas realistas que después irás expandiendo.
Date permiso para expresar tu miedo, enfado, amargura o para sentirte mal si quieres pero sólo un ratito, después respira hondo y sigue adelante.
El truco está en seguir adelante pase lo que pase, en levantarte las veces que haga falta, en ser consistente e ir haciendo pequeños cambios y abriéndote a nuevas oportunidades y, poco a poco, lograrás tus metas sin necesidad de ningún salvador. ¿Por dónde vas a empezar?
A lo mejor estás esperando esa persona que te saque de tu soledad, pobreza, o de un trabajo que no te gusta. Alguien que te descubra y te catapulte hacia el éxito…
O puede que no sea alguien sino algo. Tu negocio no va bien y tienes todas las expectativas puestas en el siguiente cliente o en un proyecto… ¿Te reconoces?
¿Estás esperando que alguien te salve?
Este tipo de actitud es peligrosa y dañina para tu autoestima.Estás poniendo tu felicidad en manos de otros, en manos de algo que tú no puedes controlar y eso no es razonable ni recomendable. Tan altas expectativas, tantas esperanzas hacen además que si la cosa no funciona, si esa persona no te elige a ti, si el proyecto se lo dan a otra u otro compañero te sientas desmoralizada y amargada.
No te preocupes si te sientes identificada porque este tipo de pensamientos es muy común, quién no ha caído alguna vez en la esperanza de que algo determinado le cambie la vida (la lotería, por ejemplo). Tener esperanza no es malo, pero sí lo es no hacer nada por mejorar tus circunstancias esperando que alguien o algo lo haga por ti.
¿Y qué puedes hacer?
Acepta que la posibilidad de que algo o alguien le de la vuelta a tu vida es prácticamente imposible y decide ser túla que lleve las riendas de tu vida o negocio.
No te derrumbes si las cosas no salen como esperas, siempre habrá otra oportunidad, como dice el refrán “cuando una puerta se cierra otra se abre”.
Empieza a hacer pequeños cambios en tu vida, a trabajar en las cosas que quieres mejorar. No tienes que proponerte imposibles, sino metas realistas que después irás expandiendo.
Date permiso para expresar tu miedo, enfado, amargura o para sentirte mal si quieres pero sólo un ratito, después respira hondo y sigue adelante.
El truco está en seguir adelante pase lo que pase, en levantarte las veces que haga falta, en ser consistente e ir haciendo pequeños cambios y abriéndote a nuevas oportunidades y, poco a poco, lograrás tus metas sin necesidad de ningún salvador. ¿Por dónde vas a empezar?
"¿PARA TI QUE ES LA FIDELIDAD?" (Por Yamila R)
¿Para ti, qué es la fidelidad?
¿Qué es la fidelidad para ti?
¿Se puede ser infiel con el pensamiento? ¿Es malo pensar en otra persona cuando se tiene pareja? ¿Si sólo son pensamientos, crees que importa?
La fidelidad es de cuerpo y es de mente. Así como también es cierto que quien en realidad ama, jamás será infiel…
Debemos ser fieles a nuestras decisiones, a nosotras mismas, y por supuesto, a nuestra pareja. No podemos decir “yo amo a mi novio”, “yo amo a mi esposo”, “yo amo a mi prometido” cuando nuestros ojos miran hacia otros lugares, cuando nuestra alma nos envía una señal de alerta para decirnos que hemos ingresado por la puerta equivocada. Debemos reconocer lo que hay en nuestro corazón, debemos ser transparentes con ello, no sólo por nuestra propia felicidad, sino por la de aquella persona que se engaña al creer que tiene una pareja cuando sólo tiene un bulto de indecisiones que debe llevar en su espalda.
Muchas personas creen que se es infiel cuando se empieza a pensar románticamente en otro ser, es decir, cuando empiezas a fantasear con vivir ciertas situaciones con alguien que no es su pareja, sacando como puntual conclusión que “la carne es débil”.
Otras, dicen que la infidelidad sólo es de corporeidad ysólo acontece cuando te entregas a un o una tercera, puesto que pensar en otra persona sólo se queda en lo abstracto y no llega a materializarse.
¿Cuál es tu versión de la fidelidad? ¿Tú también apeteces convertirte en “filósofa” del amor para cambiar las cosas a tu conveniencia?
Debemos dejar de ser tan acomodadas a las circunstancias parajustificar nuestras malas acciones, debemos ser sensatas y responsabilizarnos de nuestra vida, la infidelidad es de cuerpo y es de mente,¿qué no lo notas? No puedes quitarte el amor como si fuese una ropa, no puedes decir “de las puertas de mi casa hacia adentro soy comprometida, y de las puertas de mi casa hacia afuera soy soltera”. Cuando empiezas a pensar en alguien diferente a tu pareja, cuando tienes relaciones sexuales con alguien diferente a tu pareja, cuando intentas darle celos a un amor del pasado, cuando ocultas tus sentimientos hacia un tercero, no seas cínica, acéptalo…¡eres infiel!
La fidelidad es una expresión del amor, nadie puede amar a dos personas al mismo tiempo: sólo se necesitan dos alas para volar, la tercera ya es una especie de “deformidad”. Tal vez para muchos la monogamia es un cuento pasado de moda y moralista, pero lo cierto es que cuando una persona se adueña de tu corazón, ya no hay espacio para nadie más, puede pasar Tom Cruise por tu lado y tu ni darte por enterada: ¿acaso no recuerdas la primera vez que salías con ese amor que parecía “platónico”? Sólo tenías cabeza para él, para sus palabras, para sonreír como tonta cada vez que recordabas una de sus ocurrencias…
Por ello, sorprende sobre medida que existan mujeres que acepten que sus compañeros sentimentales “piropeen” a otra mujer en sus presencias con el argumento de que “los ojos se hicieron para mirar”. Y es cierto, los ojos se hicieron para “mirar” y no para “ver”, el mirar va más allá del aspecto físico, entonces, ¿en realidad se está mirando? ¿O se está viendo? Y más allá de eso, ¿qué se hace al lado de una persona tan superficial? ¿Qué se hace con una persona que no valora a nadie y sólo se fija en figuras esbeltas? ¿Acaso la belleza física es inmortal?
Como lo hemos dicho en ocasiones anteriores, “el corazón se manda sólo”, pero nosotras no debemos traspasar las barreras del cinismo y el descaro para no asumir las responsabilidades de lo que pasa con nuestros sentimientos.
Podemos cambiar de parecer cuando queramos, pero no tenemos derecho a lastimar a las personas que nos entregan su corazón. Debemos ser sinceras con nuestras parejas, a ellos les dolerá saber que ya no les amamos, pero con el pasar del tiempo agradecerán nuestro gesto, porque en lugar de seguir pisoteándoles, decidimos ser sensatas y honrar el amor que nos regalaron diciendo la verdad, dejando de estorbar en el camino y devolviéndoles la oportunidad de encontrar un nuevo amor que sane sus heridas y viva para hacerles felices, tal y como lo merecemos nosotras.
La infidelidad no sólo va contra los demás, también contra nosotras mismas, quien ama nunca será infiel.
¿Qué es la fidelidad para ti?
¿Se puede ser infiel con el pensamiento? ¿Es malo pensar en otra persona cuando se tiene pareja? ¿Si sólo son pensamientos, crees que importa?
La fidelidad es de cuerpo y es de mente. Así como también es cierto que quien en realidad ama, jamás será infiel…
Debemos ser fieles a nuestras decisiones, a nosotras mismas, y por supuesto, a nuestra pareja. No podemos decir “yo amo a mi novio”, “yo amo a mi esposo”, “yo amo a mi prometido” cuando nuestros ojos miran hacia otros lugares, cuando nuestra alma nos envía una señal de alerta para decirnos que hemos ingresado por la puerta equivocada. Debemos reconocer lo que hay en nuestro corazón, debemos ser transparentes con ello, no sólo por nuestra propia felicidad, sino por la de aquella persona que se engaña al creer que tiene una pareja cuando sólo tiene un bulto de indecisiones que debe llevar en su espalda.
Muchas personas creen que se es infiel cuando se empieza a pensar románticamente en otro ser, es decir, cuando empiezas a fantasear con vivir ciertas situaciones con alguien que no es su pareja, sacando como puntual conclusión que “la carne es débil”.
Otras, dicen que la infidelidad sólo es de corporeidad ysólo acontece cuando te entregas a un o una tercera, puesto que pensar en otra persona sólo se queda en lo abstracto y no llega a materializarse.
¿Cuál es tu versión de la fidelidad? ¿Tú también apeteces convertirte en “filósofa” del amor para cambiar las cosas a tu conveniencia?
Debemos dejar de ser tan acomodadas a las circunstancias parajustificar nuestras malas acciones, debemos ser sensatas y responsabilizarnos de nuestra vida, la infidelidad es de cuerpo y es de mente,¿qué no lo notas? No puedes quitarte el amor como si fuese una ropa, no puedes decir “de las puertas de mi casa hacia adentro soy comprometida, y de las puertas de mi casa hacia afuera soy soltera”. Cuando empiezas a pensar en alguien diferente a tu pareja, cuando tienes relaciones sexuales con alguien diferente a tu pareja, cuando intentas darle celos a un amor del pasado, cuando ocultas tus sentimientos hacia un tercero, no seas cínica, acéptalo…¡eres infiel!
La fidelidad es una expresión del amor, nadie puede amar a dos personas al mismo tiempo: sólo se necesitan dos alas para volar, la tercera ya es una especie de “deformidad”. Tal vez para muchos la monogamia es un cuento pasado de moda y moralista, pero lo cierto es que cuando una persona se adueña de tu corazón, ya no hay espacio para nadie más, puede pasar Tom Cruise por tu lado y tu ni darte por enterada: ¿acaso no recuerdas la primera vez que salías con ese amor que parecía “platónico”? Sólo tenías cabeza para él, para sus palabras, para sonreír como tonta cada vez que recordabas una de sus ocurrencias…
Por ello, sorprende sobre medida que existan mujeres que acepten que sus compañeros sentimentales “piropeen” a otra mujer en sus presencias con el argumento de que “los ojos se hicieron para mirar”. Y es cierto, los ojos se hicieron para “mirar” y no para “ver”, el mirar va más allá del aspecto físico, entonces, ¿en realidad se está mirando? ¿O se está viendo? Y más allá de eso, ¿qué se hace al lado de una persona tan superficial? ¿Qué se hace con una persona que no valora a nadie y sólo se fija en figuras esbeltas? ¿Acaso la belleza física es inmortal?
Como lo hemos dicho en ocasiones anteriores, “el corazón se manda sólo”, pero nosotras no debemos traspasar las barreras del cinismo y el descaro para no asumir las responsabilidades de lo que pasa con nuestros sentimientos.
Podemos cambiar de parecer cuando queramos, pero no tenemos derecho a lastimar a las personas que nos entregan su corazón. Debemos ser sinceras con nuestras parejas, a ellos les dolerá saber que ya no les amamos, pero con el pasar del tiempo agradecerán nuestro gesto, porque en lugar de seguir pisoteándoles, decidimos ser sensatas y honrar el amor que nos regalaron diciendo la verdad, dejando de estorbar en el camino y devolviéndoles la oportunidad de encontrar un nuevo amor que sane sus heridas y viva para hacerles felices, tal y como lo merecemos nosotras.
La infidelidad no sólo va contra los demás, también contra nosotras mismas, quien ama nunca será infiel.
"LA IMPORTANCIA DE SABER RECIBIR APOYO" (Por Yamila R)
Muchas veces, cuando más ayuda necesitamos, cuando más sufrimos y peor nos va, más rechazamos la ayuda que nos brindan.
Recibir ayuda no nos hace débiles, si lo recibimos bien puede hacernos más fuertes y hablar bien de nosotras.
Debemos aprender a ser independientes, pero también a saber recibir una mano amiga.
Los seres humanos fuimos educados en un contexto de independencia falso; en el que nos enseñaron que siempre debemos hacer las cosas “solos y bien”. Y en el intento de cumplir con la premisa nos embarcamos en una ruta de esfuerzos y fracasos; de ensayo y errores, creyendo que la única forma posible de avanzar y aprender es a través de los golpes de la vida. Dicen que vivir es como estar en la escuela, que vinimos a aprender lecciones pendientes, y que los momentos de alegría y esparcimiento son nuestros recreos. Será tal vez por eso que algunos dicen “la felicidad es un ratico”.
Sin embargo dada la evolución alcanzada, los cambios tecnológicos, y los descubrimientos que se revelaron ante nuestros ojos, seguir sosteniendo como una única posibilidad de aprendizaje el sufrimiento es obsoleto.
Me arriesgo a decir que no sólo del miedo aprendemos o de las malas experiencias, o de los errores, también podemos aprender del amor, de todo aquello que nos sale con éxito, de los sueños, de nuestra voluntad, de la capacidad de escuchar, de dar y de recibir.
Y el verbo “recibir” es uno de los verbos menos actuado en la sociedad de nuestros tiempos. Ha merecido mala prensa. Es mejor “dar” que “recibir”, e incluso “dar sin esperar recibir” es un punto extra que se suma en nuestros currículos de buenas personas. Dar, dar, dar; como dijo la Madre Teresa: “Hasta que duela” pero sospecho que en nuestro entorno social, ha sido malinterpretado.
Dar también implica recibir; dar es estar en actitud de apertura, recibiendo del universo su caudal de información, energía, y amor. Es estar atento a lo que ocurre fuera y dentro de nosotros mismos.
¿Por qué crees que no mereces recibir? Esta tendencia al auto-boicot; a desmerecernos, la arrastramos a todos los ámbitos de nuestras vidas. Cómo he dicho en varias oportunidades lo que sentimos lo expresamos en las acciones cotidianas, en nuestra peculiar forma de relacionarnos.
A veces subsumidas en situaciones de estrés, de ansiedad, de peligro incluso, nos alejamos de la mano amiga, benefactora, contributiva, porque hay una voz interior que nos recuerda que “no somos lo suficiente para merecer ese respeto, ese cariño, esas oportunidades”. Nos cerramos a las posibilidades de avanzar, y crecer, por estar mirando atrás, y autocastigándonos.
Saber recibir apoyo no nos hace débiles, por el contrario, nos glorifica; nos hace más humanas, porque nos sitúa en un plano en el que captamos la finitud de nuestros actos; y la incapacidad para con algunas cosas, en la que podemos decir sin temor “con esto sola yo no puedo” y no perdemos glamour, ni estilo; por el contrario ganamos la confía de ser quienes somos.
Tenemos la capacidad de transformar nuestra realidad, depende de nosotras elegir soportar todo el dolor, solas y en silencio, o compartirlo con quienes nos ofrecen su ayuda.
Recibir ayuda no nos hace débiles, si lo recibimos bien puede hacernos más fuertes y hablar bien de nosotras.
Debemos aprender a ser independientes, pero también a saber recibir una mano amiga.
Los seres humanos fuimos educados en un contexto de independencia falso; en el que nos enseñaron que siempre debemos hacer las cosas “solos y bien”. Y en el intento de cumplir con la premisa nos embarcamos en una ruta de esfuerzos y fracasos; de ensayo y errores, creyendo que la única forma posible de avanzar y aprender es a través de los golpes de la vida. Dicen que vivir es como estar en la escuela, que vinimos a aprender lecciones pendientes, y que los momentos de alegría y esparcimiento son nuestros recreos. Será tal vez por eso que algunos dicen “la felicidad es un ratico”.
Sin embargo dada la evolución alcanzada, los cambios tecnológicos, y los descubrimientos que se revelaron ante nuestros ojos, seguir sosteniendo como una única posibilidad de aprendizaje el sufrimiento es obsoleto.
Me arriesgo a decir que no sólo del miedo aprendemos o de las malas experiencias, o de los errores, también podemos aprender del amor, de todo aquello que nos sale con éxito, de los sueños, de nuestra voluntad, de la capacidad de escuchar, de dar y de recibir.
Y el verbo “recibir” es uno de los verbos menos actuado en la sociedad de nuestros tiempos. Ha merecido mala prensa. Es mejor “dar” que “recibir”, e incluso “dar sin esperar recibir” es un punto extra que se suma en nuestros currículos de buenas personas. Dar, dar, dar; como dijo la Madre Teresa: “Hasta que duela” pero sospecho que en nuestro entorno social, ha sido malinterpretado.
Dar también implica recibir; dar es estar en actitud de apertura, recibiendo del universo su caudal de información, energía, y amor. Es estar atento a lo que ocurre fuera y dentro de nosotros mismos.
¿Por qué crees que no mereces recibir? Esta tendencia al auto-boicot; a desmerecernos, la arrastramos a todos los ámbitos de nuestras vidas. Cómo he dicho en varias oportunidades lo que sentimos lo expresamos en las acciones cotidianas, en nuestra peculiar forma de relacionarnos.
A veces subsumidas en situaciones de estrés, de ansiedad, de peligro incluso, nos alejamos de la mano amiga, benefactora, contributiva, porque hay una voz interior que nos recuerda que “no somos lo suficiente para merecer ese respeto, ese cariño, esas oportunidades”. Nos cerramos a las posibilidades de avanzar, y crecer, por estar mirando atrás, y autocastigándonos.
Saber recibir apoyo no nos hace débiles, por el contrario, nos glorifica; nos hace más humanas, porque nos sitúa en un plano en el que captamos la finitud de nuestros actos; y la incapacidad para con algunas cosas, en la que podemos decir sin temor “con esto sola yo no puedo” y no perdemos glamour, ni estilo; por el contrario ganamos la confía de ser quienes somos.
Tenemos la capacidad de transformar nuestra realidad, depende de nosotras elegir soportar todo el dolor, solas y en silencio, o compartirlo con quienes nos ofrecen su ayuda.
"VOLVER A EMPEZAR" (Por Yamila R)
Estaba necesitando hacer una limpieza en mí...
Tirar algunos pensamientos indeseados.
Lavar algunos tesoros que estaban medio oxidados.
Entonces saqué, del fondo de las gavetas, recuerdos que no uso y no quiero más:
Tiré algunos sueños, algunas ilusiones...
Sonrisas que nunca di. Tire la rabia y el rencor de las flores marchitas que estaban dentro de un libro que nunca leí.
Miré para mis sonrisas futuras y las alegrías pretendidas , y las coloqué en un cantito, bien ordenaditas.
Saqué todo del armario y lo fui tirando al suelo.
Pasiones escondidas, deseos reprimidos.
Heridas de un amigo, recuerdos de un día triste.
Pero también encontré otras cosas y muy bellas :
Un pajarito cantando en mi ventana.
Aquella luna color plata, el poner del sol.
Me fui encantando y distrayendo, mirando cada uno de aquellos recuerdos.
Arrojé en el cesto, los restos de un amor que me hirió.
Tomé las palabras de rabia y de dolor que estaban en el estante, las tiré en el mismo instante.
Otras cosas que aún me hieren... veré que haré con ellas.
Fue en aquella gaveta en la que uno guarda lo que es mas importante, el amor, la alegría, las sonrisas, un dedito de Fe, para los momentos en que necesite.
Recogí con cariño el amor encontrado, doblé ordenaditos los deseos, coloqué perfume en la esperanza pasé un pañito en el estante de mis metas, y las dejé a la vista, para no olvidarlas.
Coloqué en los estantes de abajo, algunos recuerdos de infancia.
En la gaveta de encima, las de mi juventud y colgado bien a mi frente, coloqué las de mi capacidad de amar y principalmente las de RECOMENZAR.
Tirar algunos pensamientos indeseados.
Lavar algunos tesoros que estaban medio oxidados.
Entonces saqué, del fondo de las gavetas, recuerdos que no uso y no quiero más:
Tiré algunos sueños, algunas ilusiones...
Sonrisas que nunca di. Tire la rabia y el rencor de las flores marchitas que estaban dentro de un libro que nunca leí.
Miré para mis sonrisas futuras y las alegrías pretendidas , y las coloqué en un cantito, bien ordenaditas.
Saqué todo del armario y lo fui tirando al suelo.
Pasiones escondidas, deseos reprimidos.
Heridas de un amigo, recuerdos de un día triste.
Pero también encontré otras cosas y muy bellas :
Un pajarito cantando en mi ventana.
Aquella luna color plata, el poner del sol.
Me fui encantando y distrayendo, mirando cada uno de aquellos recuerdos.
Arrojé en el cesto, los restos de un amor que me hirió.
Tomé las palabras de rabia y de dolor que estaban en el estante, las tiré en el mismo instante.
Otras cosas que aún me hieren... veré que haré con ellas.
Fue en aquella gaveta en la que uno guarda lo que es mas importante, el amor, la alegría, las sonrisas, un dedito de Fe, para los momentos en que necesite.
Recogí con cariño el amor encontrado, doblé ordenaditos los deseos, coloqué perfume en la esperanza pasé un pañito en el estante de mis metas, y las dejé a la vista, para no olvidarlas.
Coloqué en los estantes de abajo, algunos recuerdos de infancia.
En la gaveta de encima, las de mi juventud y colgado bien a mi frente, coloqué las de mi capacidad de amar y principalmente las de RECOMENZAR.
"EL CORAZON MAS HERMOSO" (Por Reinaldo Guzman)
Un día un hombre joven se situó en el centro de un poblado y proclamó que él poseía el corazón más hermoso de toda la comarca.
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en el ni máculas ni rasguños.
Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.
Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar .
De pronto un anciano se acercó y dijo: "Perdona mi atrevimiento, pero, por qué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío, o el de tantas otras personas ?"
Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
La mirada de la gente se sobrecogió ¿como puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron ...
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo.
Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."
"Es cierto, dijo el anciano, tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo...
Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor.
Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."
"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio.
De ahí quedaron los huecos, dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón." "¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"
El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección.
Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.
El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.
Sí, en verdad ahora, puedo ver lo hermoso que es tu corazón.
Y tu corazón, ¿cuántas cicatrices tiene?
Una gran multitud se congregó a su alrededor y todos admiraron y confirmaron que su corazón era perfecto, pues no se observaban en el ni máculas ni rasguños.
Sí, coincidieron todos que era el corazón más hermoso que hubieran visto.
Al verse admirado el joven se sintió más orgulloso aún, y con mayor fervor aseguró poseer el corazón más hermoso de todo el vasto lugar .
De pronto un anciano se acercó y dijo: "Perdona mi atrevimiento, pero, por qué dices eso, si tu corazón no es ni tan, aproximadamente, tan hermoso como el mío, o el de tantas otras personas ?"
Sorprendidos la multitud y el joven miraron el corazón del viejo y vieron que, si bien latía vigorosamente, éste estaba cubierto de cicatrices y hasta había zonas donde faltaban trozos y éstos habían sido reemplazados por otros que no encastraban perfectamente en el lugar, pues se veían bordes y aristas irregulares en su derredor. Es más, había lugares con huecos, donde faltaban trozos profundos.
La mirada de la gente se sobrecogió ¿como puede él decir que su corazón es más hermoso?, pensaron ...
El joven contempló el corazón del anciano y al ver su estado desgarbado, se echó a reír. "Debes estar bromeando," dijo.
Compara tu corazón con el mío... El mío es perfecto. En cambio el tuyo es un conjunto de cicatrices y dolor."
"Es cierto, dijo el anciano, tu corazón luce perfecto, pero yo jamás me involucraría contigo...
Mira, cada cicatriz representa una persona a la cual entregué todo mi amor.
Arranqué trozos de mi corazón para entregárselos a cada uno de aquellos que he amado. Muchos a su vez, me han obsequiado un trozo del suyo, que he colocado en el lugar que quedó abierto. Como las piezas no eran iguales, quedaron los bordes por los cuales me alegro, porque al poseerlos me recuerdan el amor que hemos compartido."
"Hubo oportunidades, en las cuales entregué un trozo de mi corazón a alguien, pero esa persona no me ofreció un poco del suyo a cambio.
De ahí quedaron los huecos, dar amor es arriesgar, pero a pesar del dolor que esas heridas me producen al haber quedado abiertas, me recuerdan que los sigo amando y alimentan la esperanza, que algún día -tal vez- regresen y llenen el vacío que han dejado en mi corazón." "¿Comprendes ahora lo que es verdaderamente hermoso?"
El joven permaneció en silencio, lágrimas corrían por sus mejillas. Se acercó al anciano, arrancó un trozo de su hermoso y joven corazón y se lo ofreció.
El anciano lo recibió y lo colocó en su corazón, luego a su vez arrancó un trozo del suyo ya viejo y maltrecho y con él tapó la herida abierta del joven. La pieza se amoldó, pero no a la perfección.
Al no haber sido idénticos los trozos, se notaban los bordes.
El joven miró su corazón que ya no era perfecto, pero lucía mucho más hermoso que antes, porque el amor del anciano fluía en su interior.
Sí, en verdad ahora, puedo ver lo hermoso que es tu corazón.
Y tu corazón, ¿cuántas cicatrices tiene?
"EL ANILLO DEL REY" (Por Reinaldo Guzman)
Hubo una vez un rey que dijo a los sabios de la corte:
Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...
Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje - el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey -. Pero no lo leas - le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIEN PASARA".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
¿Qué quieres decir? - preguntó el rey -. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
Escucha - dijo el anciano -: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había
desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
Entonces el anciano le dijo:
Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
Me estoy fabricando un precioso anillo. He conseguido uno de los mejores diamantes posibles. Quiero guardar oculto dentro del anillo algún mensaje que pueda ayudarme en momentos de desesperación total, y que ayude a mis herederos, y a los herederos de mis herederos, para siempre. Tiene que ser un mensaje pequeño, de manera que quepa debajo del diamante del anillo.
Todos quienes escucharon eran sabios, grandes eruditos; podrían haber escrito grandes tratados, pero darle un mensaje de no más de dos o tres palabras que le pudieran ayudar en momentos de desesperación total...
Pensaron, buscaron en sus libros, pero no podían encontrar nada.
El rey tenía un anciano sirviente que también había sido sirviente de su padre. La madre del rey murió pronto y este sirviente cuidó de él, por tanto, lo trataba como si fuera de la familia. El rey sentía un inmenso respeto por el anciano, de modo que también lo consultó. Y éste le dijo:
No soy un sabio, ni un erudito, ni un académico, pero conozco el mensaje. Durante mi larga vida en palacio, me he encontrado con todo tipo de gente, y en una ocasión me encontré con un místico. Era invitado de tu padre y yo estuve a su servicio. Cuando se iba, como gesto de agradecimiento, me dio este mensaje - el anciano lo escribió en un diminuto papel, lo dobló y se lo dio al rey -. Pero no lo leas - le dijo- mantenlo escondido en el anillo. Ábrelo sólo cuando todo lo demás haya fracasado, cuando no encuentres salida a la situación-
Ese momento no tardó en llegar. El país fue invadido y el rey perdió el reino. Estaba huyendo en su caballo para salvar la vida y sus enemigos lo perseguían. Estaba solo y los perseguidores eran numerosos. Llegó a un lugar donde el camino se acababa, no había salida: enfrente había un precipicio y un profundo valle; caer por él sería el fin. Y no podía volver porque el enemigo le cerraba el camino. Ya podía escuchar el trotar de los caballos. No podía seguir hacia delante y no había ningún otro camino...
De repente, se acordó del anillo. Lo abrió, sacó el papel y allí encontró un pequeño mensaje tremendamente valioso: Simplemente decía "ESTO TAMBIEN PASARA".
Mientras leía "esto también pasará" sintió que se cernía sobre él un gran silencio. Los enemigos que le perseguían debían haberse perdido en el bosque, o debían haberse equivocado de camino, pero lo cierto es que poco a poco dejó de escuchar el trote de los caballos.
El rey se sentía profundamente agradecido al sirviente y al místico desconocido. Aquellas palabras habían resultado milagrosas. Dobló el papel, volvió a ponerlo en el anillo, reunió a sus ejércitos y reconquistó el reino. Y el día que entraba de nuevo victorioso en la capital hubo una gran celebración con música, bailes... y él se sentía muy orgulloso de sí mismo.
El anciano estaba a su lado en el carro y le dijo:
Este momento también es adecuado: vuelve a mirar el mensaje.
¿Qué quieres decir? - preguntó el rey -. Ahora estoy victorioso, la gente celebra mi vuelta, no estoy desesperado, no me encuentro en una situación sin salida.
Escucha - dijo el anciano -: este mensaje no es sólo para situaciones desesperadas; también es para situaciones placenteras. No es sólo para cuando estás derrotado; también es para cuando te sientes victorioso. No es sólo para cuando eres el último; también es para cuando eres el primero.
El rey abrió el anillo y leyó el mensaje: "Esto también pasará", y nuevamente sintió la misma paz, el mismo silencio, en medio de la muchedumbre que celebraba y bailaba, pero el orgullo, el ego, había
desaparecido. El rey pudo terminar de comprender el mensaje. Se había iluminado.
Entonces el anciano le dijo:
Recuerda que todo pasa. Ninguna cosa ni ninguna emoción son permanentes. Como el día y la noche, hay momentos de alegría y momentos de tristeza. Acéptalos como parte de la dualidad de la naturaleza porque son la naturaleza misma de las cosas.
"EL CUERPO GRITA LO QUE LA BOCA CALLA" (Por Dr Nelson Torres)
"La enfermedad es un conflicto entre la personalidad y el alma".
Bach.
Muchas veces...
El resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer mata cuando te cansas de "vivir".
Y tus dolores callados? Cómo hablan en tu cuerpo?
La Enfermedad no es mala, te avisa que te estas equivocando de camino.Me parece bonito compartir este mensaje:
El camino a la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semaforos llamados AMIGOS, luces de precaucion llamadas FAMILIA, y todo se logra si tienes: Una llanta de repuesto llamada DECISION, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abudante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo un experto conductor llamado DIOS
Bach.
Muchas veces...
El resfrío "chorrea" cuando el cuerpo no llora.
El dolor de garganta "tapona" cuando no es posible comunicar las aflicciones.
El estómago arde cuando las rabias no consiguen salir.
La diabetes invade cuando la soledad duele.
El cuerpo engorda cuando la insatisfacción aprieta.
El dolor de cabeza deprime cuando las dudas aumentan.
El corazón afloja cuando el sentido de la vida parece terminar.
La alergia aparece cuando el perfeccionismo está intolerable.
Las uñas se quiebran cuando las defensas están amenazadas.
El pecho aprieta cuando el orgullo esclaviza.
La presión sube cuando el miedo aprisiona.
Las neurosis paralizan cuando el niño interior tiraniza.
La fiebre calienta cuando las defensas explotan las fronteras de la inmunidad.
Las rodillas duelen cuando tu orgullo no se doblega.
El cáncer mata cuando te cansas de "vivir".
Y tus dolores callados? Cómo hablan en tu cuerpo?
La Enfermedad no es mala, te avisa que te estas equivocando de camino.Me parece bonito compartir este mensaje:
El camino a la felicidad no es recto. Existen curvas llamadas EQUIVOCACIONES, existen semaforos llamados AMIGOS, luces de precaucion llamadas FAMILIA, y todo se logra si tienes: Una llanta de repuesto llamada DECISION, un potente motor llamado AMOR, un buen seguro llamado FE, abudante combustible llamado PACIENCIA, pero sobre todo un experto conductor llamado DIOS
"¿EDUCAMOS O SOBREPROTEGEMOS?" (Por Yamila R)
Los padres siempre quieren lo mejor para sus hijos, tienen mayor experiencia y saben más lo que les conviene o no…
Pero a veces los padres protegen demasiado a sus hijos,les imponen demasiadas prohibiciones lo cual provoca más rebeldía. Incluso cuando así logran controlarles, pueden llegar a inhibir su crecimiento hacia la madurez e independencia personal.
Desde que se nace, los padres son los responsables del cuidado, educación y bienestar de los hijos. Esta responsabilidad, perfectamente asumida por los padres, a veces les lleva a sentirse incómodos cuando los hijos crecen e intentan ejercer sus derechos de individualidad y autonomía.
Muchas veces los padres tienden asobreproteger a los hijos, lo cual es algo que puede afectarles negativamente por el resto de sus vidas, especialmente cuando se les sobreprotege durante la adolescencia.
La adolescencia es la etapa de la vida en la que los hijos comienzan a tomar decisiones que pueden hacer de ellos personas independientes, autónomos y capaces. La sobreprotección en la adolescencia puede mermar su capacidad de decisión, autonomía e individualidad justo a la edad en la que más están cambiando, desarrollándose, madurando y convirtiéndose en las personas que serán de mayores.
Para los padres, es difícil aceptar que los hijos están creciendo y volviéndose individuos autónomos, con capacidad propia de elección. Es especialmente difícil cuando están tomando decisiones con las que no están de acuerdo y tomando el rumbo que estiman equivocado. Por ejemplo, si se les intenta proteger de la delincuencia, violencia y mantenerlos informados de los peligros de salir de noche, los hijos suelen tomarlo como una sobreprotección innecesaria, considerando a los padres como dominantes y autoritarios.
Las intenciones por los que los padres protegen a los hijos son obviamente buenas, pero hay que reconocer que existen limitaciones en cuanto a la autoridad que se debe ejercer sobre los hijos, tomando en cuenta que la sobreprotección también puede tener consecuencias en su desarrollo social e independiente, las limitaciones en el desarrollo y la toma de decisiones de los jóvenes, puede desarrollar en ellos algunos problemas que enfrenten más adelante en la vida.
Algunas de las consecuencias de la sobreprotección hacia nuestros hijos:
Pueden desarrollarse como personas tímida.
Pueden desarrollar inseguridad y dependencia de los padres o de alguna figura de autoridad.
Baja autoestima.
Buscan el respaldo de quien les crean que puede darles seguridad y confianza.
Buscan constantemente la aprobación de los demás.
Se dejan influenciar muy fácilmente por los demás.
Tienen dificultad para socializar.
Muy difícilmente son capaces de decir “no”.
Como padres tenemos la necesidad y hasta cierto punto el derecho de saberqué van hacer nuestros hijos, a donde van, con quien y a qué hora van a estar de regreso en casa, después de todo, son nuestra responsabilidad, les amamos, necesitamos saber que están bien y esa no es una sobreprotección, pero sí es una manera de saber que todo marcha correctamente.
La educación y formación de nuestros hijos comienza muy temprano, desde que nacen… y no se debe pretender sólo cuidarlos en su infancia y de repente, cuando son adolescentes educarles y enseñarles cómo manejarse en la vida, pues su formación empieza desde muy pequeños.
Desde una edad muy temprana debemos ser ejemplo para ellos,permitir que cuando salgamos ellos mismos sepan a qué hora estaremos de vuelta en casa con ellos, el motivo por el que salimos, y donde estaremos. Si desde una edad temprana pueden observar una actitud así en los padres, les será más innato ser responsables y aceptar que ellos también deben justificar los motivos por los que salen, a qué hora volverán y con quien estarán. Hagamos nosotras mismas así como queramos que nuestros hijos hagan.
Si cambiamos de planes nuestraautoridad no tiene porqué verse mermada, pero si les estamos enseñando a ser responsables nuestro ejemplo es esencial. Si sólo damos órdenes pero no hemos sido capaces de darles ejemplo, tenemos sobradas razones para fallar en la educación de nuestros hijos, y por mucho que les protejamos o sobreprotejamos no lo lograremos.
Cuando un plan cambia, debemos estar dispuestas a darles ejemplo de humildad. Ser honestos con los hijos es fundamental para una comunicación efectiva. Como padres, siempre debemos ser sinceros, decirles siempre la verdad por muy difícil que a veces resulte, es necesario ser siempre honestos con nosotros mismos, luego con nuestros hijos, para que la confianza sea la base en su educación y de una buena educación, desarrollar una relación con respeto y mucha comunicación.
Hay una línea muy delgada entre la protección y la sobreprotección, esa es una de las razones por las que algunas veces, invadimos la privacidad e individualidad de nuestros hijos. Respetemos las reglas establecidas por nosotros mismos, como padres, respetemos su individualidad de la misma forma como nos gusta que se respete la nuestra.
Siempre tenemos la oportunidad de mejorar como padres, o de cambiar de actitud hacia nuestros hijos, en pos de una familia feliz.
Pero a veces los padres protegen demasiado a sus hijos,les imponen demasiadas prohibiciones lo cual provoca más rebeldía. Incluso cuando así logran controlarles, pueden llegar a inhibir su crecimiento hacia la madurez e independencia personal.
Desde que se nace, los padres son los responsables del cuidado, educación y bienestar de los hijos. Esta responsabilidad, perfectamente asumida por los padres, a veces les lleva a sentirse incómodos cuando los hijos crecen e intentan ejercer sus derechos de individualidad y autonomía.
Muchas veces los padres tienden asobreproteger a los hijos, lo cual es algo que puede afectarles negativamente por el resto de sus vidas, especialmente cuando se les sobreprotege durante la adolescencia.
La adolescencia es la etapa de la vida en la que los hijos comienzan a tomar decisiones que pueden hacer de ellos personas independientes, autónomos y capaces. La sobreprotección en la adolescencia puede mermar su capacidad de decisión, autonomía e individualidad justo a la edad en la que más están cambiando, desarrollándose, madurando y convirtiéndose en las personas que serán de mayores.
Para los padres, es difícil aceptar que los hijos están creciendo y volviéndose individuos autónomos, con capacidad propia de elección. Es especialmente difícil cuando están tomando decisiones con las que no están de acuerdo y tomando el rumbo que estiman equivocado. Por ejemplo, si se les intenta proteger de la delincuencia, violencia y mantenerlos informados de los peligros de salir de noche, los hijos suelen tomarlo como una sobreprotección innecesaria, considerando a los padres como dominantes y autoritarios.
Las intenciones por los que los padres protegen a los hijos son obviamente buenas, pero hay que reconocer que existen limitaciones en cuanto a la autoridad que se debe ejercer sobre los hijos, tomando en cuenta que la sobreprotección también puede tener consecuencias en su desarrollo social e independiente, las limitaciones en el desarrollo y la toma de decisiones de los jóvenes, puede desarrollar en ellos algunos problemas que enfrenten más adelante en la vida.
Algunas de las consecuencias de la sobreprotección hacia nuestros hijos:
Pueden desarrollarse como personas tímida.
Pueden desarrollar inseguridad y dependencia de los padres o de alguna figura de autoridad.
Baja autoestima.
Buscan el respaldo de quien les crean que puede darles seguridad y confianza.
Buscan constantemente la aprobación de los demás.
Se dejan influenciar muy fácilmente por los demás.
Tienen dificultad para socializar.
Muy difícilmente son capaces de decir “no”.
Como padres tenemos la necesidad y hasta cierto punto el derecho de saberqué van hacer nuestros hijos, a donde van, con quien y a qué hora van a estar de regreso en casa, después de todo, son nuestra responsabilidad, les amamos, necesitamos saber que están bien y esa no es una sobreprotección, pero sí es una manera de saber que todo marcha correctamente.
La educación y formación de nuestros hijos comienza muy temprano, desde que nacen… y no se debe pretender sólo cuidarlos en su infancia y de repente, cuando son adolescentes educarles y enseñarles cómo manejarse en la vida, pues su formación empieza desde muy pequeños.
Desde una edad muy temprana debemos ser ejemplo para ellos,permitir que cuando salgamos ellos mismos sepan a qué hora estaremos de vuelta en casa con ellos, el motivo por el que salimos, y donde estaremos. Si desde una edad temprana pueden observar una actitud así en los padres, les será más innato ser responsables y aceptar que ellos también deben justificar los motivos por los que salen, a qué hora volverán y con quien estarán. Hagamos nosotras mismas así como queramos que nuestros hijos hagan.
Si cambiamos de planes nuestraautoridad no tiene porqué verse mermada, pero si les estamos enseñando a ser responsables nuestro ejemplo es esencial. Si sólo damos órdenes pero no hemos sido capaces de darles ejemplo, tenemos sobradas razones para fallar en la educación de nuestros hijos, y por mucho que les protejamos o sobreprotejamos no lo lograremos.
Cuando un plan cambia, debemos estar dispuestas a darles ejemplo de humildad. Ser honestos con los hijos es fundamental para una comunicación efectiva. Como padres, siempre debemos ser sinceros, decirles siempre la verdad por muy difícil que a veces resulte, es necesario ser siempre honestos con nosotros mismos, luego con nuestros hijos, para que la confianza sea la base en su educación y de una buena educación, desarrollar una relación con respeto y mucha comunicación.
Hay una línea muy delgada entre la protección y la sobreprotección, esa es una de las razones por las que algunas veces, invadimos la privacidad e individualidad de nuestros hijos. Respetemos las reglas establecidas por nosotros mismos, como padres, respetemos su individualidad de la misma forma como nos gusta que se respete la nuestra.
Siempre tenemos la oportunidad de mejorar como padres, o de cambiar de actitud hacia nuestros hijos, en pos de una familia feliz.
"AHORA ES EL MOMENTO" (Por Yamila R)
Hay personas que dicen que empezarán mañana, la semana que viene, el mes entrante o cuando se cumplan todas las condiciones…
Nos proponemos realizar cambios en nuestra vida “a partir de mañana”, pero cuando llega el día, siempre falta otro día más.
Todo se posterga, todo queda para más tarde, para un momento mejor, para dentro de poco, pero hoy mismo no… Pues ya no, se terminó el hábito de postergar… ¡ahora es el momento”!
Es común escuchar a alguien decir: “a partir de mañana estudiaré más, dejaré de fumar, dejaré de comer comidas rápidas, dejaré de tomar” y cuando llega ése mañana dicen algo como: no será ahora, la próxima semana sí me lo propondré. Se pasa el tiempo y nunca estudian más, no dejan de fumar, comer comidas rápidas y menos dejan de tomar.
Realmente no sabes si vivirás el lunes que viene o el mes entrante, sólo tienes poder sobre el ahora, y entonces ¿por qué postergar todo a un mañana incierto? ¿Acaso no crees que la pregunta clave es el qué vas a hacer con tu ahora?
Te la pasas pensando en cosas externas y en un futuro en el que quizá no estés y, sin darte cuenta.
Lo único que haces es postergarde forma innecesaria tus tareas. Ello hace que cada vez que llegas a ciertas etapas de la vida entres en crisis, y ¿todo por qué? Porque no has sabido aprovechar el ahora. Así cada fin de año piensas: “no cumplí mis propósitos para este año pero, ¿qué me la he pasado haciendo?” o, cuando llegas a los 30, a los 40 o a las 50 piensas: “¿He hecho con mi vida lo que realmente quería? No quiero que se me vaya el tiempo y…” ¿y qué? El tiempo se te ha ido como el agua entre los dedos y pareces no darte cuenta del asunto, sigues dejando todo para mañana, dejas el beso y el abrazo para las “fechas importantes”, ¿y sabes algo? la fecha más importante es hoy, no después.
El no aprovechar el ahora te trae sentimientos de frustración y culpabilidad y a veces es una forma de no enfrentar nuestros miedos, puesto que aplazamos los acontecimientos con el fin de no enfrentarnos a ellos.
Has estado tan enfocada en un mañana que, no te has percatado que la oportunidad está muy cerca de ti, casi que “respirándote en la nuca”. Es más, está tan cerca, que tú eres quien se ha encargado de cerrar los ojos para no verla… ¡Tú eres la oportunidad! El mañana no existe y tal vez no llegue nunca, el ahora es la oportunidad para abrazar, besar, sentir, hacer ejercicio, comer sanamente, estudiar más y dejar de tomar.
Hoy estás viva y tienes la oportunidad de hacer lo que quieres, el mañana es la muerte y ahí sí que no podrás hacer nada. O acaso, ¿cuándo estés muerta podrás decir “lo haré la próxima semana”?
¡El momento es AHORA! ¡Aprovéchalo!
Nos proponemos realizar cambios en nuestra vida “a partir de mañana”, pero cuando llega el día, siempre falta otro día más.
Todo se posterga, todo queda para más tarde, para un momento mejor, para dentro de poco, pero hoy mismo no… Pues ya no, se terminó el hábito de postergar… ¡ahora es el momento”!
Es común escuchar a alguien decir: “a partir de mañana estudiaré más, dejaré de fumar, dejaré de comer comidas rápidas, dejaré de tomar” y cuando llega ése mañana dicen algo como: no será ahora, la próxima semana sí me lo propondré. Se pasa el tiempo y nunca estudian más, no dejan de fumar, comer comidas rápidas y menos dejan de tomar.
Realmente no sabes si vivirás el lunes que viene o el mes entrante, sólo tienes poder sobre el ahora, y entonces ¿por qué postergar todo a un mañana incierto? ¿Acaso no crees que la pregunta clave es el qué vas a hacer con tu ahora?
Te la pasas pensando en cosas externas y en un futuro en el que quizá no estés y, sin darte cuenta.
Lo único que haces es postergarde forma innecesaria tus tareas. Ello hace que cada vez que llegas a ciertas etapas de la vida entres en crisis, y ¿todo por qué? Porque no has sabido aprovechar el ahora. Así cada fin de año piensas: “no cumplí mis propósitos para este año pero, ¿qué me la he pasado haciendo?” o, cuando llegas a los 30, a los 40 o a las 50 piensas: “¿He hecho con mi vida lo que realmente quería? No quiero que se me vaya el tiempo y…” ¿y qué? El tiempo se te ha ido como el agua entre los dedos y pareces no darte cuenta del asunto, sigues dejando todo para mañana, dejas el beso y el abrazo para las “fechas importantes”, ¿y sabes algo? la fecha más importante es hoy, no después.
El no aprovechar el ahora te trae sentimientos de frustración y culpabilidad y a veces es una forma de no enfrentar nuestros miedos, puesto que aplazamos los acontecimientos con el fin de no enfrentarnos a ellos.
Has estado tan enfocada en un mañana que, no te has percatado que la oportunidad está muy cerca de ti, casi que “respirándote en la nuca”. Es más, está tan cerca, que tú eres quien se ha encargado de cerrar los ojos para no verla… ¡Tú eres la oportunidad! El mañana no existe y tal vez no llegue nunca, el ahora es la oportunidad para abrazar, besar, sentir, hacer ejercicio, comer sanamente, estudiar más y dejar de tomar.
Hoy estás viva y tienes la oportunidad de hacer lo que quieres, el mañana es la muerte y ahí sí que no podrás hacer nada. O acaso, ¿cuándo estés muerta podrás decir “lo haré la próxima semana”?
¡El momento es AHORA! ¡Aprovéchalo!
"¿ES POSIBLE SER AMIGOS?" (Por Yamila R)
¿Es posible ser “sólo amigos”, entre hombres y mujeres?
¿Puede realmente, un hombre y una mujer, ser amigos? ¿Por cuanto tiempo?
Las críticas nunca faltan, las dudas y escepticismo siempre estará en boca de todos… pero hay hombres y mujeres que son sólo muy buenosamigos.
Las perversiones y prejuicios sociales han construido una barrera casi que impenetrable entre hombres y mujeres. Las relaciones entre ambos sexos tienen que lidiar con el agotado peso de la malicia y los inadecuados comentarios, ya que se encuentra prohibida cualquier tipo de relación que no se relacione con lo familiar o lo amoroso.
La amistad no existe y por costumbre las críticas destructivas salen a relucir: “¿Son amigos? ¡No qué va! ‘amigovios’ tal vez”, “¿Son primos? ¡Ah! “es que entre primos más me arrimo”, “¿amigos? amigo el ratón del queso”. Y así nos la pasamos satanizando y denigrando de las mujeres que se han atrevido a derrotar a los parámetros sexistas y han salido de la época medieval, concibiendo como su mejor amigo a un hombre.
Es cierto que muchas relaciones de amistad entre hombres y mujeres se trasladan al campo romántico y otras tantas sucumben ante el miedo de perder a ése ser especial que nos acompaña. Pero así como el amor romántico puede aflorar, también puede que no lo haga y es allí en donde la amistad encuentra su lugar, su camino, su albor… ¡Las amistades entre hombres y mujeres si existen! Puede que hayan muchas diferencias, que nos sorprendamos con los comentarios de los hombres y que de vez en cuando queramos que sufran una radical conversión hacia lo femenino, pero en el fondo siempre coincidimos en lo más importante: en el respeto y el amor fraterno que nos mantiene unidos como si fuésemos eslabones de una cadena que jamás puede romperse.
Las diferencias de sexo no son verdaderamente relevantes al encontrarnos con un sentimiento de complicidad sincero, no debemos renunciar a una amistad por miedos o por imposiciones, porque somos nosotras quienes eligen a sus amigos y eligen dejar muy en claro sus sentimientos de amistad, que en nada se parecen a la atracción sexual.
Amistad entre seres del mismo sexo… Amistad entre seres de diferente sexo… ¿Qué diferencia existe? ¿Acaso por ello dejamos de tener corazón? ¿Acaso por ello dejamos de sentir?
Aunque sea más común que nuestros amig@s sean de nuestro mismo sexo, no debemos descartar una amistad con el sexo contrario, porque una amistad va más allá de los niveles de progesterona y testosterona. Una amistad se construye a través del tiempo, a base de esfuerzo y lealtad, de intereses comunes, de convergencias y divergencias.
Nada hay de malo en compartir nuestras vidas con un amigo hombreo una amiga mujer, porque podemos ser biológicamente diferentes, pero el amor que se comparte siempre será el mismo…
¿Puede realmente, un hombre y una mujer, ser amigos? ¿Por cuanto tiempo?
Las críticas nunca faltan, las dudas y escepticismo siempre estará en boca de todos… pero hay hombres y mujeres que son sólo muy buenosamigos.
Las perversiones y prejuicios sociales han construido una barrera casi que impenetrable entre hombres y mujeres. Las relaciones entre ambos sexos tienen que lidiar con el agotado peso de la malicia y los inadecuados comentarios, ya que se encuentra prohibida cualquier tipo de relación que no se relacione con lo familiar o lo amoroso.
La amistad no existe y por costumbre las críticas destructivas salen a relucir: “¿Son amigos? ¡No qué va! ‘amigovios’ tal vez”, “¿Son primos? ¡Ah! “es que entre primos más me arrimo”, “¿amigos? amigo el ratón del queso”. Y así nos la pasamos satanizando y denigrando de las mujeres que se han atrevido a derrotar a los parámetros sexistas y han salido de la época medieval, concibiendo como su mejor amigo a un hombre.
Es cierto que muchas relaciones de amistad entre hombres y mujeres se trasladan al campo romántico y otras tantas sucumben ante el miedo de perder a ése ser especial que nos acompaña. Pero así como el amor romántico puede aflorar, también puede que no lo haga y es allí en donde la amistad encuentra su lugar, su camino, su albor… ¡Las amistades entre hombres y mujeres si existen! Puede que hayan muchas diferencias, que nos sorprendamos con los comentarios de los hombres y que de vez en cuando queramos que sufran una radical conversión hacia lo femenino, pero en el fondo siempre coincidimos en lo más importante: en el respeto y el amor fraterno que nos mantiene unidos como si fuésemos eslabones de una cadena que jamás puede romperse.
Las diferencias de sexo no son verdaderamente relevantes al encontrarnos con un sentimiento de complicidad sincero, no debemos renunciar a una amistad por miedos o por imposiciones, porque somos nosotras quienes eligen a sus amigos y eligen dejar muy en claro sus sentimientos de amistad, que en nada se parecen a la atracción sexual.
Amistad entre seres del mismo sexo… Amistad entre seres de diferente sexo… ¿Qué diferencia existe? ¿Acaso por ello dejamos de tener corazón? ¿Acaso por ello dejamos de sentir?
Aunque sea más común que nuestros amig@s sean de nuestro mismo sexo, no debemos descartar una amistad con el sexo contrario, porque una amistad va más allá de los niveles de progesterona y testosterona. Una amistad se construye a través del tiempo, a base de esfuerzo y lealtad, de intereses comunes, de convergencias y divergencias.
Nada hay de malo en compartir nuestras vidas con un amigo hombreo una amiga mujer, porque podemos ser biológicamente diferentes, pero el amor que se comparte siempre será el mismo…
"¿COMO TERMINAR BIEN UNA RELACION?" (Por Yamila R)
A lo largo de la vida, son incontables las veces que tenemos que enfrentarnos a situaciones difíciles, como lo es una ruptura sentimental.
Romper con la persona que amamos o hemos amado no es fácil, es doloroso, incómodo, y nos destroza el corazón.
¿Cómo hacer para terminar bien una relación? ¿Cómo evitar que duela más de lo estrictamente necesario?
Cualquiera que sean los motivos para romper, no podemos evitar que surjan emociones y sentimientos que en tiempos normales no los hubiéramos imaginado, como culpabilidad, odio, rencor e incluso deseos de venganza. La importancia no está en reprimirlos sino en aprender a manejarlos de la mejor manera, hacer una salida con glamur, con elegancia, cerrar la puerta, pero no dando un portazo.
El paso del amor al desamor:
No es difícil identificar el desamor, la pareja cae en el desencanto, cuando una de las dos partes adopta conductas hostiles y conflictivas, irritación, enojo y cuando lo que antes fueron intereses comunes ya no le interesa a uno de los dos o a los dos. No es difícil intuir que uno o ambos están caminando hacia la puerta imaginaria del “adiós”. Una separación es siempre difícil y dolorosa; y tendemos a creer que todavía se puede rescatar el amor, ese amor que hasta entonces ha sido nuestro mundo, nuestra vida. Siempre habrá muchos motivos de peso para terminar una relación, como la infidelidad por una de las dos partes, que es una de las más comunes. Muchas otras pueden pasar inadvertidas, o preferimos dejarlas pasar como algo sin importancia, las que podrían ser las que a largo plazo acumulen más resentimientos y provoquen mayores heridas.
Señales que nos indican que algo va mal y que podría ir a peor:
Tu pareja atenta contra de la salud mental e integridad física; con agresiones, insultos, humillaciones y manipulaciones.
Cuando uno de los dos le impide o le bloquea a la otra persona, la oportunidad de su desarrollo personal. (Tener amigos/as, comunicación con la familia, manejar su propio dinero, su arreglo personal)
Si ya no hay metas ni proyectos en común y cada uno hace lo propio sin tomar a la otra persona en cuenta.
Es muy difícil finalizar una relación en buenos términos, porque siempre hay uno que se queda llorando, con heridas profundas que llevarán algún tiempo para sanar. Pero más nos quemaría esperar un tiempo más largo intentando salvar lo que ya está más que perdido, pues mientras se intenta salvar la relación, se producen más heridas, más humillaciones y más desamor. Mantener la mayor calma posible puede evitarnos ser agraviadas y agraviar más de la cuenta, y tenemos que recordar a los niños que puedan estar presentes.
Evitemos auto compadecernos delante de la persona que se va (“qué voy hacer sin ti”, “sin ti mi vida no tiene sentido”, etc.)
Deja que la otra persona se exprese y exprésate lo más claro y directo posible:
■ Evita palabras altisonantes, el tono de voz que se utilice determina entrar o no en un intercambio de palabras que pudiera llegar a una sesión de insultos mutuos, lo cual aumentaría más aun, los resentimientos y rencores que serán más difíciles de superar.
■ Asegúrate antes que nada, que la decisión tomada es firme déjalo claro para para evitar así que la otra parte piense que es temporal, o que puede regresar cuando quiera.
No importa quien de los dos de por terminada la relación, siempre habrá emociones y sentimientos encontrados, así como dolor y alivio emocional. Es mejor cerrar un capitulo en tu vida para empezar otro, tómate tu tiempo para sanar, el manipulador es muy dado a pedir perdón, las personas que son agresivas, harán y dirán cualquier cosa para evitar que los dejen, se muestran arrepentidos y repentinamente “cambiados” se justifican con las excusas que se les ocurra, y hasta tratan de hacer sentir culpable a su pareja, para que regrese.
Si una vez fuiste maltratada, recuerda que no lo mereces, se extremadamente cuidadosa si vuelves con la persona, lamentablemente el daño podría ser mucho más grande, aunque no podemos negar que muchas personas, tienen la capacidad de cambiar para mejor cuando ven el peligro de perder a su familia, pero valdría la pena preguntarte a ti misma:
¿Podré amarle de nuevo con la misma intensidad de antes?
¿Podré confiar de nuevo?
¿Me amará como antes? ¿Será mi vida un constante recordar los mismos problemas?
¿Vuelve porque me ama, o porque le conviene?
Es difícil encontrar respuestas a estas preguntas, haz uso de tus instintos, de tu sexto sentido, pero sobretodo, protégete, protege a tu familia y a tus hijos del maltrato y del abuso psicológico, recuerda que el amor más puro y verdadero es el que te das a ti misma.
Romper con la persona que amamos o hemos amado no es fácil, es doloroso, incómodo, y nos destroza el corazón.
¿Cómo hacer para terminar bien una relación? ¿Cómo evitar que duela más de lo estrictamente necesario?
Cualquiera que sean los motivos para romper, no podemos evitar que surjan emociones y sentimientos que en tiempos normales no los hubiéramos imaginado, como culpabilidad, odio, rencor e incluso deseos de venganza. La importancia no está en reprimirlos sino en aprender a manejarlos de la mejor manera, hacer una salida con glamur, con elegancia, cerrar la puerta, pero no dando un portazo.
El paso del amor al desamor:
No es difícil identificar el desamor, la pareja cae en el desencanto, cuando una de las dos partes adopta conductas hostiles y conflictivas, irritación, enojo y cuando lo que antes fueron intereses comunes ya no le interesa a uno de los dos o a los dos. No es difícil intuir que uno o ambos están caminando hacia la puerta imaginaria del “adiós”. Una separación es siempre difícil y dolorosa; y tendemos a creer que todavía se puede rescatar el amor, ese amor que hasta entonces ha sido nuestro mundo, nuestra vida. Siempre habrá muchos motivos de peso para terminar una relación, como la infidelidad por una de las dos partes, que es una de las más comunes. Muchas otras pueden pasar inadvertidas, o preferimos dejarlas pasar como algo sin importancia, las que podrían ser las que a largo plazo acumulen más resentimientos y provoquen mayores heridas.
Señales que nos indican que algo va mal y que podría ir a peor:
Tu pareja atenta contra de la salud mental e integridad física; con agresiones, insultos, humillaciones y manipulaciones.
Cuando uno de los dos le impide o le bloquea a la otra persona, la oportunidad de su desarrollo personal. (Tener amigos/as, comunicación con la familia, manejar su propio dinero, su arreglo personal)
Si ya no hay metas ni proyectos en común y cada uno hace lo propio sin tomar a la otra persona en cuenta.
Es muy difícil finalizar una relación en buenos términos, porque siempre hay uno que se queda llorando, con heridas profundas que llevarán algún tiempo para sanar. Pero más nos quemaría esperar un tiempo más largo intentando salvar lo que ya está más que perdido, pues mientras se intenta salvar la relación, se producen más heridas, más humillaciones y más desamor. Mantener la mayor calma posible puede evitarnos ser agraviadas y agraviar más de la cuenta, y tenemos que recordar a los niños que puedan estar presentes.
Evitemos auto compadecernos delante de la persona que se va (“qué voy hacer sin ti”, “sin ti mi vida no tiene sentido”, etc.)
Deja que la otra persona se exprese y exprésate lo más claro y directo posible:
■ Evita palabras altisonantes, el tono de voz que se utilice determina entrar o no en un intercambio de palabras que pudiera llegar a una sesión de insultos mutuos, lo cual aumentaría más aun, los resentimientos y rencores que serán más difíciles de superar.
■ Asegúrate antes que nada, que la decisión tomada es firme déjalo claro para para evitar así que la otra parte piense que es temporal, o que puede regresar cuando quiera.
No importa quien de los dos de por terminada la relación, siempre habrá emociones y sentimientos encontrados, así como dolor y alivio emocional. Es mejor cerrar un capitulo en tu vida para empezar otro, tómate tu tiempo para sanar, el manipulador es muy dado a pedir perdón, las personas que son agresivas, harán y dirán cualquier cosa para evitar que los dejen, se muestran arrepentidos y repentinamente “cambiados” se justifican con las excusas que se les ocurra, y hasta tratan de hacer sentir culpable a su pareja, para que regrese.
Si una vez fuiste maltratada, recuerda que no lo mereces, se extremadamente cuidadosa si vuelves con la persona, lamentablemente el daño podría ser mucho más grande, aunque no podemos negar que muchas personas, tienen la capacidad de cambiar para mejor cuando ven el peligro de perder a su familia, pero valdría la pena preguntarte a ti misma:
¿Podré amarle de nuevo con la misma intensidad de antes?
¿Podré confiar de nuevo?
¿Me amará como antes? ¿Será mi vida un constante recordar los mismos problemas?
¿Vuelve porque me ama, o porque le conviene?
Es difícil encontrar respuestas a estas preguntas, haz uso de tus instintos, de tu sexto sentido, pero sobretodo, protégete, protege a tu familia y a tus hijos del maltrato y del abuso psicológico, recuerda que el amor más puro y verdadero es el que te das a ti misma.
"CRECER NO ES UNA TAREA SENCILLA" (Por Yamila R)
Avances, retrocesos, desilusiones, esperanzas y mucho dolor acompañan el proceso vital del hombre en este mundo, proceso cuyo sentido último es el de la evolución del espíritu.
En este trayecto forzosamente existirán personas que nos lastimen, que nos nieguen aquello que deseamos, que no nos comprendan o incluso que nos traicionen.
Se trate de una herida emocional que nos hayan provocado nuestros padres, un amor que nos ha olvidado o de un amigo que no ha sabido actuar con lealtad, todos hemos sufrido alguna vez por causa de otra persona.
Ahora bien:
¿Qué sentimos por ese que nos dañó?¿Intentamos alguna vez comprender porqué actuó de ese modo?¿Somos capaces de olvidar la ofensa sufrida? ¿Sabemos perdonar?
Cuando las cicatrices no logran cerrarse y el rencor continúa anidando en nuestro espíritu, su energía actúa como un veneno.
Muchas de nuestras enfermedades se deben a esta contaminación energética, a la ira permanente, a los pensamientos de venganza y destrucción que ocupan nuestra mente.
También muchos de nuestros fracasos nacen en este aferrarse a dolores pasados porque allí donde existe el resentimiento difícilmente pueda florecer una actitud positiva hacia los demás.
Por eso, para curarnos, debemos perdonar.Perdonar a quien nos olvidó.Perdonar a quien nos agredió.Perdonar a quien destruyó lo que amábamos.Enviar luz y paz para que la luz y la paz regresen a nosotros.
Perdonarnos a nosotros mismos. Aceptar y cuidar al niño asustado, enojado o confundido que llevamos dentro y rodearlo de un infinito amor. Convertirnos en amor para que el amor sea.
Y entonces así, crecer libres de toda atadura y de todo miedo:
Crecer en felicidad.
"No importa cuantas veces caíste, si cada vez te volviste a levantar, el éxito en la vida no consiste en la prisa de correr, sino, en llegar.
No importa si perdiste una partida, acepta que ganaste en experiencia, la lucha de la carrera de la vida no es de rapidez, si no, de resistencia.
No importa dónde, cómo, ni por qué, ten en medio del error cometido la grandeza de decir... ME EQUIVOQUÉ! y si caíste estando a punto de llegar, ten el miedo de darte por vencido... y el valor de volver a comenzar...
En este trayecto forzosamente existirán personas que nos lastimen, que nos nieguen aquello que deseamos, que no nos comprendan o incluso que nos traicionen.
Se trate de una herida emocional que nos hayan provocado nuestros padres, un amor que nos ha olvidado o de un amigo que no ha sabido actuar con lealtad, todos hemos sufrido alguna vez por causa de otra persona.
Ahora bien:
¿Qué sentimos por ese que nos dañó?¿Intentamos alguna vez comprender porqué actuó de ese modo?¿Somos capaces de olvidar la ofensa sufrida? ¿Sabemos perdonar?
Cuando las cicatrices no logran cerrarse y el rencor continúa anidando en nuestro espíritu, su energía actúa como un veneno.
Muchas de nuestras enfermedades se deben a esta contaminación energética, a la ira permanente, a los pensamientos de venganza y destrucción que ocupan nuestra mente.
También muchos de nuestros fracasos nacen en este aferrarse a dolores pasados porque allí donde existe el resentimiento difícilmente pueda florecer una actitud positiva hacia los demás.
Por eso, para curarnos, debemos perdonar.Perdonar a quien nos olvidó.Perdonar a quien nos agredió.Perdonar a quien destruyó lo que amábamos.Enviar luz y paz para que la luz y la paz regresen a nosotros.
Perdonarnos a nosotros mismos. Aceptar y cuidar al niño asustado, enojado o confundido que llevamos dentro y rodearlo de un infinito amor. Convertirnos en amor para que el amor sea.
Y entonces así, crecer libres de toda atadura y de todo miedo:
Crecer en felicidad.
"No importa cuantas veces caíste, si cada vez te volviste a levantar, el éxito en la vida no consiste en la prisa de correr, sino, en llegar.
No importa si perdiste una partida, acepta que ganaste en experiencia, la lucha de la carrera de la vida no es de rapidez, si no, de resistencia.
No importa dónde, cómo, ni por qué, ten en medio del error cometido la grandeza de decir... ME EQUIVOQUÉ! y si caíste estando a punto de llegar, ten el miedo de darte por vencido... y el valor de volver a comenzar...
"SANAR LAS HERIDAS DEL CORAZON" (Por Staff Knight Man)
Cuando el corazón esta cargado de algún tipo de sentimiento, bien sea amor, rabia, depresión, alegría o cualquier otro sentimiento positivo o negativo, esto de alguna forma debemos canalizarlo y llevarlo hacia nuestro exterior, que quiero decir con esto nunca dejarlo dentro de nuestros corazones porque podría hacernos daño, claro cuando hablamos de sentimientos hermosos o positivos esto nos resulta fácil de hacer, pero cuando hablamos de sentimientos negativos como una fuerte depresión, rabia o tristeza es ahí donde a veces empezamos a sentir desespero, confusión, es donde los demonios se apoderan de nosotros y quieren que lleguemos al borde del abismo, en oportunidades yo he recurrido donde grandes amigos y me confieso, expulso todo lo que siento y descargo ese peso que queda muy adentro del corazón, claro siempre quedan las heridas, pero aliviamos mucho el dolor, ahora cuando no hay nadie que pueda escucharnos o somos de aquellos que nos encerramos en si mismo y nos gusta poco canalizar al mundo externo este sentimiento, siempre hay solución para todo tomate unos largos minutos bien sea en tu computador o en cualquier sitio con una libreta y escribe todo lo que sientes, no importa el orden ni las ideas, eso solo lo entenderás tu porque así llega de golpe en tu corazón, escríbelo así como sientas, descarga todo, ese será tu psicólogo de momento, por supuesto no tendrás un mensaje de retorno, un consejo o una respuesta inmediata, pero te queda el gran alivio de sacar todo ese peso de tu corazón.
Ahora bien sabemos que Dios siempre tiene respuesta a todo, si hacemos su voluntad, lo cual esta escrita en la Biblia, muy pocas veces nos ocurrirá este tipo de cosas y digo muy pocas veces porque vivimos en un mundo dominado por los demonios (placeres, pecados, ambiciones, etc.) y siempre estaremos expuesto a sentirnos afectados emocionalmente por cualquier situación que nos rodea.
Entonces hacer la voluntad de Dios, hacer las cosas que sean de su total agrado, no dejar en nuestros corazones esos sentimientos negativos que puedan atormentarnos, ir y comentarlo con los amigos, con un profesional o simplemente escribirlo en algún lugar y luego desecharlo aliviará el peso que pueda tanto agoviarnos internamente y sanará de inmediato la herida, desecha lo negativo que pueda haber en tu corazón y saldrás del mal momento, tendrás ganas nuevamente de vivir y emprender el camino a la felicidad.
Ahora bien sabemos que Dios siempre tiene respuesta a todo, si hacemos su voluntad, lo cual esta escrita en la Biblia, muy pocas veces nos ocurrirá este tipo de cosas y digo muy pocas veces porque vivimos en un mundo dominado por los demonios (placeres, pecados, ambiciones, etc.) y siempre estaremos expuesto a sentirnos afectados emocionalmente por cualquier situación que nos rodea.
Entonces hacer la voluntad de Dios, hacer las cosas que sean de su total agrado, no dejar en nuestros corazones esos sentimientos negativos que puedan atormentarnos, ir y comentarlo con los amigos, con un profesional o simplemente escribirlo en algún lugar y luego desecharlo aliviará el peso que pueda tanto agoviarnos internamente y sanará de inmediato la herida, desecha lo negativo que pueda haber en tu corazón y saldrás del mal momento, tendrás ganas nuevamente de vivir y emprender el camino a la felicidad.
"DIOS NUNCA TE ABANDONA" (Por Marisol N)
Tenemos que pasar por la obscuridad para luego ver la luz ... Y es que a veces creemos que cuando atravesamos momentos difíciles - una enfermedad, la pérdida de un ser querido, un problema económico, una desilusión amorosa, etc. - que Dios nos ha abandonado, que no nos ama, que nos ha olvidado, y un sin fin de cosas, y experimentamos sentimientos de angustia, tristeza y hasta rebeldía, llegando incluso en casos extremos a renegar de la existencia de Dios. Pues déjame decirte que, precisamente en aquellos momentos de mayor tribulación y desesperación Dios está contigo, ¡sí! Dios está a tu lado. Que cuando sientes que tu cruz es demasiado pesada y ya no puedes más, Él te tomará en sus brazos y te dará la tibieza de su regazo y de su amor infinito, porque Dios nunca nos abandona, solo nos pone a prueba para conocer que tan grande es nuestra fe, nuestra convicción y nuestra confianza ... Él es nuestro Padre Celestial y como tal cuida de sus hijos con amor incomparable. Si cuida de las aves, los peces y de toda la hermosa creación ...¡Cómo no ha de cuidar de sus hijos predilectos! Somos nosotros los que nos olvidamos de Él, los que lo abandonamos y buscamos sólo cuando lo necesitamos, cuando estamos en momentos de gran dificultad.
Si ese es tu caso, y en este mismo instante estas pasando por uno de los momentos más críticos de tu vida, no lo pienses más y aférrate a Dios con todas las fuerzas de tu ser, aférrate a Él y entrégale todos tus problemas y tus necesidades ... Pero sobre todo, entrégale tu corazón, abandónate en sus santas manos y deja que Él actúe, deja que obre de acuerdo a su voluntad ... No lo presiones, ni le dirijas una oración angustiada, como diciéndole lo que tiene que hacer ... Sólo ábrele las puertas de tu corazón y deja que Él entre en tu vida y tome posesión de ella y te conduzca de su mano por los caminos que Él ha señalado para tí, porque Él sabe que es lo mejor para tu vida.
Si de algo te sirven mis palabras, habla con Dios a través de la oración, y haz de este medio maravilloso de comunicación la vía infalible para tener un lazo, un contacto permanente con Él. No dejes que el dolor, por grande que este sea, te acaben y te conviertan en una persona incrédula, irritable y desconfiada ... Tú tienes la decisión en tus manos, piensa que Dios te envía pruebas muy duras, no para alejarte de Él, sino todo lo contrario, para acercarte más a Él, y que a partir de ese momento lo hagas tu amigo inseparable, un amigo como no hay otro, que está dispuesto a escucharte y abrirte sus brazos las 24 horas del día ... un amigo al que puedes acudir sin temor ni recelo alguno, porque Dios es Amor, y ÉL quiere compartir ese amor contigo para siempre ... ¡Recuérdalo ! la decisión está en tus manos.
Si ese es tu caso, y en este mismo instante estas pasando por uno de los momentos más críticos de tu vida, no lo pienses más y aférrate a Dios con todas las fuerzas de tu ser, aférrate a Él y entrégale todos tus problemas y tus necesidades ... Pero sobre todo, entrégale tu corazón, abandónate en sus santas manos y deja que Él actúe, deja que obre de acuerdo a su voluntad ... No lo presiones, ni le dirijas una oración angustiada, como diciéndole lo que tiene que hacer ... Sólo ábrele las puertas de tu corazón y deja que Él entre en tu vida y tome posesión de ella y te conduzca de su mano por los caminos que Él ha señalado para tí, porque Él sabe que es lo mejor para tu vida.
Si de algo te sirven mis palabras, habla con Dios a través de la oración, y haz de este medio maravilloso de comunicación la vía infalible para tener un lazo, un contacto permanente con Él. No dejes que el dolor, por grande que este sea, te acaben y te conviertan en una persona incrédula, irritable y desconfiada ... Tú tienes la decisión en tus manos, piensa que Dios te envía pruebas muy duras, no para alejarte de Él, sino todo lo contrario, para acercarte más a Él, y que a partir de ese momento lo hagas tu amigo inseparable, un amigo como no hay otro, que está dispuesto a escucharte y abrirte sus brazos las 24 horas del día ... un amigo al que puedes acudir sin temor ni recelo alguno, porque Dios es Amor, y ÉL quiere compartir ese amor contigo para siempre ... ¡Recuérdalo ! la decisión está en tus manos.
"EL ARBOL DE LOS AMIGOS" (Por Reinaldo Guzman)
Existen personas en nuestras vidas que nos hacen felices por la simple casualidad de haberse cruzado en nuestro camino.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar y hay otras que apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papa y nuestra amiga mama, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos
hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros y luego pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma y del corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz y lo que necesitamos sin que se lo pidamos.
A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces nos hemos enamorado y tenemos un amigo enamorado. Ese amigo da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a
nuestros pies.
Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.
También hay amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra y aunque no los vemos seguido están siempre cerca en nuestro
corazón.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestras
vidas.
Cada persona que pasa en nuestra vida es única y siempre, siempre, deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor y salud, hoy y siempre.
Sin embargo, habrá también los que se llevarán mucho y, habrá de los que no nos dejaran casi nada. Esta es la situación en la que se comprueba que dos almas no se encuentran por casualidad.
Algunas recorren el camino a nuestro lado, viendo muchas lunas pasar y hay otras que apenas vemos entre un paso y otro. A todas las llamamos amigos y hay muchas clases de ellos.
Tal vez cada hoja de un árbol caracteriza uno de nuestros amigos. El primero que nace del brote es nuestro amigo papa y nuestra amiga mama, que nos muestran lo que es la vida. Después vienen los amigos
hermanos, con quienes dividimos nuestro espacio para que puedan florecer como nosotros y luego pasamos a conocer a toda la familia de hojas a quienes respetamos y deseamos el bien.
Mas el destino nos presenta a otros amigos, los cuales no sabíamos que irían a cruzarse en nuestro camino. A muchos de ellos los denominamos amigos del alma y del corazón. Son sinceros, son verdaderos. Saben cuando no estamos bien, saben lo que nos hace feliz y lo que necesitamos sin que se lo pidamos.
A veces uno de esos amigos del alma estalla en nuestro corazón y entonces nos hemos enamorado y tenemos un amigo enamorado. Ese amigo da brillo a nuestros ojos, música a nuestros labios, saltos a
nuestros pies.
Más también hay de aquellos amigos por un tiempo, tal vez unas vacaciones o unos días o unas horas. Ellos acostumbran a colocar muchas sonrisas en nuestro rostro, durante el tiempo que estamos cerca.
También hay amigos distantes, aquellos que están en la punta de las ramas y que cuando el viento sopla siempre aparecen entre una hoja y otra y aunque no los vemos seguido están siempre cerca en nuestro
corazón.
El tiempo pasa, el verano se va, el otoño se aproxima y perdemos algunas de nuestras hojas, algunas nacen en otro verano y otras permanecen por muchas estaciones. Pero lo que nos deja más felices es que las que cayeron continúan cerca, alimentando nuestra raíz con alegría. Son recuerdos de momentos maravillosos de cuando se cruzaron en nuestras
vidas.
Cada persona que pasa en nuestra vida es única y siempre, siempre, deja un poco de sí y se lleva un poco de nosotros.
Te deseo, hoja de mi árbol, paz, amor y salud, hoy y siempre.
Sin embargo, habrá también los que se llevarán mucho y, habrá de los que no nos dejaran casi nada. Esta es la situación en la que se comprueba que dos almas no se encuentran por casualidad.
"¿VIVIR PARA TRABAJAR O TRABAJAR PARA VIVIR?" (Por Futuro PR)
Hay muchas personas en nuestra sociedad a las que el trabajo les absorbe poco a poco, hasta que llega un punto extremo en el que parece que se vive exclusivamente para trabajar en lugar de trabajar para vivir. En cierto modo a todos nos ha pasado alguna vez.
Parece que la vida social de la persona termina siendo anulada, prevalece el trabajo y todos los problemas que se encuentran en torno a él, a esto tenemos que añadir los problemas personales, al final se trata de una vida cargada de trabajo, estrés, problemas y el papel social del individuo, el aspecto lúdico o sentimental, parecen desaparecer. Sufrir adicción al trabajo trae serias consecuencias que se pagan cuanto más se avanza en esta línea laboral, la vida social desaparece, aparecen problemas musculares y digestivos, problemas psicológicos…
La adicción al trabajo es una realidad, es un trastorno, un desequilibrio, algo de lo que muchos podemos sufrir sin darnos cuenta, creyendo que estamos actuando de un modo normal. Existe un pequeño test que te puede ayudar a descubrir si padeces esta adicción. Fue creado por el doctor Ricardo Sotillo exclusivamente para detectarla. Se trata de un cuestionario muy sencillo en el que se proporcionan diez preguntas y tres respuestas posibles para cada pregunta.
Según el doctor Sotillo, es difícil determinar qué personalidad es más propensa a padecer este problema, pero quienes lo padecen mayoritariamente coinciden en una característica, se trata de personas competitivas o que ostentan determinados cargos de responsabilidad. Como en muchas adicciones o problemas, lo más importante para que se pueda solucionar es que quien lo sufre tome conciencia y reconozca su problema, ese es un primer paso.
El segundo será buscar ayuda e intentar relacionarse, la sociabilidad es una gran compañera para luchar contra el síndrome del trabajo. Empezar a hacer ejercicio físico regularmente contribuirá también a solucionar el desequilibrio. Os proponemos realizar el test y compartir con nosotros el resultado:
1.¿Tienes un horario determinado que cumples regularmente?
A) Sé cuando entro, jamás cuando salgo.
B) A veces.
C) Sí, siempre.
2.¿Sueles llevarte alguna lectura o informe laboral a tu casa?
A) Sí, casi todos los días
B) A veces, en fin de semana
C) Mis lecturas las encuentro en la biblioteca.
3.¿Te llaman por teléfono de tu trabajo a tu casa?
A) Sí, casi todos los días
B) A veces
C) Si me llaman, es porque ocurrió algo extraordinario.
4.¿Sientes que haces algo incorrecto cuando te vas del trabajo a la hora de salida del resto de personas?
A) Sí, es como si me estuviera escapando
B) A veces.
C) Siento que me voy con los deberes hechos.
5.¿Tienes en tu agenda más teléfonos de colegas del trabajo que de amigos?
A) Sí.
B) Mitad y mitad
C) Tengo los de un par de colegas. El resto son de amigos.
6.¿Las vacaciones te resultan interminables a partir de la primera semana?
A) Sí, pero me consuelo pensando que ya falta menos para volver.
B) No.
C) Me resultan cortas.
7.¿Te quejas continuamente de que te falta tiempo?
A) Sí, es una costumbre
B) A veces, cuando tengo muchas cosas que hacer.
C) La verdad es que siempre me las arreglo.
8.¿Tus conversaciones suelen ser sobre el trabajo o predominan otros temas: hobbies, deportes, sociedad, cultura, política?
A) Es que mi trabajo no me deja tiempo para otra cosa.
B) Depende, si estoy con colegas, sí.
C) ¿Trabajo? ¿Qué es eso?
9.-¿Te planteas o reconoces que el trabajo te requiere continuamente?
A) Sí, pero si no estoy yo, no hay quien lo haga.
B) A veces.
C) Nunca me lo planteé.
10.- ¿Te parece que te falta algo si dejas olvidado tu portafolio en la oficina?
A) Por supuesto; la mayoría de las veces vuelvo a buscarlo.
B) Depende si me he dejado algo importante.
C) Sí, que me falta peso, jajaja.
Bien, ahora deberás hacer la siguiente operación, suma los resultados marcados con la respuesta A y multiplica por 5, suma los resultados B y multiplica por 2 y finalmente las C por 0. Suma el total.
Una puntuación entre 30 y 50 puntos te indica que debes cambiar de trabajo ya que éste te está cambiando y estás dejando de ser quien eras antaño.
Una puntuación entre 10 y 30 puntos indica que estás dentro de la media normal, manteniendo siempre un cierto equilibrio entre la vida laboral y la privada.
Difícilmente podrás sacar una puntuación entre 0 y 10 y más en la sociedad en la que nos encontramos, sería una rareza entre miles o quizás porque eres inmensamente rico y vago.
Parece que la vida social de la persona termina siendo anulada, prevalece el trabajo y todos los problemas que se encuentran en torno a él, a esto tenemos que añadir los problemas personales, al final se trata de una vida cargada de trabajo, estrés, problemas y el papel social del individuo, el aspecto lúdico o sentimental, parecen desaparecer. Sufrir adicción al trabajo trae serias consecuencias que se pagan cuanto más se avanza en esta línea laboral, la vida social desaparece, aparecen problemas musculares y digestivos, problemas psicológicos…
La adicción al trabajo es una realidad, es un trastorno, un desequilibrio, algo de lo que muchos podemos sufrir sin darnos cuenta, creyendo que estamos actuando de un modo normal. Existe un pequeño test que te puede ayudar a descubrir si padeces esta adicción. Fue creado por el doctor Ricardo Sotillo exclusivamente para detectarla. Se trata de un cuestionario muy sencillo en el que se proporcionan diez preguntas y tres respuestas posibles para cada pregunta.
Según el doctor Sotillo, es difícil determinar qué personalidad es más propensa a padecer este problema, pero quienes lo padecen mayoritariamente coinciden en una característica, se trata de personas competitivas o que ostentan determinados cargos de responsabilidad. Como en muchas adicciones o problemas, lo más importante para que se pueda solucionar es que quien lo sufre tome conciencia y reconozca su problema, ese es un primer paso.
El segundo será buscar ayuda e intentar relacionarse, la sociabilidad es una gran compañera para luchar contra el síndrome del trabajo. Empezar a hacer ejercicio físico regularmente contribuirá también a solucionar el desequilibrio. Os proponemos realizar el test y compartir con nosotros el resultado:
1.¿Tienes un horario determinado que cumples regularmente?
A) Sé cuando entro, jamás cuando salgo.
B) A veces.
C) Sí, siempre.
2.¿Sueles llevarte alguna lectura o informe laboral a tu casa?
A) Sí, casi todos los días
B) A veces, en fin de semana
C) Mis lecturas las encuentro en la biblioteca.
3.¿Te llaman por teléfono de tu trabajo a tu casa?
A) Sí, casi todos los días
B) A veces
C) Si me llaman, es porque ocurrió algo extraordinario.
4.¿Sientes que haces algo incorrecto cuando te vas del trabajo a la hora de salida del resto de personas?
A) Sí, es como si me estuviera escapando
B) A veces.
C) Siento que me voy con los deberes hechos.
5.¿Tienes en tu agenda más teléfonos de colegas del trabajo que de amigos?
A) Sí.
B) Mitad y mitad
C) Tengo los de un par de colegas. El resto son de amigos.
6.¿Las vacaciones te resultan interminables a partir de la primera semana?
A) Sí, pero me consuelo pensando que ya falta menos para volver.
B) No.
C) Me resultan cortas.
7.¿Te quejas continuamente de que te falta tiempo?
A) Sí, es una costumbre
B) A veces, cuando tengo muchas cosas que hacer.
C) La verdad es que siempre me las arreglo.
8.¿Tus conversaciones suelen ser sobre el trabajo o predominan otros temas: hobbies, deportes, sociedad, cultura, política?
A) Es que mi trabajo no me deja tiempo para otra cosa.
B) Depende, si estoy con colegas, sí.
C) ¿Trabajo? ¿Qué es eso?
9.-¿Te planteas o reconoces que el trabajo te requiere continuamente?
A) Sí, pero si no estoy yo, no hay quien lo haga.
B) A veces.
C) Nunca me lo planteé.
10.- ¿Te parece que te falta algo si dejas olvidado tu portafolio en la oficina?
A) Por supuesto; la mayoría de las veces vuelvo a buscarlo.
B) Depende si me he dejado algo importante.
C) Sí, que me falta peso, jajaja.
Bien, ahora deberás hacer la siguiente operación, suma los resultados marcados con la respuesta A y multiplica por 5, suma los resultados B y multiplica por 2 y finalmente las C por 0. Suma el total.
Una puntuación entre 30 y 50 puntos te indica que debes cambiar de trabajo ya que éste te está cambiando y estás dejando de ser quien eras antaño.
Una puntuación entre 10 y 30 puntos indica que estás dentro de la media normal, manteniendo siempre un cierto equilibrio entre la vida laboral y la privada.
Difícilmente podrás sacar una puntuación entre 0 y 10 y más en la sociedad en la que nos encontramos, sería una rareza entre miles o quizás porque eres inmensamente rico y vago.
"UN VERDADERO AMIGO EN LAS BUENAS Y EN LAS MALAS" (Por Marisol N)
Algo difícil, al parecer ¿verdad? Como buenos amigos, si es que nos consideramos así, debemos actuar así, siempre cuando tenemos problemas o estamos felices por algún motivo por lo general lo que queremos es compartirlo con alguien. Cuando estamos pasando por un mal momento lo que mas necesitamos es desahogarnos con alguien, ese alguien puede ser un mejor amigo, porque esta demás decir que nunca va a ser igual que nos escuche un buen y mejor amigo a que nos escuche un familiar, esta claro que todo depende de la situación y el motivo.
Pero siempre en cada ocasión es necesario contar con un apoyo. Muchos preferimos estar solos y más cuando se trata de algo malo, preferimos la soledad y el silencio, pero ¿¿cual es el problema de esto?? Es que nos trabaja mucho la cabeza y claro esta que dos piensan más que una, además la soledad no siempre es buena, porque tenemos demasiado tiempo para pensar y podemos llegar a cualquier conclusión. Por eso siempre es bueno compartir todo aquello que nos inquieta. Pero eso si como siempre digo hay que saber a quien contarle las cosas, a quien fiarle las cosas, eso es muy importante.
Creo que a muchos nos ha tocado estar en esta situación, y muchas veces nos involucramos tal ves demasiado. Pero a lo que voy es que podemos dar consejos, no meternos enteramente ya que podemos salir perjudicados, pero si dar un buen consejo o decir lo que pensamos. Esta claro que nosotros también tenemos nuestros problemas pero ahí es cuando podemos darnos cuanta de quienes son nuestros verdaderos amigos. Porque si, todos podemos decir (yo tengo millones de amigos) pero a la hora de la verdad hay que ver cuantos de esos millones pueden ser llamados verdaderos amigos. Porque compartir cada día con ellos no es lo mismo que sentir que están a tu lado cuando los necesitas. Así que el consejo que les puedo dar es que reflexionemos sobre cada uno de ellos, de esos que consideramos AMIGOS…
Pero siempre en cada ocasión es necesario contar con un apoyo. Muchos preferimos estar solos y más cuando se trata de algo malo, preferimos la soledad y el silencio, pero ¿¿cual es el problema de esto?? Es que nos trabaja mucho la cabeza y claro esta que dos piensan más que una, además la soledad no siempre es buena, porque tenemos demasiado tiempo para pensar y podemos llegar a cualquier conclusión. Por eso siempre es bueno compartir todo aquello que nos inquieta. Pero eso si como siempre digo hay que saber a quien contarle las cosas, a quien fiarle las cosas, eso es muy importante.
Creo que a muchos nos ha tocado estar en esta situación, y muchas veces nos involucramos tal ves demasiado. Pero a lo que voy es que podemos dar consejos, no meternos enteramente ya que podemos salir perjudicados, pero si dar un buen consejo o decir lo que pensamos. Esta claro que nosotros también tenemos nuestros problemas pero ahí es cuando podemos darnos cuanta de quienes son nuestros verdaderos amigos. Porque si, todos podemos decir (yo tengo millones de amigos) pero a la hora de la verdad hay que ver cuantos de esos millones pueden ser llamados verdaderos amigos. Porque compartir cada día con ellos no es lo mismo que sentir que están a tu lado cuando los necesitas. Así que el consejo que les puedo dar es que reflexionemos sobre cada uno de ellos, de esos que consideramos AMIGOS…
"NO DEJES QUE TU ORGULLO PUEDA MAS QUE TU CORAZON" (Por Marisol N)
Hubo una vez dos mejores amigos. Ellos eran inseparables, eran una sola alma. Por alguna razón sus caminos tomaron dos rumbos distintos y se separaron.
Y ESTO INICIO ASÍ:
Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de ayer, después de 10 años, que caminando por la calle me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi amigo. En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró a los ojos diciendo: murió ayer… Nosupe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo había muerto.
Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida, siempre jugábamos ahí mi amigo y yo. Me senté y ella comenzó a contarme la triste historia. Hace 2 años le diagnosticaron una rara enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de sangre durante 3 meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?, sí, lo sé, igual que la tuya…
Estuvimos buscando donadores y al fin encontramos a un señor vagabundo.
Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no quiso recibir la sangre del vagabundo. Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches: no lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá… Así pasaron los meses, y todas las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú sentado y oraba para que te acordaras de él y vinieras a la mañana siguiente. Así acabó su vida y en la última noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo me dijo: madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá, pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que está en mi cajón.
La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía:
Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero no importa, lo importante es que viniste. Ahora te estoy esperando en otro sitio espero que tardes en llegar, pero mientras tanto quiero decirte que todas las noches oraré por ti y desde el cielo te estaré cuidando mi querido mejor amigo. ¡Ah, por cierto, ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? sí, fue porque no te quise prestar mi pelota nueva, jaja, qué tiempos… éramos insoportables, bueno pues quiero decirte que te la regalo y espero que te guste mucho. Te quiere mucho: tu amigo por siempre.
‘No dejes que tu orgullo pueda más que tú corazón…
La amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final’
Y ESTO INICIO ASÍ:
Yo nunca volví a saber de mi amigo hasta el día de ayer, después de 10 años, que caminando por la calle me encontré a su madre. La saludé y le pregunté por mi amigo. En ese momento sus ojos se llenaron de lágrimas y me miró a los ojos diciendo: murió ayer… Nosupe qué decir, ella me seguía mirando y pregunté cómo había muerto.
Ella me invitó a su casa, al llegar allí me ofreció sentarme en la sala vieja donde pasé gran parte de mi vida, siempre jugábamos ahí mi amigo y yo. Me senté y ella comenzó a contarme la triste historia. Hace 2 años le diagnosticaron una rara enfermedad, y su cura era recibir cada mes una transfusión de sangre durante 3 meses, pero ¿recuerdas que su sangre era muy rara?, sí, lo sé, igual que la tuya…
Estuvimos buscando donadores y al fin encontramos a un señor vagabundo.
Tu amigo, como te acordarás, era muy testarudo, no quiso recibir la sangre del vagabundo. Él decía que de la única persona que recibiría sangre sería de ti, pero no quiso que te buscáramos, él decía todas las noches: no lo busquen, estoy seguro que mañana si vendrá… Así pasaron los meses, y todas las noches se sentaba en esa misma silla donde estás tú sentado y oraba para que te acordaras de él y vinieras a la mañana siguiente. Así acabó su vida y en la última noche de su vida, estaba muy mal, y sonriendo me dijo: madre mía, yo sé que pronto mi amigo vendrá, pregúntale por qué tardó tanto y dale esa nota que está en mi cajón.
La señora se levantó, regresó y me entregó la nota que decía:
Amigo mío, sabía que vendrías, tardaste un poco pero no importa, lo importante es que viniste. Ahora te estoy esperando en otro sitio espero que tardes en llegar, pero mientras tanto quiero decirte que todas las noches oraré por ti y desde el cielo te estaré cuidando mi querido mejor amigo. ¡Ah, por cierto, ¿te acuerdas por qué nos distanciamos? sí, fue porque no te quise prestar mi pelota nueva, jaja, qué tiempos… éramos insoportables, bueno pues quiero decirte que te la regalo y espero que te guste mucho. Te quiere mucho: tu amigo por siempre.
‘No dejes que tu orgullo pueda más que tú corazón…
La amistad es como el mar, se ve el principio pero no el final’
"LA FURIA Y LA TRISTEZA" (Por Reinaldo Guzman)
En un reino encantado donde los hombres nunca pueden llegar, o quizás donde los hombres transitan eternamente sin darse cuenta...
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...
Había una vez...
Un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristez
En un reino mágico, donde las cosas no tangibles, se vuelven concretas...
Había una vez...
Un estanque maravilloso.
Era una laguna de agua cristalina y pura donde nadaban peces de todos los colores existentes y donde todas las tonalidades del verde se reflejaban permanentemente...
Hasta ese estanque mágico y transparente se acercaron a bañarse haciéndose mutua compañía, la tristeza y la furia.
Las dos se quitaron sus vestimentas y desnudas, las dos, entraron al estanque.
La furia, apurada (como siempre está la furia), urgida -sin saber por qué- se baño rápidamente y más rápidamente aún salió del agua...
Pero la furia es ciega, o por lo menos, no distingue claramente la realidad, así que desnuda y apurada, se puso, al salir, la primera ropa que encontró...
Y sucedió que esa ropa no era la suya, sino la de la tristeza...
Y así vestida de tristeza, la furia se fue.
Muy calma, y muy serena, dispuesta como siempre, a quedarse en el lugar donde está, la tristeza terminó su baño y sin ningún apuro (o mejor dicho sin conciencia del paso del tiempo), con pereza y lentamente, salió del estanque.
En la orilla encontró que su ropa ya no estaba.
Como todos sabemos, si hay algo que a la tristeza no le gusta es quedar al desnudo, así que se puso la única ropa que había junto al estanque, la ropa de la furia.
Cuentan que desde entonces, muchas veces uno se encuentra con la furia, ciega, cruel, terrible y enfadada, pero si nos damos el tiempo de mirar bien, encontramos que esta furia que vemos, es sólo un disfraz, y que detrás del disfraz de la furia, en realidad... está escondida la tristez
"ABRAZAR EL DOLOR" (Por Yamila R)
Cuando el dolor llega a nuestras vidas, lo hace con sufrimiento, lágrimas, tristeza y fantasmas del pasado…
Quisiéramos no tener que sufrir nunca, pero el dolor es inevitable, es parte de la vida. Y aunque no nos guste, también trae cosas positivas a nuestra vida: oportunidad de cambios, crecimiento y de disfrutar de mayores victorias.
Hay tal vez muchas, algunas o pocas cosas que nos hacen sufrir, que nos hacen derramar lágrimas amargas de tristeza que nos convierten en fantasmas, fantasmas de nuestras propias vidas.
Muchas mujeres deciden ahogarse en su propio mar y decaen ante el dolor emocional; otras, deciden encerrarse en su mundo de decepciones y vivir perpetuamente en el pasado; unas cuantas optan por culpabilizarse de todo o culpar a los demás… ¿qué te pides
El dolor es una alarma, un síntoma que nos dice que hay algo que hace que nuestro espíritu se envuelva en mil ataduras. Si algo duele, es porque debemos cambiar algo de nuestro corazón. Por lo general, cuando acercamos nuestras manos al fuego, nuestro cuerpo responde retirando nuestras manos; cuando vemos que un animal puede picarnos, intentamos alejarnos de ése bicho; cuando pensamos que algo puede hacernos daño, inmediatamente reaccionamos y nos alejamos de ello.
Pero con el dolor todo es distinto: haz de cuenta que por evitar una cerca llena de espinas caes a un profundo abismo. No opongas resistencia al dolor, porque cuanto más trates de desterrarlo de tu vida, más le tendrás presente a cada instante, más te causará heridas y te llenará de sufrimientos.
El dolor es algo que debemos aceptar con humildad, es una prueba de amor y valentía para nuestro espíritu, porque si nos encerramos en la tristeza, seguramente sucumbiremos y no sólo nuestra alma se perderá, sino que nuestro cuerpo también se enfermará.
Nuestro espíritu no se sana a base de negaciones, sino a base de entendimiento y comprensión. No sufrimos porque estamos maldecidas, por el contrario, lo hacemos porque tenemos un lugar muy especial en el corazón del cielo.
Piensa en todas aquellas mujeres que fueron complacidas con cada capricho: ahora sus vidas se encuentran vacías, se han llenado de falsos orgullos y su alma es el nido de desdichas. Seguramente si alguien les hubiese mostrado el verdadero sentido de nuestra existencia hubiesen tenido una suerte diferente. En cambio, las personas que hemos tenido que pasar por sufrimientos, sabemos que el camino no siempre debe estar lleno de flores, sino que los baches también pueden hacer que nuestras victorias tengan un sabor más placentero, más alegre y pletórico de sabiduría.
Guardar dolor en nuestro corazón es un terrible acto de insensatez. El dolor debe ser la oportunidad propicia para crecer como personas y aceptar los regalos que la vida nos otorga en su inmensa generosidad. Las páginas más grises y oscuras de nuestras vidas son el primer capullo para construir un mundo de esperanza en el que ya no veremos cielos grises sino oportunidades para entregarle el alma al arco iris de amor que saldrá tras la más dolorosa tormenta.
Quisiéramos no tener que sufrir nunca, pero el dolor es inevitable, es parte de la vida. Y aunque no nos guste, también trae cosas positivas a nuestra vida: oportunidad de cambios, crecimiento y de disfrutar de mayores victorias.
Hay tal vez muchas, algunas o pocas cosas que nos hacen sufrir, que nos hacen derramar lágrimas amargas de tristeza que nos convierten en fantasmas, fantasmas de nuestras propias vidas.
Muchas mujeres deciden ahogarse en su propio mar y decaen ante el dolor emocional; otras, deciden encerrarse en su mundo de decepciones y vivir perpetuamente en el pasado; unas cuantas optan por culpabilizarse de todo o culpar a los demás… ¿qué te pides
El dolor es una alarma, un síntoma que nos dice que hay algo que hace que nuestro espíritu se envuelva en mil ataduras. Si algo duele, es porque debemos cambiar algo de nuestro corazón. Por lo general, cuando acercamos nuestras manos al fuego, nuestro cuerpo responde retirando nuestras manos; cuando vemos que un animal puede picarnos, intentamos alejarnos de ése bicho; cuando pensamos que algo puede hacernos daño, inmediatamente reaccionamos y nos alejamos de ello.
Pero con el dolor todo es distinto: haz de cuenta que por evitar una cerca llena de espinas caes a un profundo abismo. No opongas resistencia al dolor, porque cuanto más trates de desterrarlo de tu vida, más le tendrás presente a cada instante, más te causará heridas y te llenará de sufrimientos.
El dolor es algo que debemos aceptar con humildad, es una prueba de amor y valentía para nuestro espíritu, porque si nos encerramos en la tristeza, seguramente sucumbiremos y no sólo nuestra alma se perderá, sino que nuestro cuerpo también se enfermará.
Nuestro espíritu no se sana a base de negaciones, sino a base de entendimiento y comprensión. No sufrimos porque estamos maldecidas, por el contrario, lo hacemos porque tenemos un lugar muy especial en el corazón del cielo.
Piensa en todas aquellas mujeres que fueron complacidas con cada capricho: ahora sus vidas se encuentran vacías, se han llenado de falsos orgullos y su alma es el nido de desdichas. Seguramente si alguien les hubiese mostrado el verdadero sentido de nuestra existencia hubiesen tenido una suerte diferente. En cambio, las personas que hemos tenido que pasar por sufrimientos, sabemos que el camino no siempre debe estar lleno de flores, sino que los baches también pueden hacer que nuestras victorias tengan un sabor más placentero, más alegre y pletórico de sabiduría.
Guardar dolor en nuestro corazón es un terrible acto de insensatez. El dolor debe ser la oportunidad propicia para crecer como personas y aceptar los regalos que la vida nos otorga en su inmensa generosidad. Las páginas más grises y oscuras de nuestras vidas son el primer capullo para construir un mundo de esperanza en el que ya no veremos cielos grises sino oportunidades para entregarle el alma al arco iris de amor que saldrá tras la más dolorosa tormenta.
"RAZONES PARA VIVIR" (Por Luisa Espada)
Primera razón : Decisión personal
Cada día las personas edificamos los cimientos de lo que es nuestro presente, pero también de lo que será nuestro futuro. La vida no se nos ha dado hecha sino que precisamente la hacemos día a día. Cada persona es el inventor de su propia, única y singular existencia. Tenemos que tener claro que el individuo no es, ni más ni menos, que el constructor de su propia vida o destino personal.
Segunda razón : Responsabilidad social
La vida constituye una irrenunciable responsabilidad frente a uno mismo y los demás. Cada persona debe aprender a ser responsable de su propia vida. Debemos aprender que lo que podemos ser o tener dependerá siempre de lo que hoy mismo hacemos o dejemos de hacer. A este poderoso hábito le llamamos proactividad.
Tercera razón : Personalidad individual
Nuestra vida es una oportunidad única que no volverá a repetirse. Solamente seremos los actores principales de la película que rodamos en nuestra propia vida real. Recordando a Aristóteles, las personas deberiamos ser definidas no por lo que somos en un momento dado, sino por nuestro potencial y lo que podríamos llegar a ser.
Cuarta razón : Respeto a uno mismo
La vida debemos considerarla como el bien más valioso y hermoso que el ser humano recibe. ¿ Debemos dejar nuestra vida libre al destino, azar o casualidad ?
Quinta razón : Afirmación de uno mismo
Si no podemos planificar nuestra propia vida por nuestros medios, seguramente otros podrán hacerlo. ¿ Pero lo harán para obtener alguna ventaja ?. Tenemos que tener claro que somos nosotros los que debemos encauzar nuestra vida porque somos los que realmente conocemos lo que nos conviene.
Sexta razón : Motivación de logros
La imagen que tiene una persona de sí misma no siempre armoniza con la imagen real de lo que es o de lo que quiere llegar a ser. Probablemente exista una brecha entre lo que en verdad se es y lo que se quiere llegar a ser. La planificación de la vida nos ayuda poderosamente a convertirnos en quien aspiramos llegar a ser. Uno de los factores de éxito más importante es contar con objetivos en la vida.
Séptima razón : Oportunidad de realización
Cada persona sólo tiene un tiempo en la vida para realizarse. Este tiempo está limitado por la naturaleza orgánica del individuo y por la velocidad de cambio en la sociedad mundial. Tenemos la obligación de aprovechar nuestra oportunidad.
Para concluir, me gustaría añadir algo más : es básico que tengamos visión de futuro y que seamos conscientes que cada persona es capitán de la propia nave de su vida.
Aceptémoslo, no podemos hacer nada por nuestro pasado, sin embargo todavía podemos hacer mucho por nuestro futuro.
Cada día las personas edificamos los cimientos de lo que es nuestro presente, pero también de lo que será nuestro futuro. La vida no se nos ha dado hecha sino que precisamente la hacemos día a día. Cada persona es el inventor de su propia, única y singular existencia. Tenemos que tener claro que el individuo no es, ni más ni menos, que el constructor de su propia vida o destino personal.
Segunda razón : Responsabilidad social
La vida constituye una irrenunciable responsabilidad frente a uno mismo y los demás. Cada persona debe aprender a ser responsable de su propia vida. Debemos aprender que lo que podemos ser o tener dependerá siempre de lo que hoy mismo hacemos o dejemos de hacer. A este poderoso hábito le llamamos proactividad.
Tercera razón : Personalidad individual
Nuestra vida es una oportunidad única que no volverá a repetirse. Solamente seremos los actores principales de la película que rodamos en nuestra propia vida real. Recordando a Aristóteles, las personas deberiamos ser definidas no por lo que somos en un momento dado, sino por nuestro potencial y lo que podríamos llegar a ser.
Cuarta razón : Respeto a uno mismo
La vida debemos considerarla como el bien más valioso y hermoso que el ser humano recibe. ¿ Debemos dejar nuestra vida libre al destino, azar o casualidad ?
Quinta razón : Afirmación de uno mismo
Si no podemos planificar nuestra propia vida por nuestros medios, seguramente otros podrán hacerlo. ¿ Pero lo harán para obtener alguna ventaja ?. Tenemos que tener claro que somos nosotros los que debemos encauzar nuestra vida porque somos los que realmente conocemos lo que nos conviene.
Sexta razón : Motivación de logros
La imagen que tiene una persona de sí misma no siempre armoniza con la imagen real de lo que es o de lo que quiere llegar a ser. Probablemente exista una brecha entre lo que en verdad se es y lo que se quiere llegar a ser. La planificación de la vida nos ayuda poderosamente a convertirnos en quien aspiramos llegar a ser. Uno de los factores de éxito más importante es contar con objetivos en la vida.
Séptima razón : Oportunidad de realización
Cada persona sólo tiene un tiempo en la vida para realizarse. Este tiempo está limitado por la naturaleza orgánica del individuo y por la velocidad de cambio en la sociedad mundial. Tenemos la obligación de aprovechar nuestra oportunidad.
Para concluir, me gustaría añadir algo más : es básico que tengamos visión de futuro y que seamos conscientes que cada persona es capitán de la propia nave de su vida.
Aceptémoslo, no podemos hacer nada por nuestro pasado, sin embargo todavía podemos hacer mucho por nuestro futuro.
"21 FORMAS DE MANTENER LA PAZ" (Por Byron Katie)
1. Invertir juicios.
Sé consciente cuando estés juzgando o criticando a alguien por un motivo determinado. Por ejemplo, en la cola del super, si te impacientas porque la persona que está delante es lenta y está de cotilleo con la cajera. Rápidamente invierte tu juicio y pregúntate: ¿Eso me pasa a mí también? ¿Soy yo lenta o cotilla a veces? ¿Soy maleducada en mi interior cuando pienso que esa persona es maleducada? Este ejercicio quita tu atención del "otro" y la coloca en ti mismo. El perdón es el resultado natural. Colocar la culpa o un juicio en alguien te deja impotente para cambiar tu experiencia. Asumir la responsabilidad sobre tus creencias y juicios te da el poder para cambiarlos.
2. Los tres tipos de asuntos.
Descubre el daño que te causa estar mentalmente fuera de tus asuntos. Pregúntate, "¿Mentalmente, en los asuntos de quién estoy?" Sólo hay tres tipos de asuntos en el universo: Los míos, los tuyos, y los de Dios. ¿De quién es asunto si ocurre un terremoto? De Dios. ¿De quién es asunto que tu vecino tenga un césped descuidado? De tu vecino. ¿De quién es asunto el que a ti te moleste que tu vecino tenga un césped feo? Tuyo. La vida interior es así de simple.
3. Permanecer en los asuntos de nadie.
Tras trabajar en la práctica de permanecer fuera de los asuntos de los demás, trata de permanecer igualmente fuera de tus propios asuntos. No te tomes demasiado en serio cualquier cosa que creas que sabes sobre ti mismo. "¿Soy sólo este cuerpo físico?" ¿Es cierto eso? ¿Puedo tener la absoluta certeza de que es verdad?
4. Desprenderte de tu cuerpo/tu historia.
Intenta hablarte a ti mismo por un tiempo en tercera persona en lugar de "yo" o "a mí me...". En lugar de decir, " voy a comer", di, "ella va a comer," (refiriéndote a ti misma), o, "ésta va a almorzar"" Haz esto con un amigo durante una hora, la tarde, o todo el día. Experimenta impersonalmente el cuerpo, las historias, y las preferencias que crees tener.
5. Hablar en tiempo presente.
¿Eres consciente de que muy a menudo tus sus conversaciones se centran en el pasado o el futuro? Observa qué verbos utilizas: Fue, hice, seré, iré, etc. Hablar del pasado en el presente es volverlo a despertar y recrearlo completamente en el presente en nuestras mentes, y entonces nos perdemos lo que está presente para nosotros ahora. Hablar del futuro es crear y vivir en una fantasía. Si quieres experimentar miedo, piensa en el futuro. Si quieres experimentar vergüenza y culpabilidad, piensa en el pasado.
6. Fregar los platos
"Fregar los platos" es una práctica para aprender a amar la acción que tienes delante de ti. Tu voz interna, tu intuición o el hábito te guía durante todo el día para hacer cosas simples como fregar los platos, conducir para ir a trabajar, o barrer el suelo. Permitir la santidad de la simplicidad, escuchar su voz interna y después actuar siguiendo sus sugerencias con absoluta confianza crea una vida más graciosa, libre de esfuerzos, y milagrosa.
7. Escuchar la voz del cuerpo.
El cuerpo es la voz de tu mente, y te habla con síntomas físicos como contracciones musculares - tics, punzadas de dolor, cosquillas y tensión, por nombrar unos pocos. Toma consciencia de su frecuencia. Practica la quietud y deja a tu organismo decirte donde tu mente se contrae, no importa cuán sutil pueda ser la tensión. Cuando adviertas una sensación, indaga dentro, " ¿Qué situación o pensamiento contraído provoca esta sensación física? ¿Estoy desalineado con mi integridad en esta circunstancia, y si es así, dónde? ¿Estoy dispuesto a dejar ir esta creencia o pensamiento que provoca esta contracción de mi cuerpo?" Escucha y permite que las respuestas te guíen, y regresa a la paz y la claridad interiores.
8. Informarte a ti mismo.
Este ejercicio puede ayudarte a sanar miedos y temores. Ejercítate en informarte a ti mismo de los acontecimientos en los que te encuentra inmerso como si se tratase de una mera noticia y tú, el periodista que informa de la misma.
Infórmate exactamente del entorno y de qué está ocurriendo "en la escena". El miedo es siempre el resultado de proyectar una recreación del pasado en el ahora o en el futuro. Si te encuentras atemorizado, encuentra la creencia de fondo e indáguela: "¿Es cierto que necesito tener miedo en esta situación? ¿Qué es en realidad lo que físicamente está ocurriendo ahora mismo? Despersonalizar nuestras historias nos da una oportunidad para mirar las condiciones más objetivamente, y escoger nuestras respuestas para lo que nos trae la vida.
9. Escuchar literalmente.
Practica escuchando a los otros en el sentido más literal, creyendo exactamente lo que oyes, y haz todo lo que puedas para resistirte a caer en tus propias interpretaciones sobre la información que comparten contigo. Por ejemplo, alguien te elogia diciéndote que eres muy guapa, y tú lo interpretas suponiendo que la persona guarda alguna intención oculta. Nuestras interpretaciones sobre lo que nos dice la gente son a menudo mucho más dolorosas o atemorizantes que lo que nos dicen en realidad. Intenta confiar en que aquello que le dicen es exactamente lo que quieren decir: ni más, ni menos. Escucha bien a las personas. Te asombras de oír lo que sale cuando permitimos a otros completar sus pensamientos sin interrumpirles. Además, cuando estamos ocupados pensando en que sabemos lo que están a punto decir nos perdemos lo que realmente dicen.
10. Hablar de manera honesta y literalmente.
Habla literalmente. Di lo que quieras decir sin justificarte, sin deseo alguno de manipular, y sin preocuparte por cómo puedan interpretar tus palabras. Practica el no tener cuidado. Experimenta la libertad que sentirás.
11. Observar el juego.
Imagínate en un balcón, observando tu drama favorito sobre ti mismo y lo que te hace sufrir. Mira la historia como en un escenario, piensa en la forma en que las has representado, centenares de veces, quizás miles. Obsérvelo hasta que llegues a estar aburrido. Cuando tu aburrimiento sea sincero, levántate del asiento, abandona el balcón, y “sal del teatro”. Siempre podrás volver a visitarlo. ¿Quién serías tú sin tu historia?
12. Observar una segunda versión del juego.
Describe tu historia desde los ojos y la mente de otro. Escribe tantas versiones distintas como quieras, con sus correspondientes resultados diferentes. Sé consciente.
Sé consciente cuando estés juzgando o criticando a alguien por un motivo determinado. Por ejemplo, en la cola del super, si te impacientas porque la persona que está delante es lenta y está de cotilleo con la cajera. Rápidamente invierte tu juicio y pregúntate: ¿Eso me pasa a mí también? ¿Soy yo lenta o cotilla a veces? ¿Soy maleducada en mi interior cuando pienso que esa persona es maleducada? Este ejercicio quita tu atención del "otro" y la coloca en ti mismo. El perdón es el resultado natural. Colocar la culpa o un juicio en alguien te deja impotente para cambiar tu experiencia. Asumir la responsabilidad sobre tus creencias y juicios te da el poder para cambiarlos.
2. Los tres tipos de asuntos.
Descubre el daño que te causa estar mentalmente fuera de tus asuntos. Pregúntate, "¿Mentalmente, en los asuntos de quién estoy?" Sólo hay tres tipos de asuntos en el universo: Los míos, los tuyos, y los de Dios. ¿De quién es asunto si ocurre un terremoto? De Dios. ¿De quién es asunto que tu vecino tenga un césped descuidado? De tu vecino. ¿De quién es asunto el que a ti te moleste que tu vecino tenga un césped feo? Tuyo. La vida interior es así de simple.
3. Permanecer en los asuntos de nadie.
Tras trabajar en la práctica de permanecer fuera de los asuntos de los demás, trata de permanecer igualmente fuera de tus propios asuntos. No te tomes demasiado en serio cualquier cosa que creas que sabes sobre ti mismo. "¿Soy sólo este cuerpo físico?" ¿Es cierto eso? ¿Puedo tener la absoluta certeza de que es verdad?
4. Desprenderte de tu cuerpo/tu historia.
Intenta hablarte a ti mismo por un tiempo en tercera persona en lugar de "yo" o "a mí me...". En lugar de decir, " voy a comer", di, "ella va a comer," (refiriéndote a ti misma), o, "ésta va a almorzar"" Haz esto con un amigo durante una hora, la tarde, o todo el día. Experimenta impersonalmente el cuerpo, las historias, y las preferencias que crees tener.
5. Hablar en tiempo presente.
¿Eres consciente de que muy a menudo tus sus conversaciones se centran en el pasado o el futuro? Observa qué verbos utilizas: Fue, hice, seré, iré, etc. Hablar del pasado en el presente es volverlo a despertar y recrearlo completamente en el presente en nuestras mentes, y entonces nos perdemos lo que está presente para nosotros ahora. Hablar del futuro es crear y vivir en una fantasía. Si quieres experimentar miedo, piensa en el futuro. Si quieres experimentar vergüenza y culpabilidad, piensa en el pasado.
6. Fregar los platos
"Fregar los platos" es una práctica para aprender a amar la acción que tienes delante de ti. Tu voz interna, tu intuición o el hábito te guía durante todo el día para hacer cosas simples como fregar los platos, conducir para ir a trabajar, o barrer el suelo. Permitir la santidad de la simplicidad, escuchar su voz interna y después actuar siguiendo sus sugerencias con absoluta confianza crea una vida más graciosa, libre de esfuerzos, y milagrosa.
7. Escuchar la voz del cuerpo.
El cuerpo es la voz de tu mente, y te habla con síntomas físicos como contracciones musculares - tics, punzadas de dolor, cosquillas y tensión, por nombrar unos pocos. Toma consciencia de su frecuencia. Practica la quietud y deja a tu organismo decirte donde tu mente se contrae, no importa cuán sutil pueda ser la tensión. Cuando adviertas una sensación, indaga dentro, " ¿Qué situación o pensamiento contraído provoca esta sensación física? ¿Estoy desalineado con mi integridad en esta circunstancia, y si es así, dónde? ¿Estoy dispuesto a dejar ir esta creencia o pensamiento que provoca esta contracción de mi cuerpo?" Escucha y permite que las respuestas te guíen, y regresa a la paz y la claridad interiores.
8. Informarte a ti mismo.
Este ejercicio puede ayudarte a sanar miedos y temores. Ejercítate en informarte a ti mismo de los acontecimientos en los que te encuentra inmerso como si se tratase de una mera noticia y tú, el periodista que informa de la misma.
Infórmate exactamente del entorno y de qué está ocurriendo "en la escena". El miedo es siempre el resultado de proyectar una recreación del pasado en el ahora o en el futuro. Si te encuentras atemorizado, encuentra la creencia de fondo e indáguela: "¿Es cierto que necesito tener miedo en esta situación? ¿Qué es en realidad lo que físicamente está ocurriendo ahora mismo? Despersonalizar nuestras historias nos da una oportunidad para mirar las condiciones más objetivamente, y escoger nuestras respuestas para lo que nos trae la vida.
9. Escuchar literalmente.
Practica escuchando a los otros en el sentido más literal, creyendo exactamente lo que oyes, y haz todo lo que puedas para resistirte a caer en tus propias interpretaciones sobre la información que comparten contigo. Por ejemplo, alguien te elogia diciéndote que eres muy guapa, y tú lo interpretas suponiendo que la persona guarda alguna intención oculta. Nuestras interpretaciones sobre lo que nos dice la gente son a menudo mucho más dolorosas o atemorizantes que lo que nos dicen en realidad. Intenta confiar en que aquello que le dicen es exactamente lo que quieren decir: ni más, ni menos. Escucha bien a las personas. Te asombras de oír lo que sale cuando permitimos a otros completar sus pensamientos sin interrumpirles. Además, cuando estamos ocupados pensando en que sabemos lo que están a punto decir nos perdemos lo que realmente dicen.
10. Hablar de manera honesta y literalmente.
Habla literalmente. Di lo que quieras decir sin justificarte, sin deseo alguno de manipular, y sin preocuparte por cómo puedan interpretar tus palabras. Practica el no tener cuidado. Experimenta la libertad que sentirás.
11. Observar el juego.
Imagínate en un balcón, observando tu drama favorito sobre ti mismo y lo que te hace sufrir. Mira la historia como en un escenario, piensa en la forma en que las has representado, centenares de veces, quizás miles. Obsérvelo hasta que llegues a estar aburrido. Cuando tu aburrimiento sea sincero, levántate del asiento, abandona el balcón, y “sal del teatro”. Siempre podrás volver a visitarlo. ¿Quién serías tú sin tu historia?
12. Observar una segunda versión del juego.
Describe tu historia desde los ojos y la mente de otro. Escribe tantas versiones distintas como quieras, con sus correspondientes resultados diferentes. Sé consciente.
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